Editorial
November 5, 2025
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La guerra por encargo conducida por Estados Unidos contra Rusia se están expandiendo hacia territorios de la Unión Europea y de los estados miembros de la OTAN.

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La guerra por encargo conducida por Estados Unidos contra Rusia se están expandiendo hacia territorios de la Unión Europea y de los estados miembros de la OTAN. Notoriamente pareciera que el bloque militar de la OTAN está en guerra consigo mismo.

Hungría condena a Polonia por su “psicosis de guerra” y apoyar el terrorismo de estado.

Esta semana dos grandes refinerías en Hungría y Rumania sufrieron poderosas explosiones en el mismo día lunes. El primer ataque ocurrió contra la refinería Petrotel Lukoil al norte de la capital rumana Bucarest, horas más tarde la gran refinería húngara de Százhalombatta al sur de la capital, Bucarest, fue volada. Aún no ha sido determinado qué causó las explosiones, pero la acción casi simultánea haría que accidentes técnicos fueran extremadamente poco probables. En otras palabras, estos incidentes serían actos de sabotaje terrorista.

El contexto es también altamente indicativo. En el mismo día la refinería rusa Rosneft situada en Novokuibyshevsk fue cerrada, se informa que debido a un ataque por aparatos aéreos no tripulados.

De este modo, los ataques han sido parte de una campaña dirigida por la OTAN para dañar la industria petrolera rusa.

También durante esta semana, el gobierno de Trump reveló provocativas sanciones contra las compañías petrolíferas y gasíferas rusas Lukoil y Rosnfet. El régimen de Kiev y sus aliados europeos de la OTAN han estado pidiendo a Trump aplicar más sanciones económicas como una nueva manera de presionar a Rusia para que termine la guerra de Ucrania. No obstante la realidad es que la guerra económica es solo otro armamento que apunta hacia la derrota estratégica de Rusia bajo el cínico mote de “hacer la paz”.

Esta semana la Comisión Europea endureció sus planes para acabar con todas las importaciones de gas ruso a la Unión Europea revirtiendo décadas de productivo comercio energético.

Hungría y Eslovaquia y en un nivel menor Rumania han quedado en veremos con la OTAN y la Unión Europea por su política de guerra por encargo contra Rusia. Estos países yacen bajo una intensa presión para suspender sus importaciones de petróleo ruso.

Durante meses recientes el régimen de Kiev dirigido por la OTAN ha aumentado sus ataques aéreos de largo alcance contra estructuras energéticas rusas. La petrolera Druzhba (Amistad) fue atacada durante el mes de agosto, lo cual interrumpió el suministro para Hungría y Eslovaquia.

Los gobiernos húngaro y eslovaco abiertamente han desafiado la campaña de presión insistiendo en que sus países no detendrán la importación de petróleo ruso, ellos sostienen que esta resulta vital para sus economías y sociedades. Los países interiores tendrían dificultades y altos costos al reemplazar el suministro ruso.

Lo que resulta notable acerca de las explosiones de esta semana es que la campaña de sabotajes ahora está apuntando hacia territorios de países europeos y no solo a la infraestructura rusa de suministro a estos países.

Lo que es aún más importante, es que las potencias europeas alineadas con la OTAN están respaldando los ataques contra Hungría, Rumania y Eslovaquia.

El Ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, le dijo esta semana a Hungría que él ducto Druzhba sería eliminado totalmente para acabar así con la maquinaria de guerra de Putin.

El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, denunció a Polonia por su psicosis de guerra. Durante una concentración por la paz en Budapest esta semana, Orban declaró que: Hungría dirá NO a la guerra. No moriremos por Ucrania. No enviaremos a nuestros hijos al matadero por mandato de Bruselas.

La voladura de estructuras energéticas civiles en Europa tiene antecedentes. Lo que está ocurriendo en Hungría y Rumania es una repetición de las explosiones de los gasoductos Nord Stream en el mes de septiembre de 2022 en que agentes de Estados Unidos y otros países de la OTAN llevaron a cabo cortando el suministro de combustible hacia Alemania.

Esta semana el Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, celebró el terrorismo del Nord Stream como un golpe legítimo contra Rusia “por invadir Ucrania.”

Ante lo cual, el Ministro de Exteriores de Hungría Péter Szijjártó replicó rechazándalo como un escándalo. Agregó que en Polonia si a Ud. no le gusta una infraestructura Ud. puede volarla. Con esto extendieron permiso por adelantado para los ataques terroristas en Europa… Esto es a lo que ha llegado el imperio de la ley en Europa.

Luego de los atentados del mes de agosto contra el gasoducto de Druzhba, el Ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, acusó a la dirigencia europea en Bruselas de haberle dado al régimen de Kiev luz verde para realizar los ataques. La ausencia de una condena de parte de Bruselas contra Kiev fue notable.

Ahora la psicosis de guerra ha culminado en ataques terroristas en el propio territorio de los países europeos.

No existe duda alguna sobre quiénes son los culpables que están detrás de los ataques terroristas. Los ataques con aparatos aéreos no tripulados, podrían despegar desde territorio ucraniano. Pero la logística, la planificación y el apuntamiento requieren de la participación de la OTAN al más alto nivel, que como los ataques al Nord Stream y los actuales ataques profundos en territorio ruso. Las apuestas indican a la CIA y al MI6 y a sus encargados polacos y bálticos.

Otro factor es la oferta de parte de Hungría, para acoger una cumbre entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin para discutir el fin de la guerra por encargo. La cumbre fue suspendida esta semana, aparentemente por Trump. Justo cuando él anunció nuevas y duras sanciones contra la industria petrolera rusa. Pero la semana pasada cuando se propuso la reunión, las potencias de la OTAN fueron notificadas –de mala gana —sobre la iniciativa diplomática.

Szijjártó escribió, “Desde el momento en que la Cumbre de la Paz en Budapest fue anunciada, se hizo obvio que muchos harían lo imposible para detenerla antes que ocurriera. La elite pro belicista en sus medios siempre se comporta de esta manera ante los eventos que podrían decidir entre la guerra o la paz… Esta vez no sería diferente. Hasta que la cumbre se realice, una década de filtraciones, noticias falsas y declaraciones alegando que no ocurrirá

El Ministro de Exteriores podría agregar la oleada de tácticas de oposición —ataques terroristas — contra Hungría, Eslovaquia y Rumania y en cualquier parte o lugar donde el pueblo exija la paz. Y el fin de la psicosis de guerra.

La guerra por encargo que Estados Unidos ha instigado contra Rusia que Trump promovió desde su primer período fue siempre acerca de derrotar estratégicamente a Rusia incluyendo el uso de un escogido militar en Ucrania y la guerra económica La lógica de esta criminal estrategia incluye la voladura y el sacrificio de denominados aliados si se necesita ya sean que las economías de Alemania y europeas queden en ruinas, durante lo cual el Nord Stream fue cancelado y ahora las refinerías de petróleo de Hungría y Rumania. Y ¿Luego qué?

El otro siniestro suceso de esta semana, un hombre fue encarcelado por tratar de asesinar a Robert Fico el año pasado. Su atacante fue un pro ucraniano que atentó contra Fico por ser pro ruso.

La nefaria lógica de la experiencia de guerra de Estados Unidos conocida como SSTAN de manera absurda se auto declara defensora de la Alianza Occidental Transatlántica lo que significa que devora a sus propios cuando lo requieren sus prioridades estratégicas.

La OTAN está en guerra consigo misma y contra la paz en Europa. La larga y sucia historia de la Operación Gladio y el terrorismo de la OTAN en Europa están de la mano una vez más.

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

La OTAN se come su propia… los ataques terroristas contra Hungría y Rumania por importar petróleo ruso

La guerra por encargo conducida por Estados Unidos contra Rusia se están expandiendo hacia territorios de la Unión Europea y de los estados miembros de la OTAN.

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La guerra por encargo conducida por Estados Unidos contra Rusia se están expandiendo hacia territorios de la Unión Europea y de los estados miembros de la OTAN. Notoriamente pareciera que el bloque militar de la OTAN está en guerra consigo mismo.

Hungría condena a Polonia por su “psicosis de guerra” y apoyar el terrorismo de estado.

Esta semana dos grandes refinerías en Hungría y Rumania sufrieron poderosas explosiones en el mismo día lunes. El primer ataque ocurrió contra la refinería Petrotel Lukoil al norte de la capital rumana Bucarest, horas más tarde la gran refinería húngara de Százhalombatta al sur de la capital, Bucarest, fue volada. Aún no ha sido determinado qué causó las explosiones, pero la acción casi simultánea haría que accidentes técnicos fueran extremadamente poco probables. En otras palabras, estos incidentes serían actos de sabotaje terrorista.

El contexto es también altamente indicativo. En el mismo día la refinería rusa Rosneft situada en Novokuibyshevsk fue cerrada, se informa que debido a un ataque por aparatos aéreos no tripulados.

De este modo, los ataques han sido parte de una campaña dirigida por la OTAN para dañar la industria petrolera rusa.

También durante esta semana, el gobierno de Trump reveló provocativas sanciones contra las compañías petrolíferas y gasíferas rusas Lukoil y Rosnfet. El régimen de Kiev y sus aliados europeos de la OTAN han estado pidiendo a Trump aplicar más sanciones económicas como una nueva manera de presionar a Rusia para que termine la guerra de Ucrania. No obstante la realidad es que la guerra económica es solo otro armamento que apunta hacia la derrota estratégica de Rusia bajo el cínico mote de “hacer la paz”.

Esta semana la Comisión Europea endureció sus planes para acabar con todas las importaciones de gas ruso a la Unión Europea revirtiendo décadas de productivo comercio energético.

Hungría y Eslovaquia y en un nivel menor Rumania han quedado en veremos con la OTAN y la Unión Europea por su política de guerra por encargo contra Rusia. Estos países yacen bajo una intensa presión para suspender sus importaciones de petróleo ruso.

Durante meses recientes el régimen de Kiev dirigido por la OTAN ha aumentado sus ataques aéreos de largo alcance contra estructuras energéticas rusas. La petrolera Druzhba (Amistad) fue atacada durante el mes de agosto, lo cual interrumpió el suministro para Hungría y Eslovaquia.

Los gobiernos húngaro y eslovaco abiertamente han desafiado la campaña de presión insistiendo en que sus países no detendrán la importación de petróleo ruso, ellos sostienen que esta resulta vital para sus economías y sociedades. Los países interiores tendrían dificultades y altos costos al reemplazar el suministro ruso.

Lo que resulta notable acerca de las explosiones de esta semana es que la campaña de sabotajes ahora está apuntando hacia territorios de países europeos y no solo a la infraestructura rusa de suministro a estos países.

Lo que es aún más importante, es que las potencias europeas alineadas con la OTAN están respaldando los ataques contra Hungría, Rumania y Eslovaquia.

El Ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, le dijo esta semana a Hungría que él ducto Druzhba sería eliminado totalmente para acabar así con la maquinaria de guerra de Putin.

El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, denunció a Polonia por su psicosis de guerra. Durante una concentración por la paz en Budapest esta semana, Orban declaró que: Hungría dirá NO a la guerra. No moriremos por Ucrania. No enviaremos a nuestros hijos al matadero por mandato de Bruselas.

La voladura de estructuras energéticas civiles en Europa tiene antecedentes. Lo que está ocurriendo en Hungría y Rumania es una repetición de las explosiones de los gasoductos Nord Stream en el mes de septiembre de 2022 en que agentes de Estados Unidos y otros países de la OTAN llevaron a cabo cortando el suministro de combustible hacia Alemania.

Esta semana el Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, celebró el terrorismo del Nord Stream como un golpe legítimo contra Rusia “por invadir Ucrania.”

Ante lo cual, el Ministro de Exteriores de Hungría Péter Szijjártó replicó rechazándalo como un escándalo. Agregó que en Polonia si a Ud. no le gusta una infraestructura Ud. puede volarla. Con esto extendieron permiso por adelantado para los ataques terroristas en Europa… Esto es a lo que ha llegado el imperio de la ley en Europa.

Luego de los atentados del mes de agosto contra el gasoducto de Druzhba, el Ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, acusó a la dirigencia europea en Bruselas de haberle dado al régimen de Kiev luz verde para realizar los ataques. La ausencia de una condena de parte de Bruselas contra Kiev fue notable.

Ahora la psicosis de guerra ha culminado en ataques terroristas en el propio territorio de los países europeos.

No existe duda alguna sobre quiénes son los culpables que están detrás de los ataques terroristas. Los ataques con aparatos aéreos no tripulados, podrían despegar desde territorio ucraniano. Pero la logística, la planificación y el apuntamiento requieren de la participación de la OTAN al más alto nivel, que como los ataques al Nord Stream y los actuales ataques profundos en territorio ruso. Las apuestas indican a la CIA y al MI6 y a sus encargados polacos y bálticos.

Otro factor es la oferta de parte de Hungría, para acoger una cumbre entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin para discutir el fin de la guerra por encargo. La cumbre fue suspendida esta semana, aparentemente por Trump. Justo cuando él anunció nuevas y duras sanciones contra la industria petrolera rusa. Pero la semana pasada cuando se propuso la reunión, las potencias de la OTAN fueron notificadas –de mala gana —sobre la iniciativa diplomática.

Szijjártó escribió, “Desde el momento en que la Cumbre de la Paz en Budapest fue anunciada, se hizo obvio que muchos harían lo imposible para detenerla antes que ocurriera. La elite pro belicista en sus medios siempre se comporta de esta manera ante los eventos que podrían decidir entre la guerra o la paz… Esta vez no sería diferente. Hasta que la cumbre se realice, una década de filtraciones, noticias falsas y declaraciones alegando que no ocurrirá

El Ministro de Exteriores podría agregar la oleada de tácticas de oposición —ataques terroristas — contra Hungría, Eslovaquia y Rumania y en cualquier parte o lugar donde el pueblo exija la paz. Y el fin de la psicosis de guerra.

La guerra por encargo que Estados Unidos ha instigado contra Rusia que Trump promovió desde su primer período fue siempre acerca de derrotar estratégicamente a Rusia incluyendo el uso de un escogido militar en Ucrania y la guerra económica La lógica de esta criminal estrategia incluye la voladura y el sacrificio de denominados aliados si se necesita ya sean que las economías de Alemania y europeas queden en ruinas, durante lo cual el Nord Stream fue cancelado y ahora las refinerías de petróleo de Hungría y Rumania. Y ¿Luego qué?

El otro siniestro suceso de esta semana, un hombre fue encarcelado por tratar de asesinar a Robert Fico el año pasado. Su atacante fue un pro ucraniano que atentó contra Fico por ser pro ruso.

La nefaria lógica de la experiencia de guerra de Estados Unidos conocida como SSTAN de manera absurda se auto declara defensora de la Alianza Occidental Transatlántica lo que significa que devora a sus propios cuando lo requieren sus prioridades estratégicas.

La OTAN está en guerra consigo misma y contra la paz en Europa. La larga y sucia historia de la Operación Gladio y el terrorismo de la OTAN en Europa están de la mano una vez más.

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

La guerra por encargo conducida por Estados Unidos contra Rusia se están expandiendo hacia territorios de la Unión Europea y de los estados miembros de la OTAN.

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La guerra por encargo conducida por Estados Unidos contra Rusia se están expandiendo hacia territorios de la Unión Europea y de los estados miembros de la OTAN. Notoriamente pareciera que el bloque militar de la OTAN está en guerra consigo mismo.

Hungría condena a Polonia por su “psicosis de guerra” y apoyar el terrorismo de estado.

Esta semana dos grandes refinerías en Hungría y Rumania sufrieron poderosas explosiones en el mismo día lunes. El primer ataque ocurrió contra la refinería Petrotel Lukoil al norte de la capital rumana Bucarest, horas más tarde la gran refinería húngara de Százhalombatta al sur de la capital, Bucarest, fue volada. Aún no ha sido determinado qué causó las explosiones, pero la acción casi simultánea haría que accidentes técnicos fueran extremadamente poco probables. En otras palabras, estos incidentes serían actos de sabotaje terrorista.

El contexto es también altamente indicativo. En el mismo día la refinería rusa Rosneft situada en Novokuibyshevsk fue cerrada, se informa que debido a un ataque por aparatos aéreos no tripulados.

De este modo, los ataques han sido parte de una campaña dirigida por la OTAN para dañar la industria petrolera rusa.

También durante esta semana, el gobierno de Trump reveló provocativas sanciones contra las compañías petrolíferas y gasíferas rusas Lukoil y Rosnfet. El régimen de Kiev y sus aliados europeos de la OTAN han estado pidiendo a Trump aplicar más sanciones económicas como una nueva manera de presionar a Rusia para que termine la guerra de Ucrania. No obstante la realidad es que la guerra económica es solo otro armamento que apunta hacia la derrota estratégica de Rusia bajo el cínico mote de “hacer la paz”.

Esta semana la Comisión Europea endureció sus planes para acabar con todas las importaciones de gas ruso a la Unión Europea revirtiendo décadas de productivo comercio energético.

Hungría y Eslovaquia y en un nivel menor Rumania han quedado en veremos con la OTAN y la Unión Europea por su política de guerra por encargo contra Rusia. Estos países yacen bajo una intensa presión para suspender sus importaciones de petróleo ruso.

Durante meses recientes el régimen de Kiev dirigido por la OTAN ha aumentado sus ataques aéreos de largo alcance contra estructuras energéticas rusas. La petrolera Druzhba (Amistad) fue atacada durante el mes de agosto, lo cual interrumpió el suministro para Hungría y Eslovaquia.

Los gobiernos húngaro y eslovaco abiertamente han desafiado la campaña de presión insistiendo en que sus países no detendrán la importación de petróleo ruso, ellos sostienen que esta resulta vital para sus economías y sociedades. Los países interiores tendrían dificultades y altos costos al reemplazar el suministro ruso.

Lo que resulta notable acerca de las explosiones de esta semana es que la campaña de sabotajes ahora está apuntando hacia territorios de países europeos y no solo a la infraestructura rusa de suministro a estos países.

Lo que es aún más importante, es que las potencias europeas alineadas con la OTAN están respaldando los ataques contra Hungría, Rumania y Eslovaquia.

El Ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, le dijo esta semana a Hungría que él ducto Druzhba sería eliminado totalmente para acabar así con la maquinaria de guerra de Putin.

El Primer Ministro húngaro, Viktor Orbán, denunció a Polonia por su psicosis de guerra. Durante una concentración por la paz en Budapest esta semana, Orban declaró que: Hungría dirá NO a la guerra. No moriremos por Ucrania. No enviaremos a nuestros hijos al matadero por mandato de Bruselas.

La voladura de estructuras energéticas civiles en Europa tiene antecedentes. Lo que está ocurriendo en Hungría y Rumania es una repetición de las explosiones de los gasoductos Nord Stream en el mes de septiembre de 2022 en que agentes de Estados Unidos y otros países de la OTAN llevaron a cabo cortando el suministro de combustible hacia Alemania.

Esta semana el Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, celebró el terrorismo del Nord Stream como un golpe legítimo contra Rusia “por invadir Ucrania.”

Ante lo cual, el Ministro de Exteriores de Hungría Péter Szijjártó replicó rechazándalo como un escándalo. Agregó que en Polonia si a Ud. no le gusta una infraestructura Ud. puede volarla. Con esto extendieron permiso por adelantado para los ataques terroristas en Europa… Esto es a lo que ha llegado el imperio de la ley en Europa.

Luego de los atentados del mes de agosto contra el gasoducto de Druzhba, el Ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, acusó a la dirigencia europea en Bruselas de haberle dado al régimen de Kiev luz verde para realizar los ataques. La ausencia de una condena de parte de Bruselas contra Kiev fue notable.

Ahora la psicosis de guerra ha culminado en ataques terroristas en el propio territorio de los países europeos.

No existe duda alguna sobre quiénes son los culpables que están detrás de los ataques terroristas. Los ataques con aparatos aéreos no tripulados, podrían despegar desde territorio ucraniano. Pero la logística, la planificación y el apuntamiento requieren de la participación de la OTAN al más alto nivel, que como los ataques al Nord Stream y los actuales ataques profundos en territorio ruso. Las apuestas indican a la CIA y al MI6 y a sus encargados polacos y bálticos.

Otro factor es la oferta de parte de Hungría, para acoger una cumbre entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin para discutir el fin de la guerra por encargo. La cumbre fue suspendida esta semana, aparentemente por Trump. Justo cuando él anunció nuevas y duras sanciones contra la industria petrolera rusa. Pero la semana pasada cuando se propuso la reunión, las potencias de la OTAN fueron notificadas –de mala gana —sobre la iniciativa diplomática.

Szijjártó escribió, “Desde el momento en que la Cumbre de la Paz en Budapest fue anunciada, se hizo obvio que muchos harían lo imposible para detenerla antes que ocurriera. La elite pro belicista en sus medios siempre se comporta de esta manera ante los eventos que podrían decidir entre la guerra o la paz… Esta vez no sería diferente. Hasta que la cumbre se realice, una década de filtraciones, noticias falsas y declaraciones alegando que no ocurrirá

El Ministro de Exteriores podría agregar la oleada de tácticas de oposición —ataques terroristas — contra Hungría, Eslovaquia y Rumania y en cualquier parte o lugar donde el pueblo exija la paz. Y el fin de la psicosis de guerra.

La guerra por encargo que Estados Unidos ha instigado contra Rusia que Trump promovió desde su primer período fue siempre acerca de derrotar estratégicamente a Rusia incluyendo el uso de un escogido militar en Ucrania y la guerra económica La lógica de esta criminal estrategia incluye la voladura y el sacrificio de denominados aliados si se necesita ya sean que las economías de Alemania y europeas queden en ruinas, durante lo cual el Nord Stream fue cancelado y ahora las refinerías de petróleo de Hungría y Rumania. Y ¿Luego qué?

El otro siniestro suceso de esta semana, un hombre fue encarcelado por tratar de asesinar a Robert Fico el año pasado. Su atacante fue un pro ucraniano que atentó contra Fico por ser pro ruso.

La nefaria lógica de la experiencia de guerra de Estados Unidos conocida como SSTAN de manera absurda se auto declara defensora de la Alianza Occidental Transatlántica lo que significa que devora a sus propios cuando lo requieren sus prioridades estratégicas.

La OTAN está en guerra consigo misma y contra la paz en Europa. La larga y sucia historia de la Operación Gladio y el terrorismo de la OTAN en Europa están de la mano una vez más.

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The views of individual contributors do not necessarily represent those of the Strategic Culture Foundation.

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