El furor del público israelí decisivamente se está tornando contra el gobierno de Benjamín Netanyahu luego de la recuperación de seis rehenes muertos.

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Decididamente el humor del público israelí se está tornando contra el gobierno de Benjamín Netanyahu luego de la recuperación de seis rehenes muertos.

Israel sostiene que los rehenes muertos al estilo de ejecución por combatientes de Hamas mientras tropas israelíes se acercaban para rescatarlos. Hamas sostiene que ellos murieron durante un bombardeo israelí. Informes de la prensa israelí señalan que las autopsias indican heridas de bala. Pero debido a la avalancha de falsedades emitidas por las autoridades israelíes acerca de la violencia en Gaza, nunca se sabe.

Para el público israelí, aquellos turbios detalles no parecen molestarle por ahora. La ira se debe a que los rehenes pudieron haber sido salvados si Netanyahu hubiese aceptado las conversaciones para el cese del fuego y hubiese dado prioridad al rescate de los cautivos.

Luego de once meses de genocida guerra contra Gaza y la Cisjordania, la exasperación israelí por el fracaso de Netanyahu en conseguir el regreso de los rehenes a casa ha llegado a un punto de ebullición.

Durante el fin de semana Tel Aviv y otras ciudades presenciaron las más grandes protestas contra la política sin compromiso de Netanyahu para “derrotar” a Hamas”. El más grande sindicato del país planteó una huelga general para forzar un cese inmediato del fuego con el propósito de conseguir la liberación de alrededor de cien rehenes.

“Lo que estamos consiguiendo es más bien bolsas mortuorias en vez de un cese al fuego” dijo Amon Bard-David, jefe de la Central Sindical Histadrot en tanto alrededor de 580.000 manifestantes bloquearon las rutas de comunicación hacia Tel Aviv y otras ciudades el domingo pasado.

El comercio privado y los servicios públicos están también expresando su apoyo a un parao estatal nacional. La economía israelí está al borde del colapso debido a la guerra de casi un año de duración en contra de Gaza y los países vecinos.

Los indignados familiares de los rehenes y un enorme movimiento público en apoyo, acusaron a Netanyahu de jugar a la ruleta rusa con la vida de aquellos mantenidos en cautiverio en Gaza por la Resistencia Palestina de Hamas.

Algo que incrementa la indignación del público israelí son los informes sobre los últimos seis rehenes es que pudieron haber sido liberados hace semanas si Netanyahu hubiese aceptado un alto al fuego que Hamas ya había aceptado. El primer ministro israelí es acusado de sabotear una tregua gestionada por Egipto y Qatar porque insistió en mantener el control militar de la frontera Egipto-Gaza, área conocida como el Corredor Filadelfi.

Cuando Hamas lanzó su ofensiva el 7 de octubre pasado y obtuvo unos 258 rehenes israelíes, hubo un amplio apoyo a favor de una devastadora represalia contra Gaza. Pero el público israelí de manera creciente se ha desilusionado debido al fracaso de Netanyahu en rescatar a los cautivos que son mantenidos en una profunda red de túneles de Hamas.

La declarada “Guerra contra Hamas” de Netanyahu ha sido una catástrofe, aproximadamente un bombardeo constante, invasión territorial y 2,3 millones de personas sitiadas salvajemente lo cual no ha producido ni la derrota de Hamas como tampoco la liberación de los rehenes.

Aparte de los 258 rehenes tomados inicialmente, los militares israelíes han conseguido rescatar solo ocho de sus ciudadanos vivos. Se cree que 48 de ellos han muertos durante indiscriminados ataques israelíes. Esto se coteja con los más de 48 palestinos que han sido asesinados, 75 por ciento de los cuales se calcula que son mujeres y niños.

Anteriormente, tres rehenes israelíes varones fueron muertos por soldados israelíes, aparentemente por error.

Unos 105 rehenes fueron liberados por Hamas en el mes de noviembre como parte de un negociado intercambio de prisioneros. Eso deja a 97 israelíes todavía ausentes den Gaza.

Para el público israelí, la conclusión es que las negociaciones funcionan si se aseguran las vidas de los rehenes como prioridad.

Hamas asegura que todos los cautivos serán liberados a condición de un total cese del fuego y un retiro total de las fuerzas israelíes de Gaza. Netanyahu se niega a aceptar un fin definitivo de las hostilidades y quiere mantener el control de la seguridad en la frontera Gaza-Egipto. Su intransigencia es evidentemente un impedimento para un trato.

El gobierno de Estados Unidos del presidente Joe Biden sostiene que está tratando de conseguir un cese al fuego negociado. Pero el constante suministro de armamento norteamericano a Israel (50 mil toneladas desde el 7 de octubre ) y sus repetidas promesas de un “incesante apoyo” para la “defensa propia de Israel” de parte de Biden y de la candidata presidencial Kamala Harris como también del rival republicano Donald Trump, todo significa que Netanyahu siente que puede seguir haciendo la guerra con toda impunidad. Abreviando, Washington es cómplice en la creación y prolongación del baño de sangre.

No obstante, el tiempo se está agotando para el acosado Netanyahu , incluso miembros de la línea dura de su gabinete de seguridad se están comenzando a molestar debido a la ausencia de éxito en ganar la denominada guerra para liberar a los rehenes. Existe una consciencia creciente que la obsesión de Netanyahu de destruir a Hamas es fútil y está poniendo en peligro a los demás rehenes.

La única manera que Netanyahu esté obteniendo su supervivencia política , es sacrificando la vida de los demás.

El público israelí ha tenido la suficiente paciencia ritual para ver como su gente está siendo impunemente sacrificada.

Esta semana se ha visto al Aeropuerto Internacional de Tel Aviv y otros sitiados por una furiosa población. La economía israelí ha sido gravemente afectada debido a los enormes costos de la movilización militar. Las protestas apuntan hacia conseguir un alto a todo el aparato del estado, cosa que no será difícil de conseguir debido al mal estado de la economía.

Irónicamente, mientras Netanyahu y sus patrones norteamericanos se han alarmado por un inminente ataque iraní o de parte de Hezbollah contra Israel, el golpe final contra Netanyahu bien podría venir de parte de su propio pueblo.

Traducción: Sergio Anacona