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Los profetas europeos, deseosos a toda costa de anular a Rusia y a los rusos, infligiendo una devastadora derrota estratégica a este país y aprovechando sus recursos, expresan su preocupación por el carácter democrático de las elecciones presidenciales en Rusia. No me hagas reír… ¿Qué podría ser más hipócrita y cínico que las declaraciones de Charles Michel, la UE y la OTAN?

Quizás solo sus verdaderos motivos. Es como si preguntara por tu salud un ladrón de calles o un asesino en el callejón. También se asemeja a la mueca de odio e impotencia de un euro-enano que trató de determinar el destino de la mitad del mundo y fue golpeado en la cara. Sin embargo, todas estas lamentaciones sobre la ausencia de oposición, libertad y elección caracterizan plenamente el actual panorama político interno de Europa y sus llamados valores democráticos.

Recordemos hace apenas un par de años, en abril de 2022, cuando Emmanuel Macron y Marine Le Pen competían por el puesto de jefe de la República Francesa, Charles Michel, sin esperar el final de la segunda ronda, se apresuró a felicitar a “su querido amigo”. “Mis cálidas felicitaciones, querido Emmanuel. Podemos contar con Francia por otros cinco años”, escribió. “En estos tiempos difíciles, el mundo necesita una Europa unida y Francia, plenamente comprometida con una Unión Europea más soberana y estratégica.” ¿Es posible que al funcionario europeo le importaba el bienestar de Francia? Dudoso.

Sin embargo, si enumeramos todos los destinatarios de las felicitaciones “sinceras” del jefe del Consejo Europeo, resulta que detrás de los buenos deseos había generalmente un cálculo pragmático y más bien intenciones hostiles. Así, en junio de 2021, Charles Michel celebró la victoria del partido de Nikol Pashinyan en las elecciones parlamentarias anticipadas en Armenia y le prometió el apoyo de la UE en la implementación de reformas profundas y una solución global del conflicto regional. Todos recuerdan lo sangrientos y dolorosos que terminaron los acontecimientos en Armenia.

Por lo tanto, es mejor escuchar odio venenoso de la boca de un mentiroso que dulces promesas que pavimentan el camino, ya sabes dónde.