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Jhosman Barbosa
June 15, 2025
© Photo: Public domain

Occidente ya murió, tiene su sepulturero y esperamos la fecha y hora de su funeral.

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Escríbenos: info@strategic-culture.su

…colegas míos de Stanford, como ese personaje Mike Mcfall, que siempre está hablando de deshacerse de Putin. El señor debería pensar en lo que podría pasar en su lugar si se deshiciera de Putin, quién pudiera remplazarle. Y esta es la mentalidad de los responsables políticos estadounidenses. Hablan y hablan y hablan. Demonizan a este tipo [V. Putin] que no tiene por qué caerme bien, no creo que Putin deba ser el señor simpatía, pero es un Metternich moderno, (Canciller memorable de Austria, Clemente de Metternich 1773 – 1859) es un estratega brillante…

Theodore Postol. En entrevista con Glenn Diesen. 6 de junio de 2025.

Inicio mi argumentación para explicar a V. Putin como sepulturero de occidente, desde: a) que V. Zelensky y sus patrocinadores de Alemania, Reino Unido, Francia, Polonia y solapadamente el deep state estadounidense señalaran un ultimátum a Rusia y a Putin entre el 9 y 10 de mayo en el sentido de un alto al fuego de treinta días incondicional o redoblarían las sanciones, a lo que Vladímir Vladimirovich Putin lanzó la contraoferta: reunámonos ya sin condiciones en formato bilateral, Ucrania y Rusia en Estambul; hasta b) los comentarios del canciller ruso Sergei Lavrov, el día lunes 9 de junio pasado: Ahora nuestros mejores diplomáticos son, por supuesto, los combatientes en primera línea, en la línea de contacto”.

En tal sentido, ya se venían adelantando negociaciones con Estados Unidos como un extraño mediador; pues aunque es la parte más activa del conflicto desde el año 2004 como patrocinador de la ‘revolución naranja’ y luego como financiador del exitoso golpe de Estado de 2014, el Euromaidán, la nación norteamericana se reunía con ucranianos y rusos por separado, nombrando como negociador al inversor inmobiliario Steve Witkoff.

Preámbulo: ubicando la coyuntura

Pese al escepticismo ruso ante lo que la administración Trump pudiera ofrecer de diferente a la administración Biden, poco a poco el Kremlin reconoció que era escuchado y se comprendían las razones objetivas del conflicto en Ucrania. Esta confianza permitió llamadas telefónicas entre las partes rusa y estadounidense, así como reuniones de alto nivel entre cancilleres y agregados económicos. En este sentido, las charlas bilaterales iban más allá de hablar sobre el fin del conflicto eslavo entre rusos y ucranianos, promovido por occidente, a reestablecer los canales de comunicación entre las dos potencias nucleares. Y un paso más allá, como necesidad rusa: comprender que el conflicto ucraniano es el escenario para un acuerdo entre potencias sobre una nueva arquitectura de seguridad en Europa y el mundo. El 11 de marzo de 2025, el canciller Lavrov se reunión con el presidente de la OSDE e invitó a ratificar acuerdos de Estambul y Astaná, en el sentido de “recuperar el principio de indivisibilidad y seguridad” que consiste en que ninguna nación puede privilegiar su seguridad en detrimento de otras naciones.

Pero reunirse con EE.UU. va más allá. Necesita que la habilidad y el liderazgo de Donald Trump pueda encarrilar a Europa, al Complejo Militar Industrial, CMI, así como al parlamento estadounidense y exigir subordinación y obediencia de V. Zelensky y Ucrania.

La impaciencia de Donald Trump, su incapacidad para reconocer el problema y el enfriamiento de las relaciones ruso-estadounidenses, como una situación compleja y estructural, su paulatino aislamiento de la información de sus directores de agencias de inteligencia y seguridad, su guerra comercial con China y el ‘mundo’, así como la guerra a la migración que es la base de la poca economía real que sustenta la nación estadounidense, que hoy se expresa en la conmoción interna en Los Ángeles, California, así como la exhibición flagrante de su ambivalencia, su infantilismo, el maltrato a sus socios dentro del gobierno y a líderes mundiales, los ultimátum que suele mandar, incluso a Rusia en pleno restablecimiento de las relaciones, son algunos asuntos clave que contextualizan lo que decanta estas cuatro semanas de acontecimientos.

Por otra parte, encontramos la mesa de negociaciones ruso – ucraniana. (Dando clic en el subrayado azul puede encontrar más información y la conformación de las delegaciones negociadoras). A ella se llega por una presión de la administración Trump a Zelensky, tras varios choques, en verdad bochornosos y propios de oficios carnestoléndicos y hollywoodenses.

De la reunión dada en día 16 de mayo, surgió el intercambio de prisioneros en formato mil por mil. Por lo demás, cada parte esbozó sus propuestas para profundizar las negociaciones, donde Rusia pedía ahondar en causas estructurales y Ucrania afirmaba la petición de un alto al fuego de treinta días. Se hizo el intercambio, se programó segunda reunión para 1 de junio, arribando los ucranianos a Estambul el día siguiente. Reunión más corta, propuesta de intercambios de prisioneros, heridos graves y menores de 24 años. Rusia señaló estar dispuesta a entregar más de seis mil cadáveres de soldados ucranianos plenamente identificados y refrigerados. También propuso una tregua en la línea de contacto de tres días, en sus puntos más candentes, para retirar los cadáveres.

Aquí unas precisiones:

  1. Los comentarios de la delegación ucraniana y el presidente, ilegítimo, V. Zelensky han sido peyorativos, insultantes. Señalan mala calidad y perfil de la comitiva rusa.
  2. Antes de la segunda reunión del 2 de junio, Ucrania como instrumento beligerante de facto de la OTAN efectuó sendos ataques el 1ro de junio a una parte de la triada nuclear rusa, así como ataques terroristas a infraestructura y transporte civil en las regiones de Kursk y Briansk, adentrando armas en profundidad del territorio ruso hasta Siberia,
  3. Esto llevó al presidente Zelensky a decir luego de una reunión, que como se dijo era para el 1ro de junio y se dio el 2, que le informaron que la delegación rusa estuvo más tranquila y esperaba que en la próxima se comportaran como personas. [sic]
  4. Se efectuó intercambio de prisioneros, pero el propio Zelensky rechazó la tregua de tres días, y usando términos peyorativos hacia Putin una vez más y tampoco se envió personal a recoger los cuerpos de combatientes caídos ucranianos; esto se explica, porque sí necesita recuperar soldados que reincorporará en el frente, pero no necesita cadáveres para reconocer indemnizaciones a las familias de los caídos. La tregua de tres días tendría el mismo efecto: más cuerpos qué legalizar para indemnizar más familias.
  5. Además de los seis mil a entregar, de los cuales 1300 reposan en contenedores sin ser recogidos a la fecha de escritura de este artículo, existen cuarenta mil más en idénticas situación en poder de los rusos. Entonces, si Ucrania o mejor, Zelensky y sus jefes neonazis de Azov reciben uno o 1300 o 6000, deberán recibir 40 mil más. Según la página web Legado de Valor que maneja seguros y recaudos a favor de soldados y combatientes a favor de ucrania:Los familiares de un ser querido fallecido pueden recibir una indemnización mínima de 15 millones de UAH, equivalente a aproximadamente de 367,200 USD, dividida equitativamente entre los beneficiarios correspondientes”. Esto implica que Ucrania, que ha entrado en default, por impago de 670 millones de dólares de sus valores vinculados al PIB con vencimiento el 2 de junio de 2025, debería pagar por 46 mil fallecidos, 16.891.200.000 USD.
  6. La impavidez, la tranquilidad de la comitiva rusa, así como la reacción del gobierno ante un atentado que toca de facto la doctrina nuclear redefinida en noviembre – diciembre de 2024, desconcertó a la contraparte ucraniana, así como la europea y el deep state ¿Cómo más provocar a Putin?
  7. Respecto a Trump y sus declaraciones sobre ignorar lo que pasó en los aeródromos que albergan bombarderos nucleares en Rusia: Por un lado, los ucranianos señalaron que esa operación se planificó desde hace dieciocho meses, lo que implica que había suficiente información al respecto, entonces ¿cómo fue el empalme entre administraciones entrante y saliente? Es imposible que no lo supieran, aunque hay estructuras profundas en la CIA que actúan más allá de algunos mandos. Por otro, cuando Joseph Biden dijo que el Nord Stream 2 podía dejar de existir y que tenían los medios los Estados Unidos para cumplir ello, tras suceder la voladura como promesa cumplida, todos, incluido Seymour Hersh, señaló a Biden y a EE.UU. como autores. Donald Trump dijo hace unos días que si no fuera por él muchas cosas desagradables (malas) pasarían a Rusia y casi diez días luego ocurrieron los sucesos ya señalados. ¿Por qué lo que aplicó para Biden no aplica en Trump?
  8. Trump es un presidente estadounidense más. Falso, emotivo, narcisista y excepcionalista, pero además precario en habilidades cognitivas, un negacionista emotivo de la realidad y de su rol como comandante en jefe de una potencia. Si bajo la premisa de, ‘no es mi guerra’ cada mandatario asumiera el poder, no como jefe de Estado, ¿dónde quedaría la gestión estatal? Es la guerra de Trump, pues es el presidente de EE.UU. y seguro Rusia debe saber que no va a negociar con Trump, ni su presidencia le dará garantías de nada. Debe firmar Rusia con el deep state, estadounidense y europeo. No con una presidencia republicana.
  9. Está claro, al menos para mí, siguiendo los acontecimientos y autoridades que beben de fuentes directas, así como abiertas, que no habrá paz mediante acuerdo sino por capitulación, rendición o sometimiento por derrota de Ucrania en el campo de batalla; que la mesa de negociación fue dada por el poder de EE.UU. de poner a rusos y ucranianos para ver cuál se paraba primero y cuál le permite obrar como espada de Damocles; que los ataques en la profundidad territorial de Rusia son un error grave de la inteligencia rusa y que ello sería impensable en la Unión Soviética; lo que explica un relajamiento peligroso del sistema ruso de seguridad, consciente de estar rodeado de enemigos y que además se está llegando al final de una primera fase de la guerra intra clasista de élites globales, de contradicciones no antagónicas y lejos está de terminar el conflicto esencial: la lucha entre la multipolaridad y la unipolaridad, donde Ucrania es un proxy para acabar con Rusia, camino a rodear y confrontar a China.

El Sistema Putin, sepulturero de Occidente

El tiempo mental de largo aliento, proyectado como acciones que encajan y se desencajan, sin perder el objetivo, parece ser el método de V. V. Putin. En una entrevista efectuada por el cineasta Oliver Stone, al menos en tres ocasiones V. Putin habla de periodos de 25, 50 o 100 años. No es el propósito hacer una biografía del presidente ruso, pero cuando quiso ser agente de la KGB se presentó directamente y le dijeron que la KGB lo llamaría, si era elegible, que le sugerían estudiar derecho, estudio que V. Putin efectuó en San Petersburgo. Tenga presente el lector que el judo le ha dado al presidente Putin una enseñanza que él mismo reconoce aplicar en política. No oponer resistencia cuando presionan tu cuerpo y seguir el movimiento de esa presión hasta que pierde energía y hacer presión cuando ya la resistencia ha pasado. Señalo así unas ideas centrales.

  1. Hay que comprender a Putin, tras dos décadas y media en el poder, no como un hombre, sino como una institución, un creador de sistema, de una doctrina que le encarna a sí mismo. El Putin que sepulta a occidente, lo es porque occidente está muerto. Obsérvese que no es Putin el asesino de occidente, sino el sepulturero. Para ello creó, acuñó un sistema de política exterior que comprendía a occidente y entre fallos y aciertos se ajustaba.
  2. Vladimir Davidov, escribe en 2014 un artículo titulado La política exterior de Moscú. Estrategias globales en tiempos de turbulencia. Allí se aprecia una doctrina formada por anillos de proximidad geográfica y de influencia donde el derecho internacional, la igualdad y reciprocidad entre Estados le es fundamental a la Federación de Rusia y se articula mediante organizaciones que obran como foros de diversa tesitura: ONU, G8, BRICS, -en ciernes- Asia Pacífico, EE.UU. etc. En el área cercana a sus fronteras, Rusia el autor señala la tragedia que para V. Putin expresó la desintegración de la URSS y que como consecuencia entregó guerras étnico-políticas y etno-confesionales. A ello se suma las dos dirigencias de política exterior de la post – URSS, que regalaron el país ante casi el bochorno de los propios saqueadores, sus nombres, Shevardnadze y posteriormente Kozyrev. Un Yeltsin que vendió el Estado, fue reemplazado por un V. Putin nacionalista, soberanista enemigo del Estado mínimo. Para Davidov, Putin retoma la idea de “movilizar todas las fuerzas disponibles y actuar de manera concentrada” del canciller Alexkandr Gorchakov, de 1870 y lo convierte en su doctrina interior para establecer contacto con el mundo, la que a su vez es transmitida a su canciller hasta el día de hoy, Serguéi Víktorovich Lavrov. Finalmente, el artículo aporta la relación abierta a más regiones que Europa, particularmente América Latina y el Caribe y hoy se puede decir al mundo y a África, también desde el componente militar PMC Wagner así como tecnología nuclear y petroquímica.
  3. Aunque aprecio una fase en la maduración de Putin pro occidental, nunca tuvo una ingenuidad total respecto a tal conjunción político-cultural y étnica, y que fue confirmada como una negación desde los sucesos ocurridos en Ucrania en 2014. De alguna manera ya desde la disolución de la URSS había indicios de una geopolítica anti rusa. Despertar al nuevo siglo, o al fin del siglo corto XX como diría Eric Hobsbawm, como si hubiese en realidad muerto la historia, como si hubiera sucumbido el socialismo, no era una posibilidad para una nación con casi mil años de antigüedad.
  4. Varios son los momentos de inflexión que aleccionaron a Putin: la negativa del gobierno Clinton a permitir el ingreso de Rusia a la OTAN; la creciente ampliación de la OTAN durante todos los mandatos presidenciales estadounidenses desde G. Bush hijo; la conferencia de Múnich de 2007, donde V. Putin señaló las líneas rojas ideológicas, económicas y políticas de índole expansionista de EE.UU.; la decisión de ampliar OTAN a Georgia y Ucrania; el levantamiento de Mikheil Saakashvili en Georgia en 2008; el constante sometimiento a sanciones aún luego del periodo soviético y su acrecentamiento desde 2014 con la adhesión voluntaria de Crimea a Rusia; tras el inicio de la Operación Militar Especial OME; el acrecentamiento de las sanciones económicas, políticas, culturales y deportivas que marginaron a Rusia del área europea y su órbita de injerencia, incluidos países de América Latina como Colombia, Paraguay, Argentina, Chile entre otros que se mantienen al margen; la constante hostilidad criminal, sin duda terrorista de la OTAN mediante Ucrania, a población civil en áreas recreativas o de mercados abiertos e infraestructura no militar; atentados a centrales nucleares en poder de Rusia y población civil aledaña; finalmente, frente a la doctrina nuclear rusa, ésta no se ha tomado por parte de occidente como una muestra de pausa no beligerante, sino como oportunidad para castigar y tentar las líneas rojas rusas. Esto ha implicado un atentado a radares de alerta temprana nuclear, aviones TU-95 en Crimea y la más reciente a aeródromos adentrados en Rusia. Esto llevó en los últimos días a señalar el gobierno ruso que iniciará la construcción de sistemas de ataque de alcance intermedio, moratoria que como buena voluntad había mantenido Rusia. en ese sentido, el otro año se debe renovar el tratado New Start, pero son pesimistas los analistas acerca de la renovación por parte de Rusia, ante los atentados a su triada nuclear. Tampoco se descarta el ataque de drones ucranianos a un helicóptero donde viajó Putin a Kursk.
  5. Ante todo, el comportamiento de Putin ha sido el largo aliento, la OME de desgaste, no pretendiendo territorio sino destrucción sistemática del enemigo, lo que implica la derrota militar de la OTAN y la desnazificación y desmilitarización de Ucrania. Lo que V. Putin comprende es que Europa en cifras, así como EE.UU. y sus élites por inercia están en bancarrota y necesitan de lo que Schumpeter denominó la ‘destrucción creativa’. Destruir mediante la guerra vendiendo armas y reconstruyendo en la postguerra.
  6. John Helmer, en entrevista del programa Dialogue Works, del pasado 28 de mayo, señalaba que la reacción de Vladímir Putin ante la falta de credibilidad y la ambivalencia de Donald Trump, puso como condición definitiva el retiro del apoyo militar, económico y de ISR (vigilancia – inteligencia – reconocimiento) a Ucrania. Ahora bien, en similar sentido, Alastair Crooke, en entrevista con Judge Andrew Napolitano, señaló que la llamada entre Putin y Trump, posterior al atentado a la triada nuclear rusa, sólo pretendió confrontar la capacidad de mentir, una vez más, del presidente Trump. Putin no le insultó, no le hizo sentir mal, no lastimó el ego de Trump. Se quedó con algo que todos saben, al menos es una certeza en la inteligencia rusa y analistas como Alastair: Trump sabía de los atentados, pero no podía hacer nada, ni le interesaba.
  7. De esta forma, la declaración rusa nunca habló de atentado a una parte de la triada nuclear, sino que se centró en los ataques terroristas a población e infraestructura civil. Trump sólo señaló que al hablar con Putin éste le dijo que no iba a ser bonita la retaliación rusa; dejando las manos libres a Rusia de la forma en la que obrará y como se ha visto hasta ahora no ha amenazado a Rusia.
  8. En este sentido Putin sabe que el presidente estadounidense está solo y tiene escaso poder. Que deberá demostrar liderazgo ante la amenaza del senador Lindsey Graham de poner más aranceles a Rusia del 500% y vetar el acuerdo con Irán.
  9. La paciencia y el juego de largo aliento ponen así a Rusia y a Putin con las manos libres para obrar sobre Ucrania, como se ha visto desde el 3 de junio, con bombardeos a profundidad sobre objetivos inéditos que actúan en concordancia con los avances en el frente. Lo que, en lo personal, sin ser analista militar, explica que la doctrina rusa en cabeza de Putin, relega las iniciativas militares a las derivas políticas y geopolíticas para obrar dentro de un marco de legalidad demostrable, como es la acción terrorista. De tal forma, Rusia no negociará más que el intercambio de prisioneros con Ucrania y exhibirá a la misma ante la comunidad internacional y la propia población ucraniana, a la cúpula neonazi de Zelensky como desalmada ante la negativa de la recuperación de soldados caídos.
  10. Así, Putin no hizo caso a la provocación sustantiva de occidente al tocar sus líneas rojas. Se reserva el derecho a responder cuando desee y no cuando el enemigo lo espere y tenga planificada la absorción del golpe. Putin mantiene la iniciativa, deja que la fuerza del golpe pase, el enemigo se desgaste y desespere y actúa bajo la figura de ‘retaliación’ que en mi visión sólo es la continuidad de los objetivos militares de la OME ahora con manos sueltas para una fase de mayor profundidad, pues la guerra no parará en una mesa de diálogo sino en la derrota de Ucrania en el campo de batalla y con Odessa y el Mar Negro saludando a Catalina la Grande.
  11. Para que lo anterior suceda, Putin señaló al gobierno ucraniano de terrorista y Rusia no negocia con terroristas. EE.UU. no ha demostrado poder controlar a la esfinge, al monstruo que creó, ni a la Unión Europea. Rusia ahora ataca búnkeres, centros diplomáticos ingleses en suelo ucraniano, tropas francesas en Odessa, plataformas petroleras en el Mar Negro de Ucrania, avanza sobre Dniepropetrovsk y sobre la región de Suni, colindante con Kursk y aún se reserva una retaliación ejemplificante o como llama John Helmer, el ‘momento Oréshnik’.
  12. En términos económicos, a los países bálticos se les quitó la posibilidad de transitar sus camiones de carga por suelo ruso y la mercancía debe trasladarse a camiones rusos. Rusia no abrirá espacio a los europeos para regresar al mercado y no devolverá capital fijo ni infraestructura a quienes abandonaron. Si me lo preguntan, Europa no volverá a comprar gas barato ruso o por lo menos no al mismo precio. Sería darles en el chance de reindustrializar, incluso su sector militar.
  13. Vladímir V. Putin, ostenta el poder de mando y la credibilidad en su población que no tiene ningún líder en el mundo, salvo Xi Jinping, Kim Jong-un o algún jeque árabe. Al menos esto no pasa a EE.UU. ni a Europa. Las elecciones en Alemania así lo demuestran. El robo impuesto en Rumanía para acomodar un candidato pro europeo lo asevera. Putin no ha necesitado el gatillo nuclear, no sólo gracias a la alta tecnología rusa que es suficiente para interpelar de manera real y crítica con la OTAN, al punto de tenerla derrotada, sino por la concepción de una política exterior multidimensional, estratégica, lectora de las realidades subyacentes y adyacentes, así como subrepticias. Seguro, puede pensarse, como lo piensa Paul Krugman o el ex embajador indio M.K Bhadrakumar, que la continua tolerancia en la violación de las líneas rojas de una potencia nuclear estimula la impunidad y tenta la osadía de los idiotas; por lo cual, una respuesta adecuada en derecho legítimo es una obligación con el equilibro de poder y la estabilidad global.
  14.  V. Putin ha logrado crear un equipo consistente, sólido de alto nivel en todos los frentes, seguramente no sin errores y no sin castigos adecuados. Su diplomacia es de primera, sin igual en el mundo salvo casos como los de Irán y China. Sus equipos se han consolidado y las variaciones son estratégicas, pero su gabinete es casi el mismo y acuña gran experiencia al lado de un líder, Putin, durante 25 años. Sergei Lavrov es reconocido como el mejor canciller del mundo, incluso en intelectuales occidentales y éste señaló como vimos, que ahora son las tropas las que lideran otra suerte de diplomacia ante la renuencia de tratos en una mesa en Estambul. El propio San Petersburgo, donde reside la élite más pro europea de Rusia, le ha empezado a comprender al ver la osadía grosera de occidente. La población rusa le apoya. No ha salido a pedir más sangre o venganza, pese a tragedias como la del Crocus City Hall, una masacre que se llevó más de 170 almas rusas.
  15. Occidente, Europa, Estados Unidos y su eje japonés, australiano, canadiense, surcoreano y sus periferias, están muertas. El capitalismo en el que han jugado desde una dominación hegemónica centrada en EE.UU. y bloques como G7, OTAN o AUKUS e instituciones supranacionales como OMC, BM y FMI, están perdiendo ante un regreso de la centralidad comercial, demográfica, ética y cultural a Oriente y Eurasia.
  16. El sistema o la doctrina Putin, de la que se deberá empezar a escribir, constituye un ‘complex’ de diversas capas, acuñado tras 25 años de mandato, con la intermitencia del periodo de Dmitry Medvedev. Pero la misma sólo va librando la primera parte de la guerra. La doctrina Putin aún debe derrotar de facto a la OTAN y a Occidente y lograr más allá de las tareas sobre Ucrania, la firma de una nueva arquitectura de seguridad europea y global.

Por lo pronto, Occidente ya murió, tiene su sepulturero y esperamos la fecha y hora de su funeral.

El Sistema Putin: sepulturero de Occidente

Occidente ya murió, tiene su sepulturero y esperamos la fecha y hora de su funeral.

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…colegas míos de Stanford, como ese personaje Mike Mcfall, que siempre está hablando de deshacerse de Putin. El señor debería pensar en lo que podría pasar en su lugar si se deshiciera de Putin, quién pudiera remplazarle. Y esta es la mentalidad de los responsables políticos estadounidenses. Hablan y hablan y hablan. Demonizan a este tipo [V. Putin] que no tiene por qué caerme bien, no creo que Putin deba ser el señor simpatía, pero es un Metternich moderno, (Canciller memorable de Austria, Clemente de Metternich 1773 – 1859) es un estratega brillante…

Theodore Postol. En entrevista con Glenn Diesen. 6 de junio de 2025.

Inicio mi argumentación para explicar a V. Putin como sepulturero de occidente, desde: a) que V. Zelensky y sus patrocinadores de Alemania, Reino Unido, Francia, Polonia y solapadamente el deep state estadounidense señalaran un ultimátum a Rusia y a Putin entre el 9 y 10 de mayo en el sentido de un alto al fuego de treinta días incondicional o redoblarían las sanciones, a lo que Vladímir Vladimirovich Putin lanzó la contraoferta: reunámonos ya sin condiciones en formato bilateral, Ucrania y Rusia en Estambul; hasta b) los comentarios del canciller ruso Sergei Lavrov, el día lunes 9 de junio pasado: Ahora nuestros mejores diplomáticos son, por supuesto, los combatientes en primera línea, en la línea de contacto”.

En tal sentido, ya se venían adelantando negociaciones con Estados Unidos como un extraño mediador; pues aunque es la parte más activa del conflicto desde el año 2004 como patrocinador de la ‘revolución naranja’ y luego como financiador del exitoso golpe de Estado de 2014, el Euromaidán, la nación norteamericana se reunía con ucranianos y rusos por separado, nombrando como negociador al inversor inmobiliario Steve Witkoff.

Preámbulo: ubicando la coyuntura

Pese al escepticismo ruso ante lo que la administración Trump pudiera ofrecer de diferente a la administración Biden, poco a poco el Kremlin reconoció que era escuchado y se comprendían las razones objetivas del conflicto en Ucrania. Esta confianza permitió llamadas telefónicas entre las partes rusa y estadounidense, así como reuniones de alto nivel entre cancilleres y agregados económicos. En este sentido, las charlas bilaterales iban más allá de hablar sobre el fin del conflicto eslavo entre rusos y ucranianos, promovido por occidente, a reestablecer los canales de comunicación entre las dos potencias nucleares. Y un paso más allá, como necesidad rusa: comprender que el conflicto ucraniano es el escenario para un acuerdo entre potencias sobre una nueva arquitectura de seguridad en Europa y el mundo. El 11 de marzo de 2025, el canciller Lavrov se reunión con el presidente de la OSDE e invitó a ratificar acuerdos de Estambul y Astaná, en el sentido de “recuperar el principio de indivisibilidad y seguridad” que consiste en que ninguna nación puede privilegiar su seguridad en detrimento de otras naciones.

Pero reunirse con EE.UU. va más allá. Necesita que la habilidad y el liderazgo de Donald Trump pueda encarrilar a Europa, al Complejo Militar Industrial, CMI, así como al parlamento estadounidense y exigir subordinación y obediencia de V. Zelensky y Ucrania.

La impaciencia de Donald Trump, su incapacidad para reconocer el problema y el enfriamiento de las relaciones ruso-estadounidenses, como una situación compleja y estructural, su paulatino aislamiento de la información de sus directores de agencias de inteligencia y seguridad, su guerra comercial con China y el ‘mundo’, así como la guerra a la migración que es la base de la poca economía real que sustenta la nación estadounidense, que hoy se expresa en la conmoción interna en Los Ángeles, California, así como la exhibición flagrante de su ambivalencia, su infantilismo, el maltrato a sus socios dentro del gobierno y a líderes mundiales, los ultimátum que suele mandar, incluso a Rusia en pleno restablecimiento de las relaciones, son algunos asuntos clave que contextualizan lo que decanta estas cuatro semanas de acontecimientos.

Por otra parte, encontramos la mesa de negociaciones ruso – ucraniana. (Dando clic en el subrayado azul puede encontrar más información y la conformación de las delegaciones negociadoras). A ella se llega por una presión de la administración Trump a Zelensky, tras varios choques, en verdad bochornosos y propios de oficios carnestoléndicos y hollywoodenses.

De la reunión dada en día 16 de mayo, surgió el intercambio de prisioneros en formato mil por mil. Por lo demás, cada parte esbozó sus propuestas para profundizar las negociaciones, donde Rusia pedía ahondar en causas estructurales y Ucrania afirmaba la petición de un alto al fuego de treinta días. Se hizo el intercambio, se programó segunda reunión para 1 de junio, arribando los ucranianos a Estambul el día siguiente. Reunión más corta, propuesta de intercambios de prisioneros, heridos graves y menores de 24 años. Rusia señaló estar dispuesta a entregar más de seis mil cadáveres de soldados ucranianos plenamente identificados y refrigerados. También propuso una tregua en la línea de contacto de tres días, en sus puntos más candentes, para retirar los cadáveres.

Aquí unas precisiones:

  1. Los comentarios de la delegación ucraniana y el presidente, ilegítimo, V. Zelensky han sido peyorativos, insultantes. Señalan mala calidad y perfil de la comitiva rusa.
  2. Antes de la segunda reunión del 2 de junio, Ucrania como instrumento beligerante de facto de la OTAN efectuó sendos ataques el 1ro de junio a una parte de la triada nuclear rusa, así como ataques terroristas a infraestructura y transporte civil en las regiones de Kursk y Briansk, adentrando armas en profundidad del territorio ruso hasta Siberia,
  3. Esto llevó al presidente Zelensky a decir luego de una reunión, que como se dijo era para el 1ro de junio y se dio el 2, que le informaron que la delegación rusa estuvo más tranquila y esperaba que en la próxima se comportaran como personas. [sic]
  4. Se efectuó intercambio de prisioneros, pero el propio Zelensky rechazó la tregua de tres días, y usando términos peyorativos hacia Putin una vez más y tampoco se envió personal a recoger los cuerpos de combatientes caídos ucranianos; esto se explica, porque sí necesita recuperar soldados que reincorporará en el frente, pero no necesita cadáveres para reconocer indemnizaciones a las familias de los caídos. La tregua de tres días tendría el mismo efecto: más cuerpos qué legalizar para indemnizar más familias.
  5. Además de los seis mil a entregar, de los cuales 1300 reposan en contenedores sin ser recogidos a la fecha de escritura de este artículo, existen cuarenta mil más en idénticas situación en poder de los rusos. Entonces, si Ucrania o mejor, Zelensky y sus jefes neonazis de Azov reciben uno o 1300 o 6000, deberán recibir 40 mil más. Según la página web Legado de Valor que maneja seguros y recaudos a favor de soldados y combatientes a favor de ucrania:Los familiares de un ser querido fallecido pueden recibir una indemnización mínima de 15 millones de UAH, equivalente a aproximadamente de 367,200 USD, dividida equitativamente entre los beneficiarios correspondientes”. Esto implica que Ucrania, que ha entrado en default, por impago de 670 millones de dólares de sus valores vinculados al PIB con vencimiento el 2 de junio de 2025, debería pagar por 46 mil fallecidos, 16.891.200.000 USD.
  6. La impavidez, la tranquilidad de la comitiva rusa, así como la reacción del gobierno ante un atentado que toca de facto la doctrina nuclear redefinida en noviembre – diciembre de 2024, desconcertó a la contraparte ucraniana, así como la europea y el deep state ¿Cómo más provocar a Putin?
  7. Respecto a Trump y sus declaraciones sobre ignorar lo que pasó en los aeródromos que albergan bombarderos nucleares en Rusia: Por un lado, los ucranianos señalaron que esa operación se planificó desde hace dieciocho meses, lo que implica que había suficiente información al respecto, entonces ¿cómo fue el empalme entre administraciones entrante y saliente? Es imposible que no lo supieran, aunque hay estructuras profundas en la CIA que actúan más allá de algunos mandos. Por otro, cuando Joseph Biden dijo que el Nord Stream 2 podía dejar de existir y que tenían los medios los Estados Unidos para cumplir ello, tras suceder la voladura como promesa cumplida, todos, incluido Seymour Hersh, señaló a Biden y a EE.UU. como autores. Donald Trump dijo hace unos días que si no fuera por él muchas cosas desagradables (malas) pasarían a Rusia y casi diez días luego ocurrieron los sucesos ya señalados. ¿Por qué lo que aplicó para Biden no aplica en Trump?
  8. Trump es un presidente estadounidense más. Falso, emotivo, narcisista y excepcionalista, pero además precario en habilidades cognitivas, un negacionista emotivo de la realidad y de su rol como comandante en jefe de una potencia. Si bajo la premisa de, ‘no es mi guerra’ cada mandatario asumiera el poder, no como jefe de Estado, ¿dónde quedaría la gestión estatal? Es la guerra de Trump, pues es el presidente de EE.UU. y seguro Rusia debe saber que no va a negociar con Trump, ni su presidencia le dará garantías de nada. Debe firmar Rusia con el deep state, estadounidense y europeo. No con una presidencia republicana.
  9. Está claro, al menos para mí, siguiendo los acontecimientos y autoridades que beben de fuentes directas, así como abiertas, que no habrá paz mediante acuerdo sino por capitulación, rendición o sometimiento por derrota de Ucrania en el campo de batalla; que la mesa de negociación fue dada por el poder de EE.UU. de poner a rusos y ucranianos para ver cuál se paraba primero y cuál le permite obrar como espada de Damocles; que los ataques en la profundidad territorial de Rusia son un error grave de la inteligencia rusa y que ello sería impensable en la Unión Soviética; lo que explica un relajamiento peligroso del sistema ruso de seguridad, consciente de estar rodeado de enemigos y que además se está llegando al final de una primera fase de la guerra intra clasista de élites globales, de contradicciones no antagónicas y lejos está de terminar el conflicto esencial: la lucha entre la multipolaridad y la unipolaridad, donde Ucrania es un proxy para acabar con Rusia, camino a rodear y confrontar a China.

El Sistema Putin, sepulturero de Occidente

El tiempo mental de largo aliento, proyectado como acciones que encajan y se desencajan, sin perder el objetivo, parece ser el método de V. V. Putin. En una entrevista efectuada por el cineasta Oliver Stone, al menos en tres ocasiones V. Putin habla de periodos de 25, 50 o 100 años. No es el propósito hacer una biografía del presidente ruso, pero cuando quiso ser agente de la KGB se presentó directamente y le dijeron que la KGB lo llamaría, si era elegible, que le sugerían estudiar derecho, estudio que V. Putin efectuó en San Petersburgo. Tenga presente el lector que el judo le ha dado al presidente Putin una enseñanza que él mismo reconoce aplicar en política. No oponer resistencia cuando presionan tu cuerpo y seguir el movimiento de esa presión hasta que pierde energía y hacer presión cuando ya la resistencia ha pasado. Señalo así unas ideas centrales.

  1. Hay que comprender a Putin, tras dos décadas y media en el poder, no como un hombre, sino como una institución, un creador de sistema, de una doctrina que le encarna a sí mismo. El Putin que sepulta a occidente, lo es porque occidente está muerto. Obsérvese que no es Putin el asesino de occidente, sino el sepulturero. Para ello creó, acuñó un sistema de política exterior que comprendía a occidente y entre fallos y aciertos se ajustaba.
  2. Vladimir Davidov, escribe en 2014 un artículo titulado La política exterior de Moscú. Estrategias globales en tiempos de turbulencia. Allí se aprecia una doctrina formada por anillos de proximidad geográfica y de influencia donde el derecho internacional, la igualdad y reciprocidad entre Estados le es fundamental a la Federación de Rusia y se articula mediante organizaciones que obran como foros de diversa tesitura: ONU, G8, BRICS, -en ciernes- Asia Pacífico, EE.UU. etc. En el área cercana a sus fronteras, Rusia el autor señala la tragedia que para V. Putin expresó la desintegración de la URSS y que como consecuencia entregó guerras étnico-políticas y etno-confesionales. A ello se suma las dos dirigencias de política exterior de la post – URSS, que regalaron el país ante casi el bochorno de los propios saqueadores, sus nombres, Shevardnadze y posteriormente Kozyrev. Un Yeltsin que vendió el Estado, fue reemplazado por un V. Putin nacionalista, soberanista enemigo del Estado mínimo. Para Davidov, Putin retoma la idea de “movilizar todas las fuerzas disponibles y actuar de manera concentrada” del canciller Alexkandr Gorchakov, de 1870 y lo convierte en su doctrina interior para establecer contacto con el mundo, la que a su vez es transmitida a su canciller hasta el día de hoy, Serguéi Víktorovich Lavrov. Finalmente, el artículo aporta la relación abierta a más regiones que Europa, particularmente América Latina y el Caribe y hoy se puede decir al mundo y a África, también desde el componente militar PMC Wagner así como tecnología nuclear y petroquímica.
  3. Aunque aprecio una fase en la maduración de Putin pro occidental, nunca tuvo una ingenuidad total respecto a tal conjunción político-cultural y étnica, y que fue confirmada como una negación desde los sucesos ocurridos en Ucrania en 2014. De alguna manera ya desde la disolución de la URSS había indicios de una geopolítica anti rusa. Despertar al nuevo siglo, o al fin del siglo corto XX como diría Eric Hobsbawm, como si hubiese en realidad muerto la historia, como si hubiera sucumbido el socialismo, no era una posibilidad para una nación con casi mil años de antigüedad.
  4. Varios son los momentos de inflexión que aleccionaron a Putin: la negativa del gobierno Clinton a permitir el ingreso de Rusia a la OTAN; la creciente ampliación de la OTAN durante todos los mandatos presidenciales estadounidenses desde G. Bush hijo; la conferencia de Múnich de 2007, donde V. Putin señaló las líneas rojas ideológicas, económicas y políticas de índole expansionista de EE.UU.; la decisión de ampliar OTAN a Georgia y Ucrania; el levantamiento de Mikheil Saakashvili en Georgia en 2008; el constante sometimiento a sanciones aún luego del periodo soviético y su acrecentamiento desde 2014 con la adhesión voluntaria de Crimea a Rusia; tras el inicio de la Operación Militar Especial OME; el acrecentamiento de las sanciones económicas, políticas, culturales y deportivas que marginaron a Rusia del área europea y su órbita de injerencia, incluidos países de América Latina como Colombia, Paraguay, Argentina, Chile entre otros que se mantienen al margen; la constante hostilidad criminal, sin duda terrorista de la OTAN mediante Ucrania, a población civil en áreas recreativas o de mercados abiertos e infraestructura no militar; atentados a centrales nucleares en poder de Rusia y población civil aledaña; finalmente, frente a la doctrina nuclear rusa, ésta no se ha tomado por parte de occidente como una muestra de pausa no beligerante, sino como oportunidad para castigar y tentar las líneas rojas rusas. Esto ha implicado un atentado a radares de alerta temprana nuclear, aviones TU-95 en Crimea y la más reciente a aeródromos adentrados en Rusia. Esto llevó en los últimos días a señalar el gobierno ruso que iniciará la construcción de sistemas de ataque de alcance intermedio, moratoria que como buena voluntad había mantenido Rusia. en ese sentido, el otro año se debe renovar el tratado New Start, pero son pesimistas los analistas acerca de la renovación por parte de Rusia, ante los atentados a su triada nuclear. Tampoco se descarta el ataque de drones ucranianos a un helicóptero donde viajó Putin a Kursk.
  5. Ante todo, el comportamiento de Putin ha sido el largo aliento, la OME de desgaste, no pretendiendo territorio sino destrucción sistemática del enemigo, lo que implica la derrota militar de la OTAN y la desnazificación y desmilitarización de Ucrania. Lo que V. Putin comprende es que Europa en cifras, así como EE.UU. y sus élites por inercia están en bancarrota y necesitan de lo que Schumpeter denominó la ‘destrucción creativa’. Destruir mediante la guerra vendiendo armas y reconstruyendo en la postguerra.
  6. John Helmer, en entrevista del programa Dialogue Works, del pasado 28 de mayo, señalaba que la reacción de Vladímir Putin ante la falta de credibilidad y la ambivalencia de Donald Trump, puso como condición definitiva el retiro del apoyo militar, económico y de ISR (vigilancia – inteligencia – reconocimiento) a Ucrania. Ahora bien, en similar sentido, Alastair Crooke, en entrevista con Judge Andrew Napolitano, señaló que la llamada entre Putin y Trump, posterior al atentado a la triada nuclear rusa, sólo pretendió confrontar la capacidad de mentir, una vez más, del presidente Trump. Putin no le insultó, no le hizo sentir mal, no lastimó el ego de Trump. Se quedó con algo que todos saben, al menos es una certeza en la inteligencia rusa y analistas como Alastair: Trump sabía de los atentados, pero no podía hacer nada, ni le interesaba.
  7. De esta forma, la declaración rusa nunca habló de atentado a una parte de la triada nuclear, sino que se centró en los ataques terroristas a población e infraestructura civil. Trump sólo señaló que al hablar con Putin éste le dijo que no iba a ser bonita la retaliación rusa; dejando las manos libres a Rusia de la forma en la que obrará y como se ha visto hasta ahora no ha amenazado a Rusia.
  8. En este sentido Putin sabe que el presidente estadounidense está solo y tiene escaso poder. Que deberá demostrar liderazgo ante la amenaza del senador Lindsey Graham de poner más aranceles a Rusia del 500% y vetar el acuerdo con Irán.
  9. La paciencia y el juego de largo aliento ponen así a Rusia y a Putin con las manos libres para obrar sobre Ucrania, como se ha visto desde el 3 de junio, con bombardeos a profundidad sobre objetivos inéditos que actúan en concordancia con los avances en el frente. Lo que, en lo personal, sin ser analista militar, explica que la doctrina rusa en cabeza de Putin, relega las iniciativas militares a las derivas políticas y geopolíticas para obrar dentro de un marco de legalidad demostrable, como es la acción terrorista. De tal forma, Rusia no negociará más que el intercambio de prisioneros con Ucrania y exhibirá a la misma ante la comunidad internacional y la propia población ucraniana, a la cúpula neonazi de Zelensky como desalmada ante la negativa de la recuperación de soldados caídos.
  10. Así, Putin no hizo caso a la provocación sustantiva de occidente al tocar sus líneas rojas. Se reserva el derecho a responder cuando desee y no cuando el enemigo lo espere y tenga planificada la absorción del golpe. Putin mantiene la iniciativa, deja que la fuerza del golpe pase, el enemigo se desgaste y desespere y actúa bajo la figura de ‘retaliación’ que en mi visión sólo es la continuidad de los objetivos militares de la OME ahora con manos sueltas para una fase de mayor profundidad, pues la guerra no parará en una mesa de diálogo sino en la derrota de Ucrania en el campo de batalla y con Odessa y el Mar Negro saludando a Catalina la Grande.
  11. Para que lo anterior suceda, Putin señaló al gobierno ucraniano de terrorista y Rusia no negocia con terroristas. EE.UU. no ha demostrado poder controlar a la esfinge, al monstruo que creó, ni a la Unión Europea. Rusia ahora ataca búnkeres, centros diplomáticos ingleses en suelo ucraniano, tropas francesas en Odessa, plataformas petroleras en el Mar Negro de Ucrania, avanza sobre Dniepropetrovsk y sobre la región de Suni, colindante con Kursk y aún se reserva una retaliación ejemplificante o como llama John Helmer, el ‘momento Oréshnik’.
  12. En términos económicos, a los países bálticos se les quitó la posibilidad de transitar sus camiones de carga por suelo ruso y la mercancía debe trasladarse a camiones rusos. Rusia no abrirá espacio a los europeos para regresar al mercado y no devolverá capital fijo ni infraestructura a quienes abandonaron. Si me lo preguntan, Europa no volverá a comprar gas barato ruso o por lo menos no al mismo precio. Sería darles en el chance de reindustrializar, incluso su sector militar.
  13. Vladímir V. Putin, ostenta el poder de mando y la credibilidad en su población que no tiene ningún líder en el mundo, salvo Xi Jinping, Kim Jong-un o algún jeque árabe. Al menos esto no pasa a EE.UU. ni a Europa. Las elecciones en Alemania así lo demuestran. El robo impuesto en Rumanía para acomodar un candidato pro europeo lo asevera. Putin no ha necesitado el gatillo nuclear, no sólo gracias a la alta tecnología rusa que es suficiente para interpelar de manera real y crítica con la OTAN, al punto de tenerla derrotada, sino por la concepción de una política exterior multidimensional, estratégica, lectora de las realidades subyacentes y adyacentes, así como subrepticias. Seguro, puede pensarse, como lo piensa Paul Krugman o el ex embajador indio M.K Bhadrakumar, que la continua tolerancia en la violación de las líneas rojas de una potencia nuclear estimula la impunidad y tenta la osadía de los idiotas; por lo cual, una respuesta adecuada en derecho legítimo es una obligación con el equilibro de poder y la estabilidad global.
  14.  V. Putin ha logrado crear un equipo consistente, sólido de alto nivel en todos los frentes, seguramente no sin errores y no sin castigos adecuados. Su diplomacia es de primera, sin igual en el mundo salvo casos como los de Irán y China. Sus equipos se han consolidado y las variaciones son estratégicas, pero su gabinete es casi el mismo y acuña gran experiencia al lado de un líder, Putin, durante 25 años. Sergei Lavrov es reconocido como el mejor canciller del mundo, incluso en intelectuales occidentales y éste señaló como vimos, que ahora son las tropas las que lideran otra suerte de diplomacia ante la renuencia de tratos en una mesa en Estambul. El propio San Petersburgo, donde reside la élite más pro europea de Rusia, le ha empezado a comprender al ver la osadía grosera de occidente. La población rusa le apoya. No ha salido a pedir más sangre o venganza, pese a tragedias como la del Crocus City Hall, una masacre que se llevó más de 170 almas rusas.
  15. Occidente, Europa, Estados Unidos y su eje japonés, australiano, canadiense, surcoreano y sus periferias, están muertas. El capitalismo en el que han jugado desde una dominación hegemónica centrada en EE.UU. y bloques como G7, OTAN o AUKUS e instituciones supranacionales como OMC, BM y FMI, están perdiendo ante un regreso de la centralidad comercial, demográfica, ética y cultural a Oriente y Eurasia.
  16. El sistema o la doctrina Putin, de la que se deberá empezar a escribir, constituye un ‘complex’ de diversas capas, acuñado tras 25 años de mandato, con la intermitencia del periodo de Dmitry Medvedev. Pero la misma sólo va librando la primera parte de la guerra. La doctrina Putin aún debe derrotar de facto a la OTAN y a Occidente y lograr más allá de las tareas sobre Ucrania, la firma de una nueva arquitectura de seguridad europea y global.

Por lo pronto, Occidente ya murió, tiene su sepulturero y esperamos la fecha y hora de su funeral.

Occidente ya murió, tiene su sepulturero y esperamos la fecha y hora de su funeral.

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…colegas míos de Stanford, como ese personaje Mike Mcfall, que siempre está hablando de deshacerse de Putin. El señor debería pensar en lo que podría pasar en su lugar si se deshiciera de Putin, quién pudiera remplazarle. Y esta es la mentalidad de los responsables políticos estadounidenses. Hablan y hablan y hablan. Demonizan a este tipo [V. Putin] que no tiene por qué caerme bien, no creo que Putin deba ser el señor simpatía, pero es un Metternich moderno, (Canciller memorable de Austria, Clemente de Metternich 1773 – 1859) es un estratega brillante…

Theodore Postol. En entrevista con Glenn Diesen. 6 de junio de 2025.

Inicio mi argumentación para explicar a V. Putin como sepulturero de occidente, desde: a) que V. Zelensky y sus patrocinadores de Alemania, Reino Unido, Francia, Polonia y solapadamente el deep state estadounidense señalaran un ultimátum a Rusia y a Putin entre el 9 y 10 de mayo en el sentido de un alto al fuego de treinta días incondicional o redoblarían las sanciones, a lo que Vladímir Vladimirovich Putin lanzó la contraoferta: reunámonos ya sin condiciones en formato bilateral, Ucrania y Rusia en Estambul; hasta b) los comentarios del canciller ruso Sergei Lavrov, el día lunes 9 de junio pasado: Ahora nuestros mejores diplomáticos son, por supuesto, los combatientes en primera línea, en la línea de contacto”.

En tal sentido, ya se venían adelantando negociaciones con Estados Unidos como un extraño mediador; pues aunque es la parte más activa del conflicto desde el año 2004 como patrocinador de la ‘revolución naranja’ y luego como financiador del exitoso golpe de Estado de 2014, el Euromaidán, la nación norteamericana se reunía con ucranianos y rusos por separado, nombrando como negociador al inversor inmobiliario Steve Witkoff.

Preámbulo: ubicando la coyuntura

Pese al escepticismo ruso ante lo que la administración Trump pudiera ofrecer de diferente a la administración Biden, poco a poco el Kremlin reconoció que era escuchado y se comprendían las razones objetivas del conflicto en Ucrania. Esta confianza permitió llamadas telefónicas entre las partes rusa y estadounidense, así como reuniones de alto nivel entre cancilleres y agregados económicos. En este sentido, las charlas bilaterales iban más allá de hablar sobre el fin del conflicto eslavo entre rusos y ucranianos, promovido por occidente, a reestablecer los canales de comunicación entre las dos potencias nucleares. Y un paso más allá, como necesidad rusa: comprender que el conflicto ucraniano es el escenario para un acuerdo entre potencias sobre una nueva arquitectura de seguridad en Europa y el mundo. El 11 de marzo de 2025, el canciller Lavrov se reunión con el presidente de la OSDE e invitó a ratificar acuerdos de Estambul y Astaná, en el sentido de “recuperar el principio de indivisibilidad y seguridad” que consiste en que ninguna nación puede privilegiar su seguridad en detrimento de otras naciones.

Pero reunirse con EE.UU. va más allá. Necesita que la habilidad y el liderazgo de Donald Trump pueda encarrilar a Europa, al Complejo Militar Industrial, CMI, así como al parlamento estadounidense y exigir subordinación y obediencia de V. Zelensky y Ucrania.

La impaciencia de Donald Trump, su incapacidad para reconocer el problema y el enfriamiento de las relaciones ruso-estadounidenses, como una situación compleja y estructural, su paulatino aislamiento de la información de sus directores de agencias de inteligencia y seguridad, su guerra comercial con China y el ‘mundo’, así como la guerra a la migración que es la base de la poca economía real que sustenta la nación estadounidense, que hoy se expresa en la conmoción interna en Los Ángeles, California, así como la exhibición flagrante de su ambivalencia, su infantilismo, el maltrato a sus socios dentro del gobierno y a líderes mundiales, los ultimátum que suele mandar, incluso a Rusia en pleno restablecimiento de las relaciones, son algunos asuntos clave que contextualizan lo que decanta estas cuatro semanas de acontecimientos.

Por otra parte, encontramos la mesa de negociaciones ruso – ucraniana. (Dando clic en el subrayado azul puede encontrar más información y la conformación de las delegaciones negociadoras). A ella se llega por una presión de la administración Trump a Zelensky, tras varios choques, en verdad bochornosos y propios de oficios carnestoléndicos y hollywoodenses.

De la reunión dada en día 16 de mayo, surgió el intercambio de prisioneros en formato mil por mil. Por lo demás, cada parte esbozó sus propuestas para profundizar las negociaciones, donde Rusia pedía ahondar en causas estructurales y Ucrania afirmaba la petición de un alto al fuego de treinta días. Se hizo el intercambio, se programó segunda reunión para 1 de junio, arribando los ucranianos a Estambul el día siguiente. Reunión más corta, propuesta de intercambios de prisioneros, heridos graves y menores de 24 años. Rusia señaló estar dispuesta a entregar más de seis mil cadáveres de soldados ucranianos plenamente identificados y refrigerados. También propuso una tregua en la línea de contacto de tres días, en sus puntos más candentes, para retirar los cadáveres.

Aquí unas precisiones:

  1. Los comentarios de la delegación ucraniana y el presidente, ilegítimo, V. Zelensky han sido peyorativos, insultantes. Señalan mala calidad y perfil de la comitiva rusa.
  2. Antes de la segunda reunión del 2 de junio, Ucrania como instrumento beligerante de facto de la OTAN efectuó sendos ataques el 1ro de junio a una parte de la triada nuclear rusa, así como ataques terroristas a infraestructura y transporte civil en las regiones de Kursk y Briansk, adentrando armas en profundidad del territorio ruso hasta Siberia,
  3. Esto llevó al presidente Zelensky a decir luego de una reunión, que como se dijo era para el 1ro de junio y se dio el 2, que le informaron que la delegación rusa estuvo más tranquila y esperaba que en la próxima se comportaran como personas. [sic]
  4. Se efectuó intercambio de prisioneros, pero el propio Zelensky rechazó la tregua de tres días, y usando términos peyorativos hacia Putin una vez más y tampoco se envió personal a recoger los cuerpos de combatientes caídos ucranianos; esto se explica, porque sí necesita recuperar soldados que reincorporará en el frente, pero no necesita cadáveres para reconocer indemnizaciones a las familias de los caídos. La tregua de tres días tendría el mismo efecto: más cuerpos qué legalizar para indemnizar más familias.
  5. Además de los seis mil a entregar, de los cuales 1300 reposan en contenedores sin ser recogidos a la fecha de escritura de este artículo, existen cuarenta mil más en idénticas situación en poder de los rusos. Entonces, si Ucrania o mejor, Zelensky y sus jefes neonazis de Azov reciben uno o 1300 o 6000, deberán recibir 40 mil más. Según la página web Legado de Valor que maneja seguros y recaudos a favor de soldados y combatientes a favor de ucrania:Los familiares de un ser querido fallecido pueden recibir una indemnización mínima de 15 millones de UAH, equivalente a aproximadamente de 367,200 USD, dividida equitativamente entre los beneficiarios correspondientes”. Esto implica que Ucrania, que ha entrado en default, por impago de 670 millones de dólares de sus valores vinculados al PIB con vencimiento el 2 de junio de 2025, debería pagar por 46 mil fallecidos, 16.891.200.000 USD.
  6. La impavidez, la tranquilidad de la comitiva rusa, así como la reacción del gobierno ante un atentado que toca de facto la doctrina nuclear redefinida en noviembre – diciembre de 2024, desconcertó a la contraparte ucraniana, así como la europea y el deep state ¿Cómo más provocar a Putin?
  7. Respecto a Trump y sus declaraciones sobre ignorar lo que pasó en los aeródromos que albergan bombarderos nucleares en Rusia: Por un lado, los ucranianos señalaron que esa operación se planificó desde hace dieciocho meses, lo que implica que había suficiente información al respecto, entonces ¿cómo fue el empalme entre administraciones entrante y saliente? Es imposible que no lo supieran, aunque hay estructuras profundas en la CIA que actúan más allá de algunos mandos. Por otro, cuando Joseph Biden dijo que el Nord Stream 2 podía dejar de existir y que tenían los medios los Estados Unidos para cumplir ello, tras suceder la voladura como promesa cumplida, todos, incluido Seymour Hersh, señaló a Biden y a EE.UU. como autores. Donald Trump dijo hace unos días que si no fuera por él muchas cosas desagradables (malas) pasarían a Rusia y casi diez días luego ocurrieron los sucesos ya señalados. ¿Por qué lo que aplicó para Biden no aplica en Trump?
  8. Trump es un presidente estadounidense más. Falso, emotivo, narcisista y excepcionalista, pero además precario en habilidades cognitivas, un negacionista emotivo de la realidad y de su rol como comandante en jefe de una potencia. Si bajo la premisa de, ‘no es mi guerra’ cada mandatario asumiera el poder, no como jefe de Estado, ¿dónde quedaría la gestión estatal? Es la guerra de Trump, pues es el presidente de EE.UU. y seguro Rusia debe saber que no va a negociar con Trump, ni su presidencia le dará garantías de nada. Debe firmar Rusia con el deep state, estadounidense y europeo. No con una presidencia republicana.
  9. Está claro, al menos para mí, siguiendo los acontecimientos y autoridades que beben de fuentes directas, así como abiertas, que no habrá paz mediante acuerdo sino por capitulación, rendición o sometimiento por derrota de Ucrania en el campo de batalla; que la mesa de negociación fue dada por el poder de EE.UU. de poner a rusos y ucranianos para ver cuál se paraba primero y cuál le permite obrar como espada de Damocles; que los ataques en la profundidad territorial de Rusia son un error grave de la inteligencia rusa y que ello sería impensable en la Unión Soviética; lo que explica un relajamiento peligroso del sistema ruso de seguridad, consciente de estar rodeado de enemigos y que además se está llegando al final de una primera fase de la guerra intra clasista de élites globales, de contradicciones no antagónicas y lejos está de terminar el conflicto esencial: la lucha entre la multipolaridad y la unipolaridad, donde Ucrania es un proxy para acabar con Rusia, camino a rodear y confrontar a China.

El Sistema Putin, sepulturero de Occidente

El tiempo mental de largo aliento, proyectado como acciones que encajan y se desencajan, sin perder el objetivo, parece ser el método de V. V. Putin. En una entrevista efectuada por el cineasta Oliver Stone, al menos en tres ocasiones V. Putin habla de periodos de 25, 50 o 100 años. No es el propósito hacer una biografía del presidente ruso, pero cuando quiso ser agente de la KGB se presentó directamente y le dijeron que la KGB lo llamaría, si era elegible, que le sugerían estudiar derecho, estudio que V. Putin efectuó en San Petersburgo. Tenga presente el lector que el judo le ha dado al presidente Putin una enseñanza que él mismo reconoce aplicar en política. No oponer resistencia cuando presionan tu cuerpo y seguir el movimiento de esa presión hasta que pierde energía y hacer presión cuando ya la resistencia ha pasado. Señalo así unas ideas centrales.

  1. Hay que comprender a Putin, tras dos décadas y media en el poder, no como un hombre, sino como una institución, un creador de sistema, de una doctrina que le encarna a sí mismo. El Putin que sepulta a occidente, lo es porque occidente está muerto. Obsérvese que no es Putin el asesino de occidente, sino el sepulturero. Para ello creó, acuñó un sistema de política exterior que comprendía a occidente y entre fallos y aciertos se ajustaba.
  2. Vladimir Davidov, escribe en 2014 un artículo titulado La política exterior de Moscú. Estrategias globales en tiempos de turbulencia. Allí se aprecia una doctrina formada por anillos de proximidad geográfica y de influencia donde el derecho internacional, la igualdad y reciprocidad entre Estados le es fundamental a la Federación de Rusia y se articula mediante organizaciones que obran como foros de diversa tesitura: ONU, G8, BRICS, -en ciernes- Asia Pacífico, EE.UU. etc. En el área cercana a sus fronteras, Rusia el autor señala la tragedia que para V. Putin expresó la desintegración de la URSS y que como consecuencia entregó guerras étnico-políticas y etno-confesionales. A ello se suma las dos dirigencias de política exterior de la post – URSS, que regalaron el país ante casi el bochorno de los propios saqueadores, sus nombres, Shevardnadze y posteriormente Kozyrev. Un Yeltsin que vendió el Estado, fue reemplazado por un V. Putin nacionalista, soberanista enemigo del Estado mínimo. Para Davidov, Putin retoma la idea de “movilizar todas las fuerzas disponibles y actuar de manera concentrada” del canciller Alexkandr Gorchakov, de 1870 y lo convierte en su doctrina interior para establecer contacto con el mundo, la que a su vez es transmitida a su canciller hasta el día de hoy, Serguéi Víktorovich Lavrov. Finalmente, el artículo aporta la relación abierta a más regiones que Europa, particularmente América Latina y el Caribe y hoy se puede decir al mundo y a África, también desde el componente militar PMC Wagner así como tecnología nuclear y petroquímica.
  3. Aunque aprecio una fase en la maduración de Putin pro occidental, nunca tuvo una ingenuidad total respecto a tal conjunción político-cultural y étnica, y que fue confirmada como una negación desde los sucesos ocurridos en Ucrania en 2014. De alguna manera ya desde la disolución de la URSS había indicios de una geopolítica anti rusa. Despertar al nuevo siglo, o al fin del siglo corto XX como diría Eric Hobsbawm, como si hubiese en realidad muerto la historia, como si hubiera sucumbido el socialismo, no era una posibilidad para una nación con casi mil años de antigüedad.
  4. Varios son los momentos de inflexión que aleccionaron a Putin: la negativa del gobierno Clinton a permitir el ingreso de Rusia a la OTAN; la creciente ampliación de la OTAN durante todos los mandatos presidenciales estadounidenses desde G. Bush hijo; la conferencia de Múnich de 2007, donde V. Putin señaló las líneas rojas ideológicas, económicas y políticas de índole expansionista de EE.UU.; la decisión de ampliar OTAN a Georgia y Ucrania; el levantamiento de Mikheil Saakashvili en Georgia en 2008; el constante sometimiento a sanciones aún luego del periodo soviético y su acrecentamiento desde 2014 con la adhesión voluntaria de Crimea a Rusia; tras el inicio de la Operación Militar Especial OME; el acrecentamiento de las sanciones económicas, políticas, culturales y deportivas que marginaron a Rusia del área europea y su órbita de injerencia, incluidos países de América Latina como Colombia, Paraguay, Argentina, Chile entre otros que se mantienen al margen; la constante hostilidad criminal, sin duda terrorista de la OTAN mediante Ucrania, a población civil en áreas recreativas o de mercados abiertos e infraestructura no militar; atentados a centrales nucleares en poder de Rusia y población civil aledaña; finalmente, frente a la doctrina nuclear rusa, ésta no se ha tomado por parte de occidente como una muestra de pausa no beligerante, sino como oportunidad para castigar y tentar las líneas rojas rusas. Esto ha implicado un atentado a radares de alerta temprana nuclear, aviones TU-95 en Crimea y la más reciente a aeródromos adentrados en Rusia. Esto llevó en los últimos días a señalar el gobierno ruso que iniciará la construcción de sistemas de ataque de alcance intermedio, moratoria que como buena voluntad había mantenido Rusia. en ese sentido, el otro año se debe renovar el tratado New Start, pero son pesimistas los analistas acerca de la renovación por parte de Rusia, ante los atentados a su triada nuclear. Tampoco se descarta el ataque de drones ucranianos a un helicóptero donde viajó Putin a Kursk.
  5. Ante todo, el comportamiento de Putin ha sido el largo aliento, la OME de desgaste, no pretendiendo territorio sino destrucción sistemática del enemigo, lo que implica la derrota militar de la OTAN y la desnazificación y desmilitarización de Ucrania. Lo que V. Putin comprende es que Europa en cifras, así como EE.UU. y sus élites por inercia están en bancarrota y necesitan de lo que Schumpeter denominó la ‘destrucción creativa’. Destruir mediante la guerra vendiendo armas y reconstruyendo en la postguerra.
  6. John Helmer, en entrevista del programa Dialogue Works, del pasado 28 de mayo, señalaba que la reacción de Vladímir Putin ante la falta de credibilidad y la ambivalencia de Donald Trump, puso como condición definitiva el retiro del apoyo militar, económico y de ISR (vigilancia – inteligencia – reconocimiento) a Ucrania. Ahora bien, en similar sentido, Alastair Crooke, en entrevista con Judge Andrew Napolitano, señaló que la llamada entre Putin y Trump, posterior al atentado a la triada nuclear rusa, sólo pretendió confrontar la capacidad de mentir, una vez más, del presidente Trump. Putin no le insultó, no le hizo sentir mal, no lastimó el ego de Trump. Se quedó con algo que todos saben, al menos es una certeza en la inteligencia rusa y analistas como Alastair: Trump sabía de los atentados, pero no podía hacer nada, ni le interesaba.
  7. De esta forma, la declaración rusa nunca habló de atentado a una parte de la triada nuclear, sino que se centró en los ataques terroristas a población e infraestructura civil. Trump sólo señaló que al hablar con Putin éste le dijo que no iba a ser bonita la retaliación rusa; dejando las manos libres a Rusia de la forma en la que obrará y como se ha visto hasta ahora no ha amenazado a Rusia.
  8. En este sentido Putin sabe que el presidente estadounidense está solo y tiene escaso poder. Que deberá demostrar liderazgo ante la amenaza del senador Lindsey Graham de poner más aranceles a Rusia del 500% y vetar el acuerdo con Irán.
  9. La paciencia y el juego de largo aliento ponen así a Rusia y a Putin con las manos libres para obrar sobre Ucrania, como se ha visto desde el 3 de junio, con bombardeos a profundidad sobre objetivos inéditos que actúan en concordancia con los avances en el frente. Lo que, en lo personal, sin ser analista militar, explica que la doctrina rusa en cabeza de Putin, relega las iniciativas militares a las derivas políticas y geopolíticas para obrar dentro de un marco de legalidad demostrable, como es la acción terrorista. De tal forma, Rusia no negociará más que el intercambio de prisioneros con Ucrania y exhibirá a la misma ante la comunidad internacional y la propia población ucraniana, a la cúpula neonazi de Zelensky como desalmada ante la negativa de la recuperación de soldados caídos.
  10. Así, Putin no hizo caso a la provocación sustantiva de occidente al tocar sus líneas rojas. Se reserva el derecho a responder cuando desee y no cuando el enemigo lo espere y tenga planificada la absorción del golpe. Putin mantiene la iniciativa, deja que la fuerza del golpe pase, el enemigo se desgaste y desespere y actúa bajo la figura de ‘retaliación’ que en mi visión sólo es la continuidad de los objetivos militares de la OME ahora con manos sueltas para una fase de mayor profundidad, pues la guerra no parará en una mesa de diálogo sino en la derrota de Ucrania en el campo de batalla y con Odessa y el Mar Negro saludando a Catalina la Grande.
  11. Para que lo anterior suceda, Putin señaló al gobierno ucraniano de terrorista y Rusia no negocia con terroristas. EE.UU. no ha demostrado poder controlar a la esfinge, al monstruo que creó, ni a la Unión Europea. Rusia ahora ataca búnkeres, centros diplomáticos ingleses en suelo ucraniano, tropas francesas en Odessa, plataformas petroleras en el Mar Negro de Ucrania, avanza sobre Dniepropetrovsk y sobre la región de Suni, colindante con Kursk y aún se reserva una retaliación ejemplificante o como llama John Helmer, el ‘momento Oréshnik’.
  12. En términos económicos, a los países bálticos se les quitó la posibilidad de transitar sus camiones de carga por suelo ruso y la mercancía debe trasladarse a camiones rusos. Rusia no abrirá espacio a los europeos para regresar al mercado y no devolverá capital fijo ni infraestructura a quienes abandonaron. Si me lo preguntan, Europa no volverá a comprar gas barato ruso o por lo menos no al mismo precio. Sería darles en el chance de reindustrializar, incluso su sector militar.
  13. Vladímir V. Putin, ostenta el poder de mando y la credibilidad en su población que no tiene ningún líder en el mundo, salvo Xi Jinping, Kim Jong-un o algún jeque árabe. Al menos esto no pasa a EE.UU. ni a Europa. Las elecciones en Alemania así lo demuestran. El robo impuesto en Rumanía para acomodar un candidato pro europeo lo asevera. Putin no ha necesitado el gatillo nuclear, no sólo gracias a la alta tecnología rusa que es suficiente para interpelar de manera real y crítica con la OTAN, al punto de tenerla derrotada, sino por la concepción de una política exterior multidimensional, estratégica, lectora de las realidades subyacentes y adyacentes, así como subrepticias. Seguro, puede pensarse, como lo piensa Paul Krugman o el ex embajador indio M.K Bhadrakumar, que la continua tolerancia en la violación de las líneas rojas de una potencia nuclear estimula la impunidad y tenta la osadía de los idiotas; por lo cual, una respuesta adecuada en derecho legítimo es una obligación con el equilibro de poder y la estabilidad global.
  14.  V. Putin ha logrado crear un equipo consistente, sólido de alto nivel en todos los frentes, seguramente no sin errores y no sin castigos adecuados. Su diplomacia es de primera, sin igual en el mundo salvo casos como los de Irán y China. Sus equipos se han consolidado y las variaciones son estratégicas, pero su gabinete es casi el mismo y acuña gran experiencia al lado de un líder, Putin, durante 25 años. Sergei Lavrov es reconocido como el mejor canciller del mundo, incluso en intelectuales occidentales y éste señaló como vimos, que ahora son las tropas las que lideran otra suerte de diplomacia ante la renuencia de tratos en una mesa en Estambul. El propio San Petersburgo, donde reside la élite más pro europea de Rusia, le ha empezado a comprender al ver la osadía grosera de occidente. La población rusa le apoya. No ha salido a pedir más sangre o venganza, pese a tragedias como la del Crocus City Hall, una masacre que se llevó más de 170 almas rusas.
  15. Occidente, Europa, Estados Unidos y su eje japonés, australiano, canadiense, surcoreano y sus periferias, están muertas. El capitalismo en el que han jugado desde una dominación hegemónica centrada en EE.UU. y bloques como G7, OTAN o AUKUS e instituciones supranacionales como OMC, BM y FMI, están perdiendo ante un regreso de la centralidad comercial, demográfica, ética y cultural a Oriente y Eurasia.
  16. El sistema o la doctrina Putin, de la que se deberá empezar a escribir, constituye un ‘complex’ de diversas capas, acuñado tras 25 años de mandato, con la intermitencia del periodo de Dmitry Medvedev. Pero la misma sólo va librando la primera parte de la guerra. La doctrina Putin aún debe derrotar de facto a la OTAN y a Occidente y lograr más allá de las tareas sobre Ucrania, la firma de una nueva arquitectura de seguridad europea y global.

Por lo pronto, Occidente ya murió, tiene su sepulturero y esperamos la fecha y hora de su funeral.

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