Durante la invasión de Corea del Norte, el general MacArthur sugirió al presidente Harry Truman el uso de armas nucleares para ganar la guerra más rápidamente.
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Archivos revelados al público en noviembre de 2016 por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), pero poco conocidos, informan que Corea del Sur planeaba invadir el Norte un año antes del inicio de la Guerra de Corea, en junio de 1950.
El informe, fechado el 7 de julio de 1949, se titula “Deseo de los oficiales de alto rango del ejército coreano de invadir Corea del Norte”. En él se afirma que “en una reciente discusión sobre la defensa de la República de Corea [Corea del Sur]”, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Chae Pyung-tuk, declaró que “su principal interés es atacar a Corea del Norte tan pronto como sea posible”.
El objetivo de muchos oficiales del Estado Mayor, según el documento, era “establecer un ejército lo suficientemente fuerte como para invadir Corea del Norte antes de que el refuerzo de Manchuria y China sirviera de apoyo” a las fuerzas armadas de Pyongyang.
Otro informe, de mayo de 1950, relata el arresto de opositores que planeaban ejecutar a miembros del gobierno norcoreano. Se habían reunido para escuchar transmisiones radiales clandestinas procedentes del Sur, las cuales indicaban la intención del ejército surcoreano de conquistar el Norte ese mismo año.
Ya en diciembre de 1949, la revista surcoreana Ibuk T’ongsin publicaba un artículo que esbozaba una hipotética invasión por parte de Corea del Sur, alegando que “la única forma de borrar la división del paralelo 38 [frontera entre ambos territorios] es mediante el uso de la fuerza”.
El plan consistía en tres etapas: la primera era la ocupación de la capital norcoreana, que debía ejecutarse en un máximo de tres días. Incluía el bombardeo de los cuarteles generales e incluso de la residencia oficial del presidente norcoreano, Kim Il-sung.
La segunda etapa sería más difícil, según la revista, porque habría que combatir la resistencia en las montañas, que contaría con el apoyo de China. Sin embargo, acabaría por retirarse hacia la provincia de Hamgyong, en el noreste del país. La tercera etapa consistiría en ocupar esta última parte de la península y unificar el país territorial y políticamente.
Sin embargo, no fue hasta junio de 1950 que esa guerra llegó a la península coreana. La versión de la historia contada en Occidente —la versión de Corea del Sur y de Estados Unidos— sostiene que la guerra fue iniciada por Corea del Norte.
Un solo país, un solo pueblo
Pero Corea constituía un único país, que había sido ocupado por Japón hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. En 1945, Japón tuvo que retirarse de la península por ser uno de los perdedores de la guerra, pero también porque la resistencia coreana lo expulsó del país.
En esa época ya existían organizaciones populares y de masas en todo el territorio coreano, tanto en el Norte como en el Sur. Fuertemente influenciados por ideas socialistas y nacionalistas, los comités populares formaban en la práctica un gobierno nacional, como los soviets en Rusia en 1917.
Tras derrotar a Japón en la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos entró en el sur de la península coreana, mientras la Unión Soviética ya tenía tropas en el Norte y apoyó al gobierno de su aliado Kim Il-sung.
En el Sur, Estados Unidos impuso un gobierno en contra de la voluntad del pueblo coreano, después de cerrar sindicatos y partidos que representaban a los oprimidos, reprimir manifestaciones, sofocar la resistencia y desmantelar los comités populares.
Según el historiador y politólogo Diego Grossi, estudioso de la historia norcoreana, el legítimo Estado coreano, entre los dos que existen hoy, es Corea del Norte, precisamente porque tiene su origen en un gobierno constituido a partir de los comités populares en la lucha contra Japón y porque no fue invadido ni sometido a un gobierno impuesto por un país extranjero.
“La URSS se retira rápidamente del Norte. En el Sur, Estados Unidos no solo continúa la ocupación, sino que además sofoca esos comités y coloca en el poder a sus aliados, incluso como presidente a Syngman Rhee, quien vivió durante décadas en Estados Unidos”, cuenta.
Prácticamente la mitad de la vida de Rhee transcurrió en Estados Unidos, donde incluso se reunió con presidentes norteamericanos. Fue investido en la práctica por el gobierno militar de ocupación estadounidense en 1945, volando desde América a Tokio y luego a Seúl en aviones militares norteamericanos, incluso en uno particular del general Douglas MacArthur.
En 1948, la URSS retiró sus tropas del Norte, cumpliendo los acuerdos de la Conferencia de Moscú, que determinó la desocupación de la península por parte de las dos potencias. Sin embargo, Estados Unidos no hizo lo mismo en el Sur, donde mantiene tropas hasta el día de hoy. “Es la ocupación yanqui la que divide al país hasta hoy”, destaca Grossi.
Apoyo popular a Corea del Norte en Seúl
El 25 de junio de 1950, las fuerzas militares norcoreanas cruzaron el paralelo 38 —elegido por Occidente para dividir la península— y la guerra comenzó oficialmente. Al día siguiente, la embajada estadounidense en Moscú manifestó preocupación por los intereses de Estados Unidos en Corea, según otro documento de la CIA divulgado recientemente.
“La embajada señala que la derrota de la República de Corea tendría serias y desfavorables repercusiones para la posición de Estados Unidos en Japón, en el sudeste asiático y también en otras áreas”, destaca el informe.
La ocupación del Sur por el Norte, que controló Seúl y llegó hasta el extremo sur de la península, duró alrededor de tres meses. Durante ese período, el gobierno obrero recibió un fuerte apoyo de parte de la población de la capital surcoreana. Según un informe de julio de 1950, el 60% de los estudiantes de la ciudad ayudaban “activamente” a los norcoreanos, quienes también eran apoyados por la clase obrera de la capital. Además, casi todos los partidos políticos de Corea del Sur apoyaban a Corea del Norte, con excepción del partido de extrema derecha del entonces presidente Syngman Rhee.
Estados Unidos lideró las fuerzas de la ONU, aprovechando la neutralidad soviética, e inició la intervención de más de una decena de países en ayuda militar a Corea del Sur. Lograron hacer retroceder a las tropas norcoreanas e invadieron el Norte. Según otro informe de la agencia, de octubre de 1950, Rhee buscaba incorporar Corea del Norte a Corea del Sur, propuesta que fue apoyada por Estados Unidos, especialmente en el ámbito económico, al incentivar la anexión monetaria del Norte mediante el uso de billetes del Banco de Corea en toda la península.
Durante la invasión de Corea del Norte, el general MacArthur sugirió al presidente Harry Truman el uso de armas nucleares para ganar la guerra más rápidamente. Sin embargo, fue destituido.
La URSS y China intervinieron en el conflicto, que terminó solo en julio de 1953. Alrededor de 2,5 millones de coreanos murieron en los tres años de guerra. No obstante, el país sigue dividido en el mismo paralelo 38 hasta hoy, ya que no hubo vencedor y oficialmente la guerra no concluyó. Estados Unidos fue considerado derrotado moralmente.


