Con una mayoría musulmana en los BRICS Irán podría aspirar a una influencia mayor en las decisiones políticas y estratégicas que determinen las tendencias en esa asociación de países.
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Se trata de un hecho que la asociación mercantil conocida como BRICS está en vías de convertirse en la mayor asociación en el mundo e indudablemente en lo más importante, no solo en la perspectiva comercial, sino lo más importante, en lo político y potencialmente en lo estratégico. Al unirse con la SCO (Organización de Cooperación de Shanghai, sigla en inglés) o manteniéndose exclusivamente en los actuales objetivos, el BRICS es la más fuerte atracción internacional y representa una alianza de polos que dicta las primeras normas de un mundo multipolar. Las numerosas solicitudes de ingreso tanto formales como informales pronto serán discutidas durante la Cumbre Plena de Kazán el próximo mes de noviembre y existe un detalle muy importante que muy pocos han notado: *Los BRICS tendrán una mayoría musulmana*.
Así como en todas las agrupaciones que se respetan, resulta inevitable establecer jerarquías y darse una dirección y un orden operacional. Incluso el BRICS de acuerdo con sus estatutos, tiene una presidencia anual rotativa. Aunque la asociación nació –lo repetimos – con propósitos comerciales es igualmente cierto que la economía en el siglo XX y XXI se ha convertido en una fuerza rectora detrás de las políticas (la estructura influye en la superestructura, lo habría dicho Carlos Marx). De modo que miremos a la actual situación política en los BRICS y razonemos acerca de lo que está pasando.
Actualmente, la original asociación consiste de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica a las que luego se unieron Irán, Egipto, Etiopía y los Estados Árabes Unidos. De acuerdo con estos datos, la dimensión política queda decisivamente vinculada a la religión: los EAU e Irán son países declaradamente confesionales, en este caso islámicos; Brasil, Rusia, Sudáfrica y Etiopía tienen una mayoría cristiana (de diferentes denominaciones) la India tiene una mayoría hindú, China tiene una enorme cantidad de taoístas, confusionistas y budistas, aunque es un país ateo según su constitución. Estamos enfrentados a un equilibrio bien organizado donde no existe de hecho un predominio de un grupo religioso o étnico-religioso sobre los demás, ni siquiera desde el punto de vista numérico.
Sin embargo, si examinamos a los países que han solicitado su ingreso, sucede algo interesante: estamos hablando acerca de más de cuarenta estados 32 de los cuales han formalmente solicitado su ingreso, cosa que será discutida en la cumbre de Kazán. De estos, unos 28 son de mayoría islámica.
¿Entonces qué….? Esto significa concretamente que los BRICS + serán una asociación de mayoría islámica en el caso que todos los estados solicitantes sean aceptados.
¿Qué consecuencias podría esto traer? Después de todo estamos hablando de religiones, no de política ni de comercio. Y aún así no es ese el caso. Los países en cuestión están profundamente vinculados a la dimensión religiosa la cual vista a escala internacional y en un contexto multipolar de Estados—Civilizaciones y no como Estados—Naciones, de acuerdo con el modelo Westfaliano se convierten en una de las principales razones para la escogencia política.
*Irán e Israel*
Consideremos ahora uno de los más significativos escenarios para este cambio: la cuestión israelí vista desde Irán.
Durante los últimos meses, Irán repetidas veces, ha reafirmado su determinación de poner fin al genocidio que Israel ha estado llevando a cabo en Palestina y los territorios ocupados no solo desde el mes de Octubre del año pasado sino a lo largo de décadas. El problema es exquisitamente religioso debido a que la liberación de Al Quds-Jerusalém tiene un carácter escatológico que también es compartido por los cristianos. El Frente de la Resistencia en el cual varios países del Medio Oriente y denominaciones religiosas han tomado partido y siempre han trabajado en esa dirección.
No obstante, Irán ha sido siempre históricamente pacífico y diplomáticamente muy cauto y preciso; no se aventura en provocaciones, no utiliza una retórica agresiva y no toma decisiones con ligereza. Todo es siempre muy consistente con la doctrina política del Shia Islam y el Líder Supremo.
En este caso, este año Irán ha estado esperando que algo cambie. Un cambio tendría que ocurrir de manera que la venganza verdadera pueda ser aplicada. Israel por su lado nunca ha dejando de acusar a Irán de provocar y realizar ataques tratando de golpear el corazón de las instituciones, es la lucha ideal del pueblo iraní. Irán nunca ha cesado de representar una alternativa a la influencia de Occidente como también del Este y es un verdadero modelo de autonomía e independencia convirtiéndose en el portaestandarte en la batalla contra el sionismo y la bestia globalista, el “Gran Satanás” como es denominado. El largamente esperado cambio finalmente ha llegado. Quizás.
Con una mayoría musulmana en los BRICS Irán podría aspirar a tener una mayor influencia en las decisiones que determinen las escogencias políticas (y estratégicas) de la asociación de países. Más aún, Palestina ha tomado la iniciativa de solicitar formalmente la calidad de miembro en los BRICS lo cual es una movida de profunda significación política, poniendo en cuestionamiento a todos aquellos países en la asociación que no han expresado una posición clara sobre el problema.
Tratemos de imaginarnos el escenario: Irán decide responder a Israel y asume su propia aplicación militar especial para liberar a Palestina; los países islámicos del BRICS en caso que sean verdaderamente islámicos se encontrarían incapaces de hacer algo que no sea apoyar la lucha – y si no lo hacen, existiría el riesgo de que su política nacional fuera socavada.
El problema palestino es un problema que pertenece a todos los países islámicos. En ese aspecto, ¿qué podrían hacer otros países? ¿Qué haría Rusia o China?
Existe otro aspecto estrictamente geográfico: Muchos de los países vecinos han solicitado la calidad de miembro, como también varios países africanos y caucásicos. Prácticamente el único espacio que no quedaría cubierto para Israel sería el Mediterráneo. Un verdadero círculo que dejaría muy poco espacio para escapar. Verdaderamente una bien orquestada medida de poderío gentil. Para no mencionar el significado comercial de todo esto: Occidente que apoya al sionismo quedaría prácticamente excluido o en todo caso sujeto al control comercial de una alianza de países anti sionistas.
Una importante pregunta sigue planteada: ¿Qué hará Rusia? La dirección alternativa de la asociación hasta ahora ha sido dirigida por una política económica muy equilibrada dirigida hacia un estilo de “Norte Global” en tanto ahora nos estamos enfrentando al advenimiento de un estilo cuya dirección “Sur Global” podría significativamente modificar muchas perspectivas estratégicas y geo-económicas por lo menos para los siguientes seis años.
Actualmente, muchos más elementos se han alineado. Verdaderamente los BRICS + pueden en realidad convertirse en un poder político con influencia global.
Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona