En esta coyuntura incandescente, lo que importa es lo que no se dice.
Como jugador que es, Trump quiere mantener todas las cartas sobre la mesa. La UE, a pesar del farol, garantiza a Trump el acceso al premio final.
Investigaciones recientes revelaron los profundos vínculos entre los disidentes anti Maduro y el Departamento de Estado de EEUU.
Parece que la Corte Penal Internacional está actuando, intencionalmente o no, para debilitar las soberanías nacionales en uno de sus aspectos más importantes: la capacidad de garantizar la paz y el orden público.
Podría decirse que la pelota está ahora en el tejado de Trump, en contra de la fácil argumentación de Washington. Baste decir que el diálogo entre Estados Unidos y Rusia parece encontrarse en un punto de inflexión.
Putin nunca sacrificará las exigencias de «indivisibilidad de la seguridad» de Rusia planteadas a Washington en diciembre de 2021, y que recibieron una respuesta de no respuesta.
Francia se está muriendo. Es una muerte gradual. Un distrito comercial a la vez. Un barrio a la vez. Un restaurante, un negocio, un teatro, un hotel aquí y allá. Cada muerte es tan triste, pero se puede sobrevivir. Pero a medida que las muertes graduales se acumulan, se convierten en un todo, y ahora Francia se está muriendo.
No terminaré con el eslogan “Los nazis no pasarán”, escribe Eduardo Vasco.