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Jhosman Barbosa
August 5, 2025
© Photo: Public domain

Si en realidad no ha existido una paz global, pues siempre hay desequilibrios regionales, ¿Qué hace que una guerra sea mundial? ¿Por qué es importante tal delimitación?  ¿Cómo era vivir en paz antes de la gran guerra europea de 1914 a 1945?

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Escríbenos: info@strategic-culture.su

 «Por mí se va a la ciudad doliente,

por mí se va en el eterno dolor,

por mí se va con la perdida gente.

 La justicia movió a mi alto hacedor:

Hízome la divina potestad,

la suma sabiduría y el primer amor.

 Antes de mí ninguna cosa fue creada

sólo las eternas, y yo eternamente duro:

¡Perded toda esperanza los que entráis!»

 Estas palabras de color oscuro

vi escritas en el dintel de una puerta:

Y dije: Maestro, su sentido me es duro.

 Y él a mí, como persona atenta:

Es necesario aquí dejar todo recelo;

toda cobardía es necesario que aquí muera.

 Dante Alighieri. La divina comedia: el infierno: canto III. 1304 – 1321

Desde diciembre de 2021, antes del inicio de la operación militar especial rusa y en 2024 y 2025 he escrito sobre el desarrollo de la tercera guerra mundial y que se puede dirigir hacia una guerra total de tipo nuclear. Los títulos de tales análisis -que invito a leer- en orden de escritura son:

EE.UU. – OTAN vs Federación de Rusia: Entre contradicciones antagónicas y no antagónicas (parte 1) diciembre 16, 2021 y partes 2 y 3; ¿Habrá choque civilizatorio como choque militar en modo guerra global? mayo 1, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Cuáles serán las alianzas y los bloques? junio 5, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Es posible la neutralidad? junio 24, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Cómo se comportará América Latina y el Caribe? julio 28, 2024; 2022 – 2025: contexto y recuento del estado de la guerra en Ucrania febrero 25, 2025 y Apuntes de una guerra intra clasista: hacia una nueva arquitectura de diálogo y seguridad global febrero 27, 2025.

Últimamente varios analistas al ser consultados sobre si la Tercera Guerra Mundial ya llegó, señalan que sí, que estamos ahí. Bueno, esta certeza, quizá prematura, me acompaña hace tiempo. Lo que se avista interesante es cómo la sociedad en general, los medios de comunicación, los establecimientos de poder que controlan a éstos, así como los expertos evalúan una condición de guerra global. Es importante en mi concepto tener presente la forma e intensidad en la cual las grandes potencias chocan de manera indirecta en lo que se conoce como guerras proxy; nada nuevas como se puede apreciar en las guerras del siglo XX en Camboya, Corea, Vietnam, Afganistán, Nicaragua y Cuba.

Entonces, si en realidad no ha existido una paz global, pues siempre hay desequilibrios regionales, ¿qué hace que una guerra sea mundial? ¿por qué es importante tal delimitación?

¿cómo era vivir en paz antes de la gran guerra europea de 1914 a 1945? ¿se ha moldeado a nivel psicológico global y del imaginario social la sensación de aceptación o indiferencia inercial ante un estado latente de guerra? ¿en un mundo globalizado, consciente de las partes que le integran, la tendencia natural humana será la de guerra? ¿los palestinos, tras décadas de vejámenes pueden pensar en términos de paz, de vida en paz? ¿Colombia, los colombianos pueden pensar -tras más de 70 años en guerra de baja intensidad- en una cultura de paz, de vida en paz? ¿pueden las élites del complejo militar industrial estadounidense, nacido al final de la Segunda Guerra Mundial, pensar en un tipo de economía que no sea economía de guerra? ¿cuáles son las condiciones objetivas que se imponen o podrían imponer para cambiar estas percepciones?

Todas estas preguntas las dejo como sugestión a los lectores y evidentemente abordarlas en detalle implicaría más que el espacio de este artículo. Sin embargo, tocaré algunas para hilar esta reflexión, para mi caso suficientemente documentada, sobre lo que denomino como una vista de 360° de la guerra global actual. Es importante que el lector comprenda que todo acontecimiento de gran calado, como una guerra mundial, presenta centros, semi periferias y periferias; lo que implica niveles de impacto de la misma y diversos niveles. Para ello dispongo el siguiente gráfico, desde donde explicaré la tesis 360°.

Dispuesto como un Diagrama de Venn, el gran ovalo expresa la totalidad, la globalidad geográfica que presenta en color café: Transición de la hegemonía occidental hacia una multipolaridad basada en la tripolaridad China – Rusia – USA, Fin de la unipolaridad y Guerras convencionales a nivel global. Esto implica que para objetos de la explicación de 360° propuesto, esos son los tres grandes elementos, estructuras históricas y sucesos de considerable continuidad que están en desarrollo y tensión latente hoy y que, como denominaodores del conjunto universal contienen a los demás subconjuntos que se integrarán en adelante.

Así, lo han dicho varios expertos, como John Joseph Mearsheimer, de la Universidad de Chicago, o Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia y diplomáticos como el canciller ruso Serguéi Víktorovich Lavrov: la hegemonía de más de cuatrocientos años de Europa y occidente va llegando a su fin. Es claro que siempre habrá administradores del mundo, guías morales, económicos, políticos, tecnológicos, energéticos y en ese sentido el giro hacia la multipolaridad jalonada por BRICS+ está subordinada a una tripolaridad realista, la de China, Rusia y USA. Cada una de estas naciones con potencialidades y falencias que generan tanto tensión, como oportunidades de complementariedad. Al menos China y Rusia lo han comprendido ayudadas por la hostilidad estadounidense, que hizo elevar el nivel de sus relaciones binacionales.

Por esto, el otro hito estructural que se avista es el del fin de la unipolaridad. La sensación omnipotente de las élites y el pueblo estadounidenses que les hacía sentirse poderosos y obrar en consecuencia ya no es ni será.

Finalmente, el tercer elemento de esta totalidad concreta se constituye por las guerras convencionales a nivel global, dentro de las cuales debe tenerse presente la guerra contra las mafias, los cárteles y todas las operaciones que tales organizaciones multinacionales son capaces de ejecutar en colusión con élites y poderes de cuello blanco: narcotráfico, trata de personas, guerra híbrida tecnológica, migración, venta de órganos, prostitución, mercenarismo, pedofilia, mercado negro de diversos productos en forma de contrabando, control de rutas comerciales, control y saqueo de viaductos de combustibles y energéticos, entre otros. Curiosamente, Ucrania, uno de los países más corruptos del mundo -lo que no incomoda a los europeos que la invitan a ser parte de la UE- articula con más fuerza durante la actual guerra, todas estas formas de operar al margen de una economía blanca, legal.

Yendo de lo general a lo particular en la exposición del diagrama, ahora puede apreciar el lector tres subconjuntos, de izquierda a derecha: Guerra en Ucrania entre Rusia y la OTAN, Contención, subyugación o derrota de China y finalmente abajo, BRICS+ vs G7 y G20.

Esto aclara conceptualmente que la guerra no es entre Ucrania y Rusia. Es una guerra entre hermanos eslavos en territorio eslavo liderado por veintisiete países de la OTAN contra Rusia. lo dijo el Canciller Lavrov: esta guerra, a diferencia de la primera y la segunda guerra mundiales, las libra Rusia sola, sin aliados en el campo de batalla. Aunque claro está, omitió tal vez por un tecnicismo a Corea del Norte como aliado en el marco del tratado de cooperación militar firmado en 2024; país que tuvo tareas en la recuperación de la región rusa de Kursk. Es curioso que, en la Primera Guerra Mundial, o, mejor dicho, en la primera parte de la gran guerra europea que sucedió entre 1914 y 1945, participaron cerca de dieciocho naciones y en la segunda parte, entre diecinueve y treinta, a las que sumaron sus declaraciones de guerra de naciones países de la periferia por obligación de su papel vasallo en el escenario global, tales como los latinoamericanos o africanos.

Occidente en términos de aportes económicos y militares, está hasta la médula en la actual guerra contra Rusia. Mas no de tropas, porque Ucrania pondrá hasta el último hombre de 60 años o mujer con mayoría de edad a combatir, aunque sí aporta occidente y sus satélites mercenarios.

Entonces hay un tecnicismo no declarado en quien no ve una guerra global ya sucediendo. Porque también las naciones han tomado postura frente a la guerra no sólo militar sino económica; lo que deriva en la tercera variable que la tensión BRICS+ en relación con el G7 y el G20.

Como segunda premisa, se encuentra la iniciativa declarada pero no suficientemente clara en el establishment estadounidense, que es atacar económica, tecnológica, comercial y quizá militarmente a China. El propio John Joseph Mearsheimer, en entrevista con Glenn Diesen y con Tucker Carlson señaló que a él, como teórico realista y estadounidense no le interesa la guerra ya perdida en Ucrania, sino concentrarse en China como el verdadero competidor. La tonta insistencia de Donald Trump sobre que la guerra en Ucrania es la Guerra de Biden explica este desacuerdo en el procedimiento de lucha por el mantenimiento de la hegemonía entre las élites, en donde unas pensaban acabar con Rusia para dejar desarmada y rodeada a China, mientras otros creen que la opción es frontal en el Mar de China y con un apoyo decido a Taiwán.

Estos tres subconjuntos encuentran como interjección a la ideología, la economía, la innovación, la energía, las instituciones, el mercado y las guerras, como factores determinantes y contradicciones en desarrollo entre potencias. Si he señalado a la OTAN y lo que suma en naciones afiliadas y los actores prominentes comprometidos, esto implica que como siempre, hay unos centros y unas semi periferias y periferias que en la medida de su potencial de soberanía se suman de una manera u otra a cada sector central. Desarrollaré un poco cada elemento.

La Ideología. Como ya he referido en varios artículos, la dimensión ideológica ya no goza de un antagonismo como el vivido durante la guerra fría entre capitalismo y comunismo. El nivel ideológico ahora apela a ideas liberales, muchas abandonadas por el propio occidente bajo la arbitraria y oscura premisa de ‘orden basado en reglas’ y que el llamado ‘sur global’ o países emergentes jalonados por China, Rusia e India asumen como parte de su idea de mundo multilateral. Estos países creen que Naciones Unidas y su ideario sigue siendo vigente, que debe mantenerse como principio de diálogo y, por ende, toda la arquitectura post Breton Woods la consideran como parte de un orden equilibrado, pero que, al ser traicionada por sus gestores, los estadounidenses, les obligan a crear nuevas formas, como el formato BRICS con todos sus mecanismos y banca propia. Pero se respetaría a la OMC, sino castigara de manera unilateral EE.UU. con sanciones o aranceles a naciones. Esto se relaciona con los otros puntos de esta interjección del diagrama.

Es significativo comprender que las ideas más radicales del comunismo siguen vigentes y a veces van y vienen en la medida que el blandengue progresismo, la internacional progresista apoyan una tesis de más Estado que mercado, sin fuerza y negociando a la baja. Esto lo he abordado en un artículo dedicado a la arquitectura BRICS+. Mientras el sur global y los emergentes abogan por un ambivalente liberalismo, el sector hegemónico en declive potencia al Estado totalitario, al fascismo y lo reproduce como fórmula ‘libertaria’ en todo el mundo. Japón ya prendió las alertas y Europa y América Latina viven esta tendencia acrítica, dogmática y violenta que apela a un anticomunismo en ausencia del comunismo mismo y peor aún, sin comprender qué fue este sistema de ideas. Solo hay que ser valiente y oír a Agustín Lage, a Javier Milei o a Jair Bolsonaro para comprender el nivel cero de comprensión inversamente proporcional a la desinformación. Entre menos saben más desinforman. El nivel ideológico, como dije en los artículos citados de 2021, despliega una guerra intra clasista, intra élite, una guerra de contradicciones no antagónicas. No hay lucha de clases sino dentro de una sola clase, la dominante y global.

Así, sin un nivel ideológico marcadamente antagónico, pues se aprecia que China tiene un comunismo para sí; con lo cual la idea clave del internacionalismo y de la necesidad de masificar un sistema en la disputa contra el capitalismo dominante fue abandonada en pro de un pragmatismo que se rige desde un planteamiento cruel: nos interesa negociar contigo, pero si eres terrorista, si oprimes a tu población no nos interesa, porque nuestro nivel ideológico en tanto valores solo es consistente a nivel de las ‘líneas rojas internas’. Respetamos tu soberanía. Por esto negocian con un criminal como el presidente de Siria, Abu Mohammad al Jolani, líder del grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham un matón financiado por la CIA. Varios países lo hacen porque no hay línea ideológica ética. Hay necesidades, negocios e intereses. Esta es la forma en que se comprende la libertad de hacer de las naciones.

Por esto el nivel económico no se discute desde ‘cálculo económico’ o ‘sistema Liberman’ -economía planificada- a contrapelo de keynesianismo, o el neoliberalismo de Hayek -economía de mercado-. La disputa económica es por el desarrollo de un liberalismo amable, un capitalismo con rostro humano, o un post capitalismo con más capitalismo. Un capitalismo multipolar, en donde el mercado se libere, en donde la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, no llore porque China crece más, o ‘un exceso de capacidad industrial’ sugiriendo una tesis decreciente anti capitalista que EE.UU. nunca aplica ni aplicará. Efectivamente EE.UU. está perdiendo su liderazgo, detallado en el siguiente PIB nominal 2023:

Los 10 países con el PIB más alto (PPA) Datos de Banco mundial 2023

China: 34,64 billones de dólares

Estados Unidos: 27,36 billones de dólares

India: 14,53 billones de dólares

Rusia: 6,45 billones de dólares

Japón: 6,25 billones de dólares

Alemania: 5,85 billones de dólares

Brasil: 4,45 billones de dólares

Indonesia: 4,33 billones de dólares

Francia: 4,16 billones de dólares

Reino Unido: 4,02 billones de dólares

Y lo anterior es consistente con el nivel de innovación, cuando se aprecia el mismo periodo del PIB nominal, 2023.

Este componente es multifactorial. Implica la inversión en educación, el número de especialistas en cada rubro de ciencia, el número de doctores, la inversión en educación, el fomento a la innovación en entornos competitivos, pero eficientes, la arquitectura integrada de ciencia y empresa, entre otras. El lector puede ver los valores y el rezago de las naciones, particularmente de EE.UU. detrás de China, pero intentando seguir siendo el hegemón. Ahora, en el aspecto de innovación y desarrollo de fabricación, ensamblaje, prueba y distribución de semiconductores, el líder provisional NVIDIA de EE.UU., seguido por Broadcom, del mismo país y en tercer lugar la taiwanesa TSMC.

Y este es un punto neurálgico de la guerra a nivel general, pues el cambio de esta totalidad concreta, fin de la hegemonía occidental, está atravesada por estas variables de una revolución científico técnica que preocupa a personas del sector tecnológico o ámbitos cercanos, como se puede ver en el informe: Los líderes de semiconductores anticipan un sólido 2025 impulsado por la IA. Se espera que el crecimiento sea impulsado por la IA, pero el talento y la geopolítica siguen siendo motivo de preocupación. En el siguiente cuadro, de tal informe, titulado, ¿Qué tan preocupado está por el impacto de los siguientes asuntos geopolíticos en la industria y el ecosistema global de semiconductores durante los próximos dos años? se aprecian los tres elementos de mayor preocupación: Conflictos armados, Aranceles y acuerdos comerciales renegociados e importancia de Taiwán en la cadena de suministro, aunque los otros rubros no son menos interesantes. No es posible analizar la guerra actual en sus 360° sin ver la competencia tecnológica.

Se aborda ahora según la disposición del diagrama, al nivel de energía, que está estrechamente relacionado con el anterior nivel de innovación. Allí, la estrecha relación ruso – china se basa en la necesidad de energía barata por parte de China para su desarrollo en I.A. y en la industria, particularmente la industria robotizada de Dark Factories, capaz de trabajar con cero operarios humanos, a oscuras y 24/7. Rusia obtiene a cambio un socio seguro, aunque los precios pagados por la ‘bondadosa China’ no pierden de vista las dieciocho sanciones a Rusia, como condicionante de pago a la baja. Sin embargo, esto aun es un buen negocio para Rusia e incluso anda en marcha el gaseoducto Power Siberia 2, que cruzará por Mongolia.

Aquí se puede evocar los acuerdos comerciales entre EE.UU. y la UE acerca de los aranceles y los compromisos de compras de energéticos; triplicando el valor de las compras a EE.UU.; lo que implica más desindustrialización europea, transferencia de empresas a EE.UU. u otras latitudes, renunciando al gas natural ruso y a una esperanza de reparación y funcionamiento a mediano plazo del Nord Stream I y II, dispuesto con inversiones entre Rusia y la decadente Alemania.

También la energía se hace clave en el extraño pacto entre EE.UU. y Ucrania sobre tierras raras y demás reservas difíciles de explorar y que detallé en el artículo, El puerto de Odessa y la ‘rareza’ de las tierras raras ucranianas. Las reservas de litio a nivel global se tornan importantes para las nuevas industrias automovilísticas y aplicaciones en robotización y nanotecnología; estas reservas se encuentran por ahora en su mayoría en poder del sector BRICS+, China, Bolivia -además de México y el triángulo del litio que suma a Bolivia a Argentina y Chile- y algunas rusas propias e incorporadas al tomar zonas de litio en el Donbás, mediante la operación militar especial. Salvo éstas, es dudoso lo que pudo obtener EE.UU. en regiones más occidentales de Ucrania.

Finalmente, los niveles de mercado, instituciones y guerras pueden relacionarse sin mayor hondura con base en lo detallado hasta aquí. La guerra arancelaria, las sanciones unilaterales a varias naciones, muchas de vieja data como a Cuba e Irán o Corea del Norte, socaban cada vez más la estabilidad y la confianza en las instituciones que se fundaron en la década del 40 del siglo XX. Por esto, pese al extraño llamamiento de Lula, de Brasil, por integrar a los países del G20 a BRICS+, esto en mi concepto es insoluble, es agua y aceite. Las instituciones del G7-G20 son arcaicas y condenadas al desuso. La arquitectura BRICS+ derivará en una organización diplomática que por ende marque una ruta moral o ética a contrapelo de los G’s. La guerra se está manteniendo en términos de arquitectura institucional, una lenta transición en el descentramiento del poder.

El mercado y la economía están en el centro de la guerra global, pues recuérdese la cita de Janet Yellen sobre el potencial industrial chino. Si se suman: el dominio total de la cadena global de suministros por parte de China, su infraestructura de cargueros, su modificación de puertos de mayor calado, la velocidad de construcción de cargueros y su diferencial de precio de producción respecto a occidente, una automatización vertiginosa de la producción y cuando no, una mano de obra barata con la que no pueden competir ni estadounidenses ni europeos, entonces se comprende que la totalidad concreta, aquí propuesta, transición de la hegemonía occidental hacia la multipolaridad basada en China, Rusia y USA, es una realidad y es tan alarmante que sólo una guerra militar convencional o nuclear pueden definir el desenlace.

El realista John Joseph Mearsheimer entiende que nadie cederá y la guerra no se trata de si ocurre o no sino cuándo. No hay forma de contener a China, salvo mediante la fuerza militar. Pero ni siquiera Rusia pudo ser contenida militar ni económicamente, estando lejos de China como cuarta economía en el PIB PPA, como se vio. Sólo una guerra nuclear podría frenar el desarrollo de China. Estados Unidos es el único país que ha usado armas nucleares contra una nación y vencida. ¿lo volverá a hacer contra su gran competidor?

Finalmente, el diagrama de Venn propuesto se culmina integrando tres regiones geográficas que se avistan semi periféricas y periféricas: África, Oriente, Latinoamérica y el Caribe.

Además de ser regiones en donde se disputa poder político, dominación y modelo de gestión, es la zona en donde se encuentran recursos naturales importantes. Esto no es nada nuevo. Caerá el viejo sistema hegemónico occidental y el sur global, seguirá en condición de meretriz de las potencias, sin desarrollo de su potencial. Esto no es culpa solo del hambre voraz de la hegemonía occidental. El propio sur global, sus élites y pueblos que se han acostumbrado a que la elevación de su bienestar venga de alguna institución o nación o modelo ideológico, son también responsables. Se quedaron diciendo que el modelo de desarrollo impuesto no es el propio, lo que es cierto, pero no basta para trascender en una disputa eterna por la hegemonía o el respeto en las relaciones internacionales.

No es solo esto, como componente ideológico que signa esta región, hablo particularmente de Latinoamérica. Son también las guerras convencionales que no permiten a estas regiones pensarse más allá del caos controlado que le orquestó el ‘desarrollo occidental’. O sea, el desarrollo del centro industrial a costillas del subdesarrollo o atraso de las regiones periféricas. China no parece ayudar mucho a subsanar esto, debido a la ausencia de un internacionalismo auténtico. La discusión acerca de comunismo en un solo país, quedó resuelta para los chinos. No los culpo. El desarrollo del sur global es responsabilidad del sur global, de donde saco obviamente a China.

En este momento hay guerras de liberación en África. Expulsión de franceses, alemanes, italianos etc. y hay guerras crueles a la infancia en el Congo y Sudán. Somalia, Etiopía, Malí, Mozambique, Nigeria, Camerún, República Centroafricana y Libia se encuentran en guerras eclipsadas por la centralidad de la crueldad sionista israelí contra Palestina y por la guerra central entre Rusia y la OTAN. Burkina Faso, Malí, Níger, Chad, Senegal han expulsado a los franceses o están en vías de hacerlo. Esto de la mano del soporte militar de la PMC Wagner, de origen ruso, lo que acrecienta los odios y disputas de europeos hacia rusos.

En Oriente Medio hay conflictos y más que eso guerras de exterminio étnico religioso en Siria, Cisjordania, Líbano y Palestina, por cuenta de los genocidas israelíes y los terroristas en el poder en Siria, como ya se vio. Todo ello azuzado por Estados Unidos, Europa, Turquía y la indiferencia pragmática y estratégica de China. Cuando no, por la inoperatividad de Naciones Unidas y por ende de TODAS las naciones afiliadas a la misma, incluidas las que lideran el Consejo de Seguridad de la ONU. En Irak e Irán no hay estabilidad, no hay una paz vivida. Irak, adolece de una corrupción de gran escala, al punto de denunciarse el desfalco por venta de petróleo de 150.000 millones de dólares en 17 años desde 2003. Afganistán tiene incautados por EE.UU. 7.000 millones de dólares y apenas hace cinco años EE.UU. dejó al país en ruinas tras una larga estadía militar de veinte años y en manos de quienes pretendió sacar: los talibanes.

Si a esto se suma los pivotes que amaga abrir la línea militar de occidente, no sólo OTAN sino UE en vías de militarización y rearme particular, en el Cáucaso, Transnistria, Serbia, Azerbaiyán o Georgia, zonas en desarrollo de una paz frágil, así como los problemas en Cachemira, Birmania, Myanmar en Oriente Lejano, podemos observar un mundo en guerra, con paz relativa y cultivada en la costumbre de comprender la guerra como una regla y no como una excepción. La noción de paz o guerra es de sentir y concebir de manera local. Recuérdense las preguntas al inicio del artículo.

Si se aborda a la región latinoamericana, se puede entender en términos generales una sorda paz. Una región extremadamente violenta históricamente en el marco de guerras de exterminio y genocidio como hito fundacional de su hibridación cultural, guerras psicológicas, de terror, de acoso bajo la noción de ‘enemigo interno’, golpes de Estado, dictaduras, tortura, guerra contrainsurgente, pobreza estructural, atraso, Estado de Bienestar precario o inexistente, etc. todo esto a la sombra, particularmente en Colombia, de una guerra de baja intensidad y larga duración. En un documento que suelo citar con frecuencia, titulado Competencia y conflicto entre grandes potencias en América LatinaGreat-Power Competition and Conflict in Latin America– de Rand Corporation 2023, se aprecia en efecto la competencia de las tres potencias de la tripolaridad sugerida en la disputa por controlar o influir en la región.

Estas tres regiones enmarcadas dentro del sur global, se vinculan en calidad de periferias sin poder de decisión, sin capacidad de autodeterminación. Aunque es no menos cierto que la pérdida de poder real por parte de EE.UU., su necia persistencia en la omnipresencia, ha liberado un poco a la subregión para actuar con cierta autonomía, de la cual se derivó el fenómeno de los dos ciclos progresistas vividos desde 1998 a nuestros días.

Brasil, miembro fundador de BRICS, un gigante económico, pero que no se limitó a la exportación de materias primas, impulsó su Banca Nacional de Desarrollo, la BANDE y luego BANDES, despegando en varias industrias y completando con éxito toda la cadena de producción, como es el caso de EMBRAER, dedicada a la producción aeronáutica civil y militar y claro, el desarrollo de PETROBRAS. Pero ha tocado a su puerta la guerra comercial arancelaria de EE.UU. contra el mundo y contra sí misma. Veremos qué pasa con los aranceles del 50%.

En resumen, no es correcto pensar que una guerra mundial involucra a todas las partes de la misma manera. Lo correcto es comprender qué es lo que fundamentalmente está en juego en la larga coyuntura de la decadencia de la hegemonía occidental, ‘donde ésta no acaba de morir ni el nuevo mundo acaba de nacer’. Lo clave en el anterior ejercicio es apreciar desde lo general y dominante hasta lo particular y dependiente, periférico, cómo la actual guerra mundial en sus 360° nos involucra a todos. Los niveles de involucramiento dependen de cuestiones particulares en el marco del espacio particular que juegue tal o cual región o país.

Los tres subconjuntos se interceptan en siete niveles que en mi concepto los interpelan suficientemente en el marco de una guerra mundial, en tanto incentivos para el conflicto. Las tres regiones dispuestas al final encarnan su tragedia periférica que no se avista superable en el nuevo mundo multipolar, salvo que las mismas regiones asuman el reto por sí mismas de empeñarse en disputar con las potencias en estos siete niveles señalados que en el diagrama también les interpela.

Y la guerra es en si una palabra que evoca dolor. Es doloroso ver cada día información, leer documentos viejos y nuevos al respecto y confirmar que el dolor está presente más que en cualquier otro momento de la historia de los últimos 0chenta años. El dolor, la aflicción, la emotividad se expresan al investigar y escribir, en cifras. Cifras de pobreza, desnutrición, muerte, violación, corrupción, índice de Gini de desigualdad, demografía a la baja, suicidios al alza, deforestación, contaminación, genocidio, violencia multidimensional, tasa de escolaridad a la baja, ingreso a la educación superior, a la baja, etc. La guerra mundial puede ser tan sólo un asunto de percepción local. Espero sin embargo que esta caracterización le deje al lector la crudeza de estar viviendo un periodo de transición violento y mundial estructural.

El análisis de esta estructura de guerra en el marco de la transición y declive de la hegemonía, además de dolorosa es frustrante. Estoy sin poder de injerencia en manos de ilustrados prudentes tal vez en exceso, pero peor aún de excesivos osados y no hay nada más osado que la estupidez. Expertos como los aquí citados, sigo a varios intelectuales estadounidenses brillantes, no son consultados por sus gobiernos. En Europa tener una visión objetiva es considerada pro rusa o pro china, anti europea. Estamos en el peor de los mundos. Pero ese es el sentido de pensar las estructuras, sus cambios y continuidades, la revisión del proceso, una porción del sentido práctico de la existencia: atreverse a comprender.

Seguía el canto III de Dante:

 Hemos venido al lugar donde te dije

habías de ver la gente adolorida,

que ha perdido el bien del intelecto.

 Después su mano en la mía puso,

con rostro sonriente me reanimó,

y me introdujo adentro a las secretas cosas.

 Allí suspiros, llantos y grandes gritos

resonaban en el aire sin estrellas,

que me hicieron llorar no bien entré…

360° de la guerra global actual

Si en realidad no ha existido una paz global, pues siempre hay desequilibrios regionales, ¿Qué hace que una guerra sea mundial? ¿Por qué es importante tal delimitación?  ¿Cómo era vivir en paz antes de la gran guerra europea de 1914 a 1945?

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 «Por mí se va a la ciudad doliente,

por mí se va en el eterno dolor,

por mí se va con la perdida gente.

 La justicia movió a mi alto hacedor:

Hízome la divina potestad,

la suma sabiduría y el primer amor.

 Antes de mí ninguna cosa fue creada

sólo las eternas, y yo eternamente duro:

¡Perded toda esperanza los que entráis!»

 Estas palabras de color oscuro

vi escritas en el dintel de una puerta:

Y dije: Maestro, su sentido me es duro.

 Y él a mí, como persona atenta:

Es necesario aquí dejar todo recelo;

toda cobardía es necesario que aquí muera.

 Dante Alighieri. La divina comedia: el infierno: canto III. 1304 – 1321

Desde diciembre de 2021, antes del inicio de la operación militar especial rusa y en 2024 y 2025 he escrito sobre el desarrollo de la tercera guerra mundial y que se puede dirigir hacia una guerra total de tipo nuclear. Los títulos de tales análisis -que invito a leer- en orden de escritura son:

EE.UU. – OTAN vs Federación de Rusia: Entre contradicciones antagónicas y no antagónicas (parte 1) diciembre 16, 2021 y partes 2 y 3; ¿Habrá choque civilizatorio como choque militar en modo guerra global? mayo 1, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Cuáles serán las alianzas y los bloques? junio 5, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Es posible la neutralidad? junio 24, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Cómo se comportará América Latina y el Caribe? julio 28, 2024; 2022 – 2025: contexto y recuento del estado de la guerra en Ucrania febrero 25, 2025 y Apuntes de una guerra intra clasista: hacia una nueva arquitectura de diálogo y seguridad global febrero 27, 2025.

Últimamente varios analistas al ser consultados sobre si la Tercera Guerra Mundial ya llegó, señalan que sí, que estamos ahí. Bueno, esta certeza, quizá prematura, me acompaña hace tiempo. Lo que se avista interesante es cómo la sociedad en general, los medios de comunicación, los establecimientos de poder que controlan a éstos, así como los expertos evalúan una condición de guerra global. Es importante en mi concepto tener presente la forma e intensidad en la cual las grandes potencias chocan de manera indirecta en lo que se conoce como guerras proxy; nada nuevas como se puede apreciar en las guerras del siglo XX en Camboya, Corea, Vietnam, Afganistán, Nicaragua y Cuba.

Entonces, si en realidad no ha existido una paz global, pues siempre hay desequilibrios regionales, ¿qué hace que una guerra sea mundial? ¿por qué es importante tal delimitación?

¿cómo era vivir en paz antes de la gran guerra europea de 1914 a 1945? ¿se ha moldeado a nivel psicológico global y del imaginario social la sensación de aceptación o indiferencia inercial ante un estado latente de guerra? ¿en un mundo globalizado, consciente de las partes que le integran, la tendencia natural humana será la de guerra? ¿los palestinos, tras décadas de vejámenes pueden pensar en términos de paz, de vida en paz? ¿Colombia, los colombianos pueden pensar -tras más de 70 años en guerra de baja intensidad- en una cultura de paz, de vida en paz? ¿pueden las élites del complejo militar industrial estadounidense, nacido al final de la Segunda Guerra Mundial, pensar en un tipo de economía que no sea economía de guerra? ¿cuáles son las condiciones objetivas que se imponen o podrían imponer para cambiar estas percepciones?

Todas estas preguntas las dejo como sugestión a los lectores y evidentemente abordarlas en detalle implicaría más que el espacio de este artículo. Sin embargo, tocaré algunas para hilar esta reflexión, para mi caso suficientemente documentada, sobre lo que denomino como una vista de 360° de la guerra global actual. Es importante que el lector comprenda que todo acontecimiento de gran calado, como una guerra mundial, presenta centros, semi periferias y periferias; lo que implica niveles de impacto de la misma y diversos niveles. Para ello dispongo el siguiente gráfico, desde donde explicaré la tesis 360°.

Dispuesto como un Diagrama de Venn, el gran ovalo expresa la totalidad, la globalidad geográfica que presenta en color café: Transición de la hegemonía occidental hacia una multipolaridad basada en la tripolaridad China – Rusia – USA, Fin de la unipolaridad y Guerras convencionales a nivel global. Esto implica que para objetos de la explicación de 360° propuesto, esos son los tres grandes elementos, estructuras históricas y sucesos de considerable continuidad que están en desarrollo y tensión latente hoy y que, como denominaodores del conjunto universal contienen a los demás subconjuntos que se integrarán en adelante.

Así, lo han dicho varios expertos, como John Joseph Mearsheimer, de la Universidad de Chicago, o Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia y diplomáticos como el canciller ruso Serguéi Víktorovich Lavrov: la hegemonía de más de cuatrocientos años de Europa y occidente va llegando a su fin. Es claro que siempre habrá administradores del mundo, guías morales, económicos, políticos, tecnológicos, energéticos y en ese sentido el giro hacia la multipolaridad jalonada por BRICS+ está subordinada a una tripolaridad realista, la de China, Rusia y USA. Cada una de estas naciones con potencialidades y falencias que generan tanto tensión, como oportunidades de complementariedad. Al menos China y Rusia lo han comprendido ayudadas por la hostilidad estadounidense, que hizo elevar el nivel de sus relaciones binacionales.

Por esto, el otro hito estructural que se avista es el del fin de la unipolaridad. La sensación omnipotente de las élites y el pueblo estadounidenses que les hacía sentirse poderosos y obrar en consecuencia ya no es ni será.

Finalmente, el tercer elemento de esta totalidad concreta se constituye por las guerras convencionales a nivel global, dentro de las cuales debe tenerse presente la guerra contra las mafias, los cárteles y todas las operaciones que tales organizaciones multinacionales son capaces de ejecutar en colusión con élites y poderes de cuello blanco: narcotráfico, trata de personas, guerra híbrida tecnológica, migración, venta de órganos, prostitución, mercenarismo, pedofilia, mercado negro de diversos productos en forma de contrabando, control de rutas comerciales, control y saqueo de viaductos de combustibles y energéticos, entre otros. Curiosamente, Ucrania, uno de los países más corruptos del mundo -lo que no incomoda a los europeos que la invitan a ser parte de la UE- articula con más fuerza durante la actual guerra, todas estas formas de operar al margen de una economía blanca, legal.

Yendo de lo general a lo particular en la exposición del diagrama, ahora puede apreciar el lector tres subconjuntos, de izquierda a derecha: Guerra en Ucrania entre Rusia y la OTAN, Contención, subyugación o derrota de China y finalmente abajo, BRICS+ vs G7 y G20.

Esto aclara conceptualmente que la guerra no es entre Ucrania y Rusia. Es una guerra entre hermanos eslavos en territorio eslavo liderado por veintisiete países de la OTAN contra Rusia. lo dijo el Canciller Lavrov: esta guerra, a diferencia de la primera y la segunda guerra mundiales, las libra Rusia sola, sin aliados en el campo de batalla. Aunque claro está, omitió tal vez por un tecnicismo a Corea del Norte como aliado en el marco del tratado de cooperación militar firmado en 2024; país que tuvo tareas en la recuperación de la región rusa de Kursk. Es curioso que, en la Primera Guerra Mundial, o, mejor dicho, en la primera parte de la gran guerra europea que sucedió entre 1914 y 1945, participaron cerca de dieciocho naciones y en la segunda parte, entre diecinueve y treinta, a las que sumaron sus declaraciones de guerra de naciones países de la periferia por obligación de su papel vasallo en el escenario global, tales como los latinoamericanos o africanos.

Occidente en términos de aportes económicos y militares, está hasta la médula en la actual guerra contra Rusia. Mas no de tropas, porque Ucrania pondrá hasta el último hombre de 60 años o mujer con mayoría de edad a combatir, aunque sí aporta occidente y sus satélites mercenarios.

Entonces hay un tecnicismo no declarado en quien no ve una guerra global ya sucediendo. Porque también las naciones han tomado postura frente a la guerra no sólo militar sino económica; lo que deriva en la tercera variable que la tensión BRICS+ en relación con el G7 y el G20.

Como segunda premisa, se encuentra la iniciativa declarada pero no suficientemente clara en el establishment estadounidense, que es atacar económica, tecnológica, comercial y quizá militarmente a China. El propio John Joseph Mearsheimer, en entrevista con Glenn Diesen y con Tucker Carlson señaló que a él, como teórico realista y estadounidense no le interesa la guerra ya perdida en Ucrania, sino concentrarse en China como el verdadero competidor. La tonta insistencia de Donald Trump sobre que la guerra en Ucrania es la Guerra de Biden explica este desacuerdo en el procedimiento de lucha por el mantenimiento de la hegemonía entre las élites, en donde unas pensaban acabar con Rusia para dejar desarmada y rodeada a China, mientras otros creen que la opción es frontal en el Mar de China y con un apoyo decido a Taiwán.

Estos tres subconjuntos encuentran como interjección a la ideología, la economía, la innovación, la energía, las instituciones, el mercado y las guerras, como factores determinantes y contradicciones en desarrollo entre potencias. Si he señalado a la OTAN y lo que suma en naciones afiliadas y los actores prominentes comprometidos, esto implica que como siempre, hay unos centros y unas semi periferias y periferias que en la medida de su potencial de soberanía se suman de una manera u otra a cada sector central. Desarrollaré un poco cada elemento.

La Ideología. Como ya he referido en varios artículos, la dimensión ideológica ya no goza de un antagonismo como el vivido durante la guerra fría entre capitalismo y comunismo. El nivel ideológico ahora apela a ideas liberales, muchas abandonadas por el propio occidente bajo la arbitraria y oscura premisa de ‘orden basado en reglas’ y que el llamado ‘sur global’ o países emergentes jalonados por China, Rusia e India asumen como parte de su idea de mundo multilateral. Estos países creen que Naciones Unidas y su ideario sigue siendo vigente, que debe mantenerse como principio de diálogo y, por ende, toda la arquitectura post Breton Woods la consideran como parte de un orden equilibrado, pero que, al ser traicionada por sus gestores, los estadounidenses, les obligan a crear nuevas formas, como el formato BRICS con todos sus mecanismos y banca propia. Pero se respetaría a la OMC, sino castigara de manera unilateral EE.UU. con sanciones o aranceles a naciones. Esto se relaciona con los otros puntos de esta interjección del diagrama.

Es significativo comprender que las ideas más radicales del comunismo siguen vigentes y a veces van y vienen en la medida que el blandengue progresismo, la internacional progresista apoyan una tesis de más Estado que mercado, sin fuerza y negociando a la baja. Esto lo he abordado en un artículo dedicado a la arquitectura BRICS+. Mientras el sur global y los emergentes abogan por un ambivalente liberalismo, el sector hegemónico en declive potencia al Estado totalitario, al fascismo y lo reproduce como fórmula ‘libertaria’ en todo el mundo. Japón ya prendió las alertas y Europa y América Latina viven esta tendencia acrítica, dogmática y violenta que apela a un anticomunismo en ausencia del comunismo mismo y peor aún, sin comprender qué fue este sistema de ideas. Solo hay que ser valiente y oír a Agustín Lage, a Javier Milei o a Jair Bolsonaro para comprender el nivel cero de comprensión inversamente proporcional a la desinformación. Entre menos saben más desinforman. El nivel ideológico, como dije en los artículos citados de 2021, despliega una guerra intra clasista, intra élite, una guerra de contradicciones no antagónicas. No hay lucha de clases sino dentro de una sola clase, la dominante y global.

Así, sin un nivel ideológico marcadamente antagónico, pues se aprecia que China tiene un comunismo para sí; con lo cual la idea clave del internacionalismo y de la necesidad de masificar un sistema en la disputa contra el capitalismo dominante fue abandonada en pro de un pragmatismo que se rige desde un planteamiento cruel: nos interesa negociar contigo, pero si eres terrorista, si oprimes a tu población no nos interesa, porque nuestro nivel ideológico en tanto valores solo es consistente a nivel de las ‘líneas rojas internas’. Respetamos tu soberanía. Por esto negocian con un criminal como el presidente de Siria, Abu Mohammad al Jolani, líder del grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham un matón financiado por la CIA. Varios países lo hacen porque no hay línea ideológica ética. Hay necesidades, negocios e intereses. Esta es la forma en que se comprende la libertad de hacer de las naciones.

Por esto el nivel económico no se discute desde ‘cálculo económico’ o ‘sistema Liberman’ -economía planificada- a contrapelo de keynesianismo, o el neoliberalismo de Hayek -economía de mercado-. La disputa económica es por el desarrollo de un liberalismo amable, un capitalismo con rostro humano, o un post capitalismo con más capitalismo. Un capitalismo multipolar, en donde el mercado se libere, en donde la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, no llore porque China crece más, o ‘un exceso de capacidad industrial’ sugiriendo una tesis decreciente anti capitalista que EE.UU. nunca aplica ni aplicará. Efectivamente EE.UU. está perdiendo su liderazgo, detallado en el siguiente PIB nominal 2023:

Los 10 países con el PIB más alto (PPA) Datos de Banco mundial 2023

China: 34,64 billones de dólares

Estados Unidos: 27,36 billones de dólares

India: 14,53 billones de dólares

Rusia: 6,45 billones de dólares

Japón: 6,25 billones de dólares

Alemania: 5,85 billones de dólares

Brasil: 4,45 billones de dólares

Indonesia: 4,33 billones de dólares

Francia: 4,16 billones de dólares

Reino Unido: 4,02 billones de dólares

Y lo anterior es consistente con el nivel de innovación, cuando se aprecia el mismo periodo del PIB nominal, 2023.

Este componente es multifactorial. Implica la inversión en educación, el número de especialistas en cada rubro de ciencia, el número de doctores, la inversión en educación, el fomento a la innovación en entornos competitivos, pero eficientes, la arquitectura integrada de ciencia y empresa, entre otras. El lector puede ver los valores y el rezago de las naciones, particularmente de EE.UU. detrás de China, pero intentando seguir siendo el hegemón. Ahora, en el aspecto de innovación y desarrollo de fabricación, ensamblaje, prueba y distribución de semiconductores, el líder provisional NVIDIA de EE.UU., seguido por Broadcom, del mismo país y en tercer lugar la taiwanesa TSMC.

Y este es un punto neurálgico de la guerra a nivel general, pues el cambio de esta totalidad concreta, fin de la hegemonía occidental, está atravesada por estas variables de una revolución científico técnica que preocupa a personas del sector tecnológico o ámbitos cercanos, como se puede ver en el informe: Los líderes de semiconductores anticipan un sólido 2025 impulsado por la IA. Se espera que el crecimiento sea impulsado por la IA, pero el talento y la geopolítica siguen siendo motivo de preocupación. En el siguiente cuadro, de tal informe, titulado, ¿Qué tan preocupado está por el impacto de los siguientes asuntos geopolíticos en la industria y el ecosistema global de semiconductores durante los próximos dos años? se aprecian los tres elementos de mayor preocupación: Conflictos armados, Aranceles y acuerdos comerciales renegociados e importancia de Taiwán en la cadena de suministro, aunque los otros rubros no son menos interesantes. No es posible analizar la guerra actual en sus 360° sin ver la competencia tecnológica.

Se aborda ahora según la disposición del diagrama, al nivel de energía, que está estrechamente relacionado con el anterior nivel de innovación. Allí, la estrecha relación ruso – china se basa en la necesidad de energía barata por parte de China para su desarrollo en I.A. y en la industria, particularmente la industria robotizada de Dark Factories, capaz de trabajar con cero operarios humanos, a oscuras y 24/7. Rusia obtiene a cambio un socio seguro, aunque los precios pagados por la ‘bondadosa China’ no pierden de vista las dieciocho sanciones a Rusia, como condicionante de pago a la baja. Sin embargo, esto aun es un buen negocio para Rusia e incluso anda en marcha el gaseoducto Power Siberia 2, que cruzará por Mongolia.

Aquí se puede evocar los acuerdos comerciales entre EE.UU. y la UE acerca de los aranceles y los compromisos de compras de energéticos; triplicando el valor de las compras a EE.UU.; lo que implica más desindustrialización europea, transferencia de empresas a EE.UU. u otras latitudes, renunciando al gas natural ruso y a una esperanza de reparación y funcionamiento a mediano plazo del Nord Stream I y II, dispuesto con inversiones entre Rusia y la decadente Alemania.

También la energía se hace clave en el extraño pacto entre EE.UU. y Ucrania sobre tierras raras y demás reservas difíciles de explorar y que detallé en el artículo, El puerto de Odessa y la ‘rareza’ de las tierras raras ucranianas. Las reservas de litio a nivel global se tornan importantes para las nuevas industrias automovilísticas y aplicaciones en robotización y nanotecnología; estas reservas se encuentran por ahora en su mayoría en poder del sector BRICS+, China, Bolivia -además de México y el triángulo del litio que suma a Bolivia a Argentina y Chile- y algunas rusas propias e incorporadas al tomar zonas de litio en el Donbás, mediante la operación militar especial. Salvo éstas, es dudoso lo que pudo obtener EE.UU. en regiones más occidentales de Ucrania.

Finalmente, los niveles de mercado, instituciones y guerras pueden relacionarse sin mayor hondura con base en lo detallado hasta aquí. La guerra arancelaria, las sanciones unilaterales a varias naciones, muchas de vieja data como a Cuba e Irán o Corea del Norte, socaban cada vez más la estabilidad y la confianza en las instituciones que se fundaron en la década del 40 del siglo XX. Por esto, pese al extraño llamamiento de Lula, de Brasil, por integrar a los países del G20 a BRICS+, esto en mi concepto es insoluble, es agua y aceite. Las instituciones del G7-G20 son arcaicas y condenadas al desuso. La arquitectura BRICS+ derivará en una organización diplomática que por ende marque una ruta moral o ética a contrapelo de los G’s. La guerra se está manteniendo en términos de arquitectura institucional, una lenta transición en el descentramiento del poder.

El mercado y la economía están en el centro de la guerra global, pues recuérdese la cita de Janet Yellen sobre el potencial industrial chino. Si se suman: el dominio total de la cadena global de suministros por parte de China, su infraestructura de cargueros, su modificación de puertos de mayor calado, la velocidad de construcción de cargueros y su diferencial de precio de producción respecto a occidente, una automatización vertiginosa de la producción y cuando no, una mano de obra barata con la que no pueden competir ni estadounidenses ni europeos, entonces se comprende que la totalidad concreta, aquí propuesta, transición de la hegemonía occidental hacia la multipolaridad basada en China, Rusia y USA, es una realidad y es tan alarmante que sólo una guerra militar convencional o nuclear pueden definir el desenlace.

El realista John Joseph Mearsheimer entiende que nadie cederá y la guerra no se trata de si ocurre o no sino cuándo. No hay forma de contener a China, salvo mediante la fuerza militar. Pero ni siquiera Rusia pudo ser contenida militar ni económicamente, estando lejos de China como cuarta economía en el PIB PPA, como se vio. Sólo una guerra nuclear podría frenar el desarrollo de China. Estados Unidos es el único país que ha usado armas nucleares contra una nación y vencida. ¿lo volverá a hacer contra su gran competidor?

Finalmente, el diagrama de Venn propuesto se culmina integrando tres regiones geográficas que se avistan semi periféricas y periféricas: África, Oriente, Latinoamérica y el Caribe.

Además de ser regiones en donde se disputa poder político, dominación y modelo de gestión, es la zona en donde se encuentran recursos naturales importantes. Esto no es nada nuevo. Caerá el viejo sistema hegemónico occidental y el sur global, seguirá en condición de meretriz de las potencias, sin desarrollo de su potencial. Esto no es culpa solo del hambre voraz de la hegemonía occidental. El propio sur global, sus élites y pueblos que se han acostumbrado a que la elevación de su bienestar venga de alguna institución o nación o modelo ideológico, son también responsables. Se quedaron diciendo que el modelo de desarrollo impuesto no es el propio, lo que es cierto, pero no basta para trascender en una disputa eterna por la hegemonía o el respeto en las relaciones internacionales.

No es solo esto, como componente ideológico que signa esta región, hablo particularmente de Latinoamérica. Son también las guerras convencionales que no permiten a estas regiones pensarse más allá del caos controlado que le orquestó el ‘desarrollo occidental’. O sea, el desarrollo del centro industrial a costillas del subdesarrollo o atraso de las regiones periféricas. China no parece ayudar mucho a subsanar esto, debido a la ausencia de un internacionalismo auténtico. La discusión acerca de comunismo en un solo país, quedó resuelta para los chinos. No los culpo. El desarrollo del sur global es responsabilidad del sur global, de donde saco obviamente a China.

En este momento hay guerras de liberación en África. Expulsión de franceses, alemanes, italianos etc. y hay guerras crueles a la infancia en el Congo y Sudán. Somalia, Etiopía, Malí, Mozambique, Nigeria, Camerún, República Centroafricana y Libia se encuentran en guerras eclipsadas por la centralidad de la crueldad sionista israelí contra Palestina y por la guerra central entre Rusia y la OTAN. Burkina Faso, Malí, Níger, Chad, Senegal han expulsado a los franceses o están en vías de hacerlo. Esto de la mano del soporte militar de la PMC Wagner, de origen ruso, lo que acrecienta los odios y disputas de europeos hacia rusos.

En Oriente Medio hay conflictos y más que eso guerras de exterminio étnico religioso en Siria, Cisjordania, Líbano y Palestina, por cuenta de los genocidas israelíes y los terroristas en el poder en Siria, como ya se vio. Todo ello azuzado por Estados Unidos, Europa, Turquía y la indiferencia pragmática y estratégica de China. Cuando no, por la inoperatividad de Naciones Unidas y por ende de TODAS las naciones afiliadas a la misma, incluidas las que lideran el Consejo de Seguridad de la ONU. En Irak e Irán no hay estabilidad, no hay una paz vivida. Irak, adolece de una corrupción de gran escala, al punto de denunciarse el desfalco por venta de petróleo de 150.000 millones de dólares en 17 años desde 2003. Afganistán tiene incautados por EE.UU. 7.000 millones de dólares y apenas hace cinco años EE.UU. dejó al país en ruinas tras una larga estadía militar de veinte años y en manos de quienes pretendió sacar: los talibanes.

Si a esto se suma los pivotes que amaga abrir la línea militar de occidente, no sólo OTAN sino UE en vías de militarización y rearme particular, en el Cáucaso, Transnistria, Serbia, Azerbaiyán o Georgia, zonas en desarrollo de una paz frágil, así como los problemas en Cachemira, Birmania, Myanmar en Oriente Lejano, podemos observar un mundo en guerra, con paz relativa y cultivada en la costumbre de comprender la guerra como una regla y no como una excepción. La noción de paz o guerra es de sentir y concebir de manera local. Recuérdense las preguntas al inicio del artículo.

Si se aborda a la región latinoamericana, se puede entender en términos generales una sorda paz. Una región extremadamente violenta históricamente en el marco de guerras de exterminio y genocidio como hito fundacional de su hibridación cultural, guerras psicológicas, de terror, de acoso bajo la noción de ‘enemigo interno’, golpes de Estado, dictaduras, tortura, guerra contrainsurgente, pobreza estructural, atraso, Estado de Bienestar precario o inexistente, etc. todo esto a la sombra, particularmente en Colombia, de una guerra de baja intensidad y larga duración. En un documento que suelo citar con frecuencia, titulado Competencia y conflicto entre grandes potencias en América LatinaGreat-Power Competition and Conflict in Latin America– de Rand Corporation 2023, se aprecia en efecto la competencia de las tres potencias de la tripolaridad sugerida en la disputa por controlar o influir en la región.

Estas tres regiones enmarcadas dentro del sur global, se vinculan en calidad de periferias sin poder de decisión, sin capacidad de autodeterminación. Aunque es no menos cierto que la pérdida de poder real por parte de EE.UU., su necia persistencia en la omnipresencia, ha liberado un poco a la subregión para actuar con cierta autonomía, de la cual se derivó el fenómeno de los dos ciclos progresistas vividos desde 1998 a nuestros días.

Brasil, miembro fundador de BRICS, un gigante económico, pero que no se limitó a la exportación de materias primas, impulsó su Banca Nacional de Desarrollo, la BANDE y luego BANDES, despegando en varias industrias y completando con éxito toda la cadena de producción, como es el caso de EMBRAER, dedicada a la producción aeronáutica civil y militar y claro, el desarrollo de PETROBRAS. Pero ha tocado a su puerta la guerra comercial arancelaria de EE.UU. contra el mundo y contra sí misma. Veremos qué pasa con los aranceles del 50%.

En resumen, no es correcto pensar que una guerra mundial involucra a todas las partes de la misma manera. Lo correcto es comprender qué es lo que fundamentalmente está en juego en la larga coyuntura de la decadencia de la hegemonía occidental, ‘donde ésta no acaba de morir ni el nuevo mundo acaba de nacer’. Lo clave en el anterior ejercicio es apreciar desde lo general y dominante hasta lo particular y dependiente, periférico, cómo la actual guerra mundial en sus 360° nos involucra a todos. Los niveles de involucramiento dependen de cuestiones particulares en el marco del espacio particular que juegue tal o cual región o país.

Los tres subconjuntos se interceptan en siete niveles que en mi concepto los interpelan suficientemente en el marco de una guerra mundial, en tanto incentivos para el conflicto. Las tres regiones dispuestas al final encarnan su tragedia periférica que no se avista superable en el nuevo mundo multipolar, salvo que las mismas regiones asuman el reto por sí mismas de empeñarse en disputar con las potencias en estos siete niveles señalados que en el diagrama también les interpela.

Y la guerra es en si una palabra que evoca dolor. Es doloroso ver cada día información, leer documentos viejos y nuevos al respecto y confirmar que el dolor está presente más que en cualquier otro momento de la historia de los últimos 0chenta años. El dolor, la aflicción, la emotividad se expresan al investigar y escribir, en cifras. Cifras de pobreza, desnutrición, muerte, violación, corrupción, índice de Gini de desigualdad, demografía a la baja, suicidios al alza, deforestación, contaminación, genocidio, violencia multidimensional, tasa de escolaridad a la baja, ingreso a la educación superior, a la baja, etc. La guerra mundial puede ser tan sólo un asunto de percepción local. Espero sin embargo que esta caracterización le deje al lector la crudeza de estar viviendo un periodo de transición violento y mundial estructural.

El análisis de esta estructura de guerra en el marco de la transición y declive de la hegemonía, además de dolorosa es frustrante. Estoy sin poder de injerencia en manos de ilustrados prudentes tal vez en exceso, pero peor aún de excesivos osados y no hay nada más osado que la estupidez. Expertos como los aquí citados, sigo a varios intelectuales estadounidenses brillantes, no son consultados por sus gobiernos. En Europa tener una visión objetiva es considerada pro rusa o pro china, anti europea. Estamos en el peor de los mundos. Pero ese es el sentido de pensar las estructuras, sus cambios y continuidades, la revisión del proceso, una porción del sentido práctico de la existencia: atreverse a comprender.

Seguía el canto III de Dante:

 Hemos venido al lugar donde te dije

habías de ver la gente adolorida,

que ha perdido el bien del intelecto.

 Después su mano en la mía puso,

con rostro sonriente me reanimó,

y me introdujo adentro a las secretas cosas.

 Allí suspiros, llantos y grandes gritos

resonaban en el aire sin estrellas,

que me hicieron llorar no bien entré…

Si en realidad no ha existido una paz global, pues siempre hay desequilibrios regionales, ¿Qué hace que una guerra sea mundial? ¿Por qué es importante tal delimitación?  ¿Cómo era vivir en paz antes de la gran guerra europea de 1914 a 1945?

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 «Por mí se va a la ciudad doliente,

por mí se va en el eterno dolor,

por mí se va con la perdida gente.

 La justicia movió a mi alto hacedor:

Hízome la divina potestad,

la suma sabiduría y el primer amor.

 Antes de mí ninguna cosa fue creada

sólo las eternas, y yo eternamente duro:

¡Perded toda esperanza los que entráis!»

 Estas palabras de color oscuro

vi escritas en el dintel de una puerta:

Y dije: Maestro, su sentido me es duro.

 Y él a mí, como persona atenta:

Es necesario aquí dejar todo recelo;

toda cobardía es necesario que aquí muera.

 Dante Alighieri. La divina comedia: el infierno: canto III. 1304 – 1321

Desde diciembre de 2021, antes del inicio de la operación militar especial rusa y en 2024 y 2025 he escrito sobre el desarrollo de la tercera guerra mundial y que se puede dirigir hacia una guerra total de tipo nuclear. Los títulos de tales análisis -que invito a leer- en orden de escritura son:

EE.UU. – OTAN vs Federación de Rusia: Entre contradicciones antagónicas y no antagónicas (parte 1) diciembre 16, 2021 y partes 2 y 3; ¿Habrá choque civilizatorio como choque militar en modo guerra global? mayo 1, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Cuáles serán las alianzas y los bloques? junio 5, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Es posible la neutralidad? junio 24, 2024; Escenarios de la guerra total ¿Cómo se comportará América Latina y el Caribe? julio 28, 2024; 2022 – 2025: contexto y recuento del estado de la guerra en Ucrania febrero 25, 2025 y Apuntes de una guerra intra clasista: hacia una nueva arquitectura de diálogo y seguridad global febrero 27, 2025.

Últimamente varios analistas al ser consultados sobre si la Tercera Guerra Mundial ya llegó, señalan que sí, que estamos ahí. Bueno, esta certeza, quizá prematura, me acompaña hace tiempo. Lo que se avista interesante es cómo la sociedad en general, los medios de comunicación, los establecimientos de poder que controlan a éstos, así como los expertos evalúan una condición de guerra global. Es importante en mi concepto tener presente la forma e intensidad en la cual las grandes potencias chocan de manera indirecta en lo que se conoce como guerras proxy; nada nuevas como se puede apreciar en las guerras del siglo XX en Camboya, Corea, Vietnam, Afganistán, Nicaragua y Cuba.

Entonces, si en realidad no ha existido una paz global, pues siempre hay desequilibrios regionales, ¿qué hace que una guerra sea mundial? ¿por qué es importante tal delimitación?

¿cómo era vivir en paz antes de la gran guerra europea de 1914 a 1945? ¿se ha moldeado a nivel psicológico global y del imaginario social la sensación de aceptación o indiferencia inercial ante un estado latente de guerra? ¿en un mundo globalizado, consciente de las partes que le integran, la tendencia natural humana será la de guerra? ¿los palestinos, tras décadas de vejámenes pueden pensar en términos de paz, de vida en paz? ¿Colombia, los colombianos pueden pensar -tras más de 70 años en guerra de baja intensidad- en una cultura de paz, de vida en paz? ¿pueden las élites del complejo militar industrial estadounidense, nacido al final de la Segunda Guerra Mundial, pensar en un tipo de economía que no sea economía de guerra? ¿cuáles son las condiciones objetivas que se imponen o podrían imponer para cambiar estas percepciones?

Todas estas preguntas las dejo como sugestión a los lectores y evidentemente abordarlas en detalle implicaría más que el espacio de este artículo. Sin embargo, tocaré algunas para hilar esta reflexión, para mi caso suficientemente documentada, sobre lo que denomino como una vista de 360° de la guerra global actual. Es importante que el lector comprenda que todo acontecimiento de gran calado, como una guerra mundial, presenta centros, semi periferias y periferias; lo que implica niveles de impacto de la misma y diversos niveles. Para ello dispongo el siguiente gráfico, desde donde explicaré la tesis 360°.

Dispuesto como un Diagrama de Venn, el gran ovalo expresa la totalidad, la globalidad geográfica que presenta en color café: Transición de la hegemonía occidental hacia una multipolaridad basada en la tripolaridad China – Rusia – USA, Fin de la unipolaridad y Guerras convencionales a nivel global. Esto implica que para objetos de la explicación de 360° propuesto, esos son los tres grandes elementos, estructuras históricas y sucesos de considerable continuidad que están en desarrollo y tensión latente hoy y que, como denominaodores del conjunto universal contienen a los demás subconjuntos que se integrarán en adelante.

Así, lo han dicho varios expertos, como John Joseph Mearsheimer, de la Universidad de Chicago, o Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia y diplomáticos como el canciller ruso Serguéi Víktorovich Lavrov: la hegemonía de más de cuatrocientos años de Europa y occidente va llegando a su fin. Es claro que siempre habrá administradores del mundo, guías morales, económicos, políticos, tecnológicos, energéticos y en ese sentido el giro hacia la multipolaridad jalonada por BRICS+ está subordinada a una tripolaridad realista, la de China, Rusia y USA. Cada una de estas naciones con potencialidades y falencias que generan tanto tensión, como oportunidades de complementariedad. Al menos China y Rusia lo han comprendido ayudadas por la hostilidad estadounidense, que hizo elevar el nivel de sus relaciones binacionales.

Por esto, el otro hito estructural que se avista es el del fin de la unipolaridad. La sensación omnipotente de las élites y el pueblo estadounidenses que les hacía sentirse poderosos y obrar en consecuencia ya no es ni será.

Finalmente, el tercer elemento de esta totalidad concreta se constituye por las guerras convencionales a nivel global, dentro de las cuales debe tenerse presente la guerra contra las mafias, los cárteles y todas las operaciones que tales organizaciones multinacionales son capaces de ejecutar en colusión con élites y poderes de cuello blanco: narcotráfico, trata de personas, guerra híbrida tecnológica, migración, venta de órganos, prostitución, mercenarismo, pedofilia, mercado negro de diversos productos en forma de contrabando, control de rutas comerciales, control y saqueo de viaductos de combustibles y energéticos, entre otros. Curiosamente, Ucrania, uno de los países más corruptos del mundo -lo que no incomoda a los europeos que la invitan a ser parte de la UE- articula con más fuerza durante la actual guerra, todas estas formas de operar al margen de una economía blanca, legal.

Yendo de lo general a lo particular en la exposición del diagrama, ahora puede apreciar el lector tres subconjuntos, de izquierda a derecha: Guerra en Ucrania entre Rusia y la OTAN, Contención, subyugación o derrota de China y finalmente abajo, BRICS+ vs G7 y G20.

Esto aclara conceptualmente que la guerra no es entre Ucrania y Rusia. Es una guerra entre hermanos eslavos en territorio eslavo liderado por veintisiete países de la OTAN contra Rusia. lo dijo el Canciller Lavrov: esta guerra, a diferencia de la primera y la segunda guerra mundiales, las libra Rusia sola, sin aliados en el campo de batalla. Aunque claro está, omitió tal vez por un tecnicismo a Corea del Norte como aliado en el marco del tratado de cooperación militar firmado en 2024; país que tuvo tareas en la recuperación de la región rusa de Kursk. Es curioso que, en la Primera Guerra Mundial, o, mejor dicho, en la primera parte de la gran guerra europea que sucedió entre 1914 y 1945, participaron cerca de dieciocho naciones y en la segunda parte, entre diecinueve y treinta, a las que sumaron sus declaraciones de guerra de naciones países de la periferia por obligación de su papel vasallo en el escenario global, tales como los latinoamericanos o africanos.

Occidente en términos de aportes económicos y militares, está hasta la médula en la actual guerra contra Rusia. Mas no de tropas, porque Ucrania pondrá hasta el último hombre de 60 años o mujer con mayoría de edad a combatir, aunque sí aporta occidente y sus satélites mercenarios.

Entonces hay un tecnicismo no declarado en quien no ve una guerra global ya sucediendo. Porque también las naciones han tomado postura frente a la guerra no sólo militar sino económica; lo que deriva en la tercera variable que la tensión BRICS+ en relación con el G7 y el G20.

Como segunda premisa, se encuentra la iniciativa declarada pero no suficientemente clara en el establishment estadounidense, que es atacar económica, tecnológica, comercial y quizá militarmente a China. El propio John Joseph Mearsheimer, en entrevista con Glenn Diesen y con Tucker Carlson señaló que a él, como teórico realista y estadounidense no le interesa la guerra ya perdida en Ucrania, sino concentrarse en China como el verdadero competidor. La tonta insistencia de Donald Trump sobre que la guerra en Ucrania es la Guerra de Biden explica este desacuerdo en el procedimiento de lucha por el mantenimiento de la hegemonía entre las élites, en donde unas pensaban acabar con Rusia para dejar desarmada y rodeada a China, mientras otros creen que la opción es frontal en el Mar de China y con un apoyo decido a Taiwán.

Estos tres subconjuntos encuentran como interjección a la ideología, la economía, la innovación, la energía, las instituciones, el mercado y las guerras, como factores determinantes y contradicciones en desarrollo entre potencias. Si he señalado a la OTAN y lo que suma en naciones afiliadas y los actores prominentes comprometidos, esto implica que como siempre, hay unos centros y unas semi periferias y periferias que en la medida de su potencial de soberanía se suman de una manera u otra a cada sector central. Desarrollaré un poco cada elemento.

La Ideología. Como ya he referido en varios artículos, la dimensión ideológica ya no goza de un antagonismo como el vivido durante la guerra fría entre capitalismo y comunismo. El nivel ideológico ahora apela a ideas liberales, muchas abandonadas por el propio occidente bajo la arbitraria y oscura premisa de ‘orden basado en reglas’ y que el llamado ‘sur global’ o países emergentes jalonados por China, Rusia e India asumen como parte de su idea de mundo multilateral. Estos países creen que Naciones Unidas y su ideario sigue siendo vigente, que debe mantenerse como principio de diálogo y, por ende, toda la arquitectura post Breton Woods la consideran como parte de un orden equilibrado, pero que, al ser traicionada por sus gestores, los estadounidenses, les obligan a crear nuevas formas, como el formato BRICS con todos sus mecanismos y banca propia. Pero se respetaría a la OMC, sino castigara de manera unilateral EE.UU. con sanciones o aranceles a naciones. Esto se relaciona con los otros puntos de esta interjección del diagrama.

Es significativo comprender que las ideas más radicales del comunismo siguen vigentes y a veces van y vienen en la medida que el blandengue progresismo, la internacional progresista apoyan una tesis de más Estado que mercado, sin fuerza y negociando a la baja. Esto lo he abordado en un artículo dedicado a la arquitectura BRICS+. Mientras el sur global y los emergentes abogan por un ambivalente liberalismo, el sector hegemónico en declive potencia al Estado totalitario, al fascismo y lo reproduce como fórmula ‘libertaria’ en todo el mundo. Japón ya prendió las alertas y Europa y América Latina viven esta tendencia acrítica, dogmática y violenta que apela a un anticomunismo en ausencia del comunismo mismo y peor aún, sin comprender qué fue este sistema de ideas. Solo hay que ser valiente y oír a Agustín Lage, a Javier Milei o a Jair Bolsonaro para comprender el nivel cero de comprensión inversamente proporcional a la desinformación. Entre menos saben más desinforman. El nivel ideológico, como dije en los artículos citados de 2021, despliega una guerra intra clasista, intra élite, una guerra de contradicciones no antagónicas. No hay lucha de clases sino dentro de una sola clase, la dominante y global.

Así, sin un nivel ideológico marcadamente antagónico, pues se aprecia que China tiene un comunismo para sí; con lo cual la idea clave del internacionalismo y de la necesidad de masificar un sistema en la disputa contra el capitalismo dominante fue abandonada en pro de un pragmatismo que se rige desde un planteamiento cruel: nos interesa negociar contigo, pero si eres terrorista, si oprimes a tu población no nos interesa, porque nuestro nivel ideológico en tanto valores solo es consistente a nivel de las ‘líneas rojas internas’. Respetamos tu soberanía. Por esto negocian con un criminal como el presidente de Siria, Abu Mohammad al Jolani, líder del grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham un matón financiado por la CIA. Varios países lo hacen porque no hay línea ideológica ética. Hay necesidades, negocios e intereses. Esta es la forma en que se comprende la libertad de hacer de las naciones.

Por esto el nivel económico no se discute desde ‘cálculo económico’ o ‘sistema Liberman’ -economía planificada- a contrapelo de keynesianismo, o el neoliberalismo de Hayek -economía de mercado-. La disputa económica es por el desarrollo de un liberalismo amable, un capitalismo con rostro humano, o un post capitalismo con más capitalismo. Un capitalismo multipolar, en donde el mercado se libere, en donde la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, no llore porque China crece más, o ‘un exceso de capacidad industrial’ sugiriendo una tesis decreciente anti capitalista que EE.UU. nunca aplica ni aplicará. Efectivamente EE.UU. está perdiendo su liderazgo, detallado en el siguiente PIB nominal 2023:

Los 10 países con el PIB más alto (PPA) Datos de Banco mundial 2023

China: 34,64 billones de dólares

Estados Unidos: 27,36 billones de dólares

India: 14,53 billones de dólares

Rusia: 6,45 billones de dólares

Japón: 6,25 billones de dólares

Alemania: 5,85 billones de dólares

Brasil: 4,45 billones de dólares

Indonesia: 4,33 billones de dólares

Francia: 4,16 billones de dólares

Reino Unido: 4,02 billones de dólares

Y lo anterior es consistente con el nivel de innovación, cuando se aprecia el mismo periodo del PIB nominal, 2023.

Este componente es multifactorial. Implica la inversión en educación, el número de especialistas en cada rubro de ciencia, el número de doctores, la inversión en educación, el fomento a la innovación en entornos competitivos, pero eficientes, la arquitectura integrada de ciencia y empresa, entre otras. El lector puede ver los valores y el rezago de las naciones, particularmente de EE.UU. detrás de China, pero intentando seguir siendo el hegemón. Ahora, en el aspecto de innovación y desarrollo de fabricación, ensamblaje, prueba y distribución de semiconductores, el líder provisional NVIDIA de EE.UU., seguido por Broadcom, del mismo país y en tercer lugar la taiwanesa TSMC.

Y este es un punto neurálgico de la guerra a nivel general, pues el cambio de esta totalidad concreta, fin de la hegemonía occidental, está atravesada por estas variables de una revolución científico técnica que preocupa a personas del sector tecnológico o ámbitos cercanos, como se puede ver en el informe: Los líderes de semiconductores anticipan un sólido 2025 impulsado por la IA. Se espera que el crecimiento sea impulsado por la IA, pero el talento y la geopolítica siguen siendo motivo de preocupación. En el siguiente cuadro, de tal informe, titulado, ¿Qué tan preocupado está por el impacto de los siguientes asuntos geopolíticos en la industria y el ecosistema global de semiconductores durante los próximos dos años? se aprecian los tres elementos de mayor preocupación: Conflictos armados, Aranceles y acuerdos comerciales renegociados e importancia de Taiwán en la cadena de suministro, aunque los otros rubros no son menos interesantes. No es posible analizar la guerra actual en sus 360° sin ver la competencia tecnológica.

Se aborda ahora según la disposición del diagrama, al nivel de energía, que está estrechamente relacionado con el anterior nivel de innovación. Allí, la estrecha relación ruso – china se basa en la necesidad de energía barata por parte de China para su desarrollo en I.A. y en la industria, particularmente la industria robotizada de Dark Factories, capaz de trabajar con cero operarios humanos, a oscuras y 24/7. Rusia obtiene a cambio un socio seguro, aunque los precios pagados por la ‘bondadosa China’ no pierden de vista las dieciocho sanciones a Rusia, como condicionante de pago a la baja. Sin embargo, esto aun es un buen negocio para Rusia e incluso anda en marcha el gaseoducto Power Siberia 2, que cruzará por Mongolia.

Aquí se puede evocar los acuerdos comerciales entre EE.UU. y la UE acerca de los aranceles y los compromisos de compras de energéticos; triplicando el valor de las compras a EE.UU.; lo que implica más desindustrialización europea, transferencia de empresas a EE.UU. u otras latitudes, renunciando al gas natural ruso y a una esperanza de reparación y funcionamiento a mediano plazo del Nord Stream I y II, dispuesto con inversiones entre Rusia y la decadente Alemania.

También la energía se hace clave en el extraño pacto entre EE.UU. y Ucrania sobre tierras raras y demás reservas difíciles de explorar y que detallé en el artículo, El puerto de Odessa y la ‘rareza’ de las tierras raras ucranianas. Las reservas de litio a nivel global se tornan importantes para las nuevas industrias automovilísticas y aplicaciones en robotización y nanotecnología; estas reservas se encuentran por ahora en su mayoría en poder del sector BRICS+, China, Bolivia -además de México y el triángulo del litio que suma a Bolivia a Argentina y Chile- y algunas rusas propias e incorporadas al tomar zonas de litio en el Donbás, mediante la operación militar especial. Salvo éstas, es dudoso lo que pudo obtener EE.UU. en regiones más occidentales de Ucrania.

Finalmente, los niveles de mercado, instituciones y guerras pueden relacionarse sin mayor hondura con base en lo detallado hasta aquí. La guerra arancelaria, las sanciones unilaterales a varias naciones, muchas de vieja data como a Cuba e Irán o Corea del Norte, socaban cada vez más la estabilidad y la confianza en las instituciones que se fundaron en la década del 40 del siglo XX. Por esto, pese al extraño llamamiento de Lula, de Brasil, por integrar a los países del G20 a BRICS+, esto en mi concepto es insoluble, es agua y aceite. Las instituciones del G7-G20 son arcaicas y condenadas al desuso. La arquitectura BRICS+ derivará en una organización diplomática que por ende marque una ruta moral o ética a contrapelo de los G’s. La guerra se está manteniendo en términos de arquitectura institucional, una lenta transición en el descentramiento del poder.

El mercado y la economía están en el centro de la guerra global, pues recuérdese la cita de Janet Yellen sobre el potencial industrial chino. Si se suman: el dominio total de la cadena global de suministros por parte de China, su infraestructura de cargueros, su modificación de puertos de mayor calado, la velocidad de construcción de cargueros y su diferencial de precio de producción respecto a occidente, una automatización vertiginosa de la producción y cuando no, una mano de obra barata con la que no pueden competir ni estadounidenses ni europeos, entonces se comprende que la totalidad concreta, aquí propuesta, transición de la hegemonía occidental hacia la multipolaridad basada en China, Rusia y USA, es una realidad y es tan alarmante que sólo una guerra militar convencional o nuclear pueden definir el desenlace.

El realista John Joseph Mearsheimer entiende que nadie cederá y la guerra no se trata de si ocurre o no sino cuándo. No hay forma de contener a China, salvo mediante la fuerza militar. Pero ni siquiera Rusia pudo ser contenida militar ni económicamente, estando lejos de China como cuarta economía en el PIB PPA, como se vio. Sólo una guerra nuclear podría frenar el desarrollo de China. Estados Unidos es el único país que ha usado armas nucleares contra una nación y vencida. ¿lo volverá a hacer contra su gran competidor?

Finalmente, el diagrama de Venn propuesto se culmina integrando tres regiones geográficas que se avistan semi periféricas y periféricas: África, Oriente, Latinoamérica y el Caribe.

Además de ser regiones en donde se disputa poder político, dominación y modelo de gestión, es la zona en donde se encuentran recursos naturales importantes. Esto no es nada nuevo. Caerá el viejo sistema hegemónico occidental y el sur global, seguirá en condición de meretriz de las potencias, sin desarrollo de su potencial. Esto no es culpa solo del hambre voraz de la hegemonía occidental. El propio sur global, sus élites y pueblos que se han acostumbrado a que la elevación de su bienestar venga de alguna institución o nación o modelo ideológico, son también responsables. Se quedaron diciendo que el modelo de desarrollo impuesto no es el propio, lo que es cierto, pero no basta para trascender en una disputa eterna por la hegemonía o el respeto en las relaciones internacionales.

No es solo esto, como componente ideológico que signa esta región, hablo particularmente de Latinoamérica. Son también las guerras convencionales que no permiten a estas regiones pensarse más allá del caos controlado que le orquestó el ‘desarrollo occidental’. O sea, el desarrollo del centro industrial a costillas del subdesarrollo o atraso de las regiones periféricas. China no parece ayudar mucho a subsanar esto, debido a la ausencia de un internacionalismo auténtico. La discusión acerca de comunismo en un solo país, quedó resuelta para los chinos. No los culpo. El desarrollo del sur global es responsabilidad del sur global, de donde saco obviamente a China.

En este momento hay guerras de liberación en África. Expulsión de franceses, alemanes, italianos etc. y hay guerras crueles a la infancia en el Congo y Sudán. Somalia, Etiopía, Malí, Mozambique, Nigeria, Camerún, República Centroafricana y Libia se encuentran en guerras eclipsadas por la centralidad de la crueldad sionista israelí contra Palestina y por la guerra central entre Rusia y la OTAN. Burkina Faso, Malí, Níger, Chad, Senegal han expulsado a los franceses o están en vías de hacerlo. Esto de la mano del soporte militar de la PMC Wagner, de origen ruso, lo que acrecienta los odios y disputas de europeos hacia rusos.

En Oriente Medio hay conflictos y más que eso guerras de exterminio étnico religioso en Siria, Cisjordania, Líbano y Palestina, por cuenta de los genocidas israelíes y los terroristas en el poder en Siria, como ya se vio. Todo ello azuzado por Estados Unidos, Europa, Turquía y la indiferencia pragmática y estratégica de China. Cuando no, por la inoperatividad de Naciones Unidas y por ende de TODAS las naciones afiliadas a la misma, incluidas las que lideran el Consejo de Seguridad de la ONU. En Irak e Irán no hay estabilidad, no hay una paz vivida. Irak, adolece de una corrupción de gran escala, al punto de denunciarse el desfalco por venta de petróleo de 150.000 millones de dólares en 17 años desde 2003. Afganistán tiene incautados por EE.UU. 7.000 millones de dólares y apenas hace cinco años EE.UU. dejó al país en ruinas tras una larga estadía militar de veinte años y en manos de quienes pretendió sacar: los talibanes.

Si a esto se suma los pivotes que amaga abrir la línea militar de occidente, no sólo OTAN sino UE en vías de militarización y rearme particular, en el Cáucaso, Transnistria, Serbia, Azerbaiyán o Georgia, zonas en desarrollo de una paz frágil, así como los problemas en Cachemira, Birmania, Myanmar en Oriente Lejano, podemos observar un mundo en guerra, con paz relativa y cultivada en la costumbre de comprender la guerra como una regla y no como una excepción. La noción de paz o guerra es de sentir y concebir de manera local. Recuérdense las preguntas al inicio del artículo.

Si se aborda a la región latinoamericana, se puede entender en términos generales una sorda paz. Una región extremadamente violenta históricamente en el marco de guerras de exterminio y genocidio como hito fundacional de su hibridación cultural, guerras psicológicas, de terror, de acoso bajo la noción de ‘enemigo interno’, golpes de Estado, dictaduras, tortura, guerra contrainsurgente, pobreza estructural, atraso, Estado de Bienestar precario o inexistente, etc. todo esto a la sombra, particularmente en Colombia, de una guerra de baja intensidad y larga duración. En un documento que suelo citar con frecuencia, titulado Competencia y conflicto entre grandes potencias en América LatinaGreat-Power Competition and Conflict in Latin America– de Rand Corporation 2023, se aprecia en efecto la competencia de las tres potencias de la tripolaridad sugerida en la disputa por controlar o influir en la región.

Estas tres regiones enmarcadas dentro del sur global, se vinculan en calidad de periferias sin poder de decisión, sin capacidad de autodeterminación. Aunque es no menos cierto que la pérdida de poder real por parte de EE.UU., su necia persistencia en la omnipresencia, ha liberado un poco a la subregión para actuar con cierta autonomía, de la cual se derivó el fenómeno de los dos ciclos progresistas vividos desde 1998 a nuestros días.

Brasil, miembro fundador de BRICS, un gigante económico, pero que no se limitó a la exportación de materias primas, impulsó su Banca Nacional de Desarrollo, la BANDE y luego BANDES, despegando en varias industrias y completando con éxito toda la cadena de producción, como es el caso de EMBRAER, dedicada a la producción aeronáutica civil y militar y claro, el desarrollo de PETROBRAS. Pero ha tocado a su puerta la guerra comercial arancelaria de EE.UU. contra el mundo y contra sí misma. Veremos qué pasa con los aranceles del 50%.

En resumen, no es correcto pensar que una guerra mundial involucra a todas las partes de la misma manera. Lo correcto es comprender qué es lo que fundamentalmente está en juego en la larga coyuntura de la decadencia de la hegemonía occidental, ‘donde ésta no acaba de morir ni el nuevo mundo acaba de nacer’. Lo clave en el anterior ejercicio es apreciar desde lo general y dominante hasta lo particular y dependiente, periférico, cómo la actual guerra mundial en sus 360° nos involucra a todos. Los niveles de involucramiento dependen de cuestiones particulares en el marco del espacio particular que juegue tal o cual región o país.

Los tres subconjuntos se interceptan en siete niveles que en mi concepto los interpelan suficientemente en el marco de una guerra mundial, en tanto incentivos para el conflicto. Las tres regiones dispuestas al final encarnan su tragedia periférica que no se avista superable en el nuevo mundo multipolar, salvo que las mismas regiones asuman el reto por sí mismas de empeñarse en disputar con las potencias en estos siete niveles señalados que en el diagrama también les interpela.

Y la guerra es en si una palabra que evoca dolor. Es doloroso ver cada día información, leer documentos viejos y nuevos al respecto y confirmar que el dolor está presente más que en cualquier otro momento de la historia de los últimos 0chenta años. El dolor, la aflicción, la emotividad se expresan al investigar y escribir, en cifras. Cifras de pobreza, desnutrición, muerte, violación, corrupción, índice de Gini de desigualdad, demografía a la baja, suicidios al alza, deforestación, contaminación, genocidio, violencia multidimensional, tasa de escolaridad a la baja, ingreso a la educación superior, a la baja, etc. La guerra mundial puede ser tan sólo un asunto de percepción local. Espero sin embargo que esta caracterización le deje al lector la crudeza de estar viviendo un periodo de transición violento y mundial estructural.

El análisis de esta estructura de guerra en el marco de la transición y declive de la hegemonía, además de dolorosa es frustrante. Estoy sin poder de injerencia en manos de ilustrados prudentes tal vez en exceso, pero peor aún de excesivos osados y no hay nada más osado que la estupidez. Expertos como los aquí citados, sigo a varios intelectuales estadounidenses brillantes, no son consultados por sus gobiernos. En Europa tener una visión objetiva es considerada pro rusa o pro china, anti europea. Estamos en el peor de los mundos. Pero ese es el sentido de pensar las estructuras, sus cambios y continuidades, la revisión del proceso, una porción del sentido práctico de la existencia: atreverse a comprender.

Seguía el canto III de Dante:

 Hemos venido al lugar donde te dije

habías de ver la gente adolorida,

que ha perdido el bien del intelecto.

 Después su mano en la mía puso,

con rostro sonriente me reanimó,

y me introdujo adentro a las secretas cosas.

 Allí suspiros, llantos y grandes gritos

resonaban en el aire sin estrellas,

que me hicieron llorar no bien entré…

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