¿No es hora de que las estructuras dirigentes occidentales levanten los ojos de su ensoñación y lean las runas que se manifiestan a su alrededor?

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Las señales están ahí para que todos las lean: Occidente -al pasar por alto deliberadamente esos marcadores explícitos- no puede luego quejarse, ni escapar, de las consecuencias resultantes.

No, la «oreja de lata» no es un nuevo desvarío occidental -un colapso masivo único de la cordura- que estamos viviendo. Es algo peor: el retorno a una versión dogmática y autoritaria de la verdad, de la que el físico disidente Eric Weinstein se queja de que (en Occidente) también ha destruido la verdadera ciencia, ignorando y silenciando sus voces disidentes más importantes, mientras recompensa ampliamente a los farsantes de la Ciencia.

Piénsalo: El Primer Ministro Netanyahu se dirigió al Congreso de EEUU el 24 de julio diciendo, en un modo maniqueísta sin paliativos, que Occidente se enfrenta a un «eje del mal» (Irán y aliados), al que EEUU debe unirse para destruirlo. Fue un llamamiento a participar en la guerra civilizatoria.

Su invitación fue celebrada con 58 ovaciones de los legisladores estadounidenses.

Netanyahu regresó a casa y se encontró con un desastre en la comunidad drusa del Golán. Fragmentos de misiles habían impactado, matando e hiriendo a muchos niños que jugaban al fútbol (las circunstancias exactas aún no están claras).

Sin embargo, la racionalidad occidental es perfectamente capaz de deducir, en primer lugar, que Majdal Shams se encuentra en la Siria ocupada; en segundo lugar, que la comunidad drusa de allí sigue siendo abrumadoramente siria (rechaza la ciudadanía israelí) y en gran medida pro-siria. Y que no son ni judíos ni israelíes. Sin embargo, parece que Occidente no puede aducir otra conclusión muy obvia:

¿Por qué demonios iba Hezbollah a atacar intencionadamente a una comunidad siria en territorio sirio que en gran medida simpatiza con la Resistencia?

No lo harían. Sin embargo, estos hechos obvios son completamente ignorados por una racionalidad que, como sugiere Weinstein, prefiere activamente el fraude a la verdad. El portavoz Kirby dijo que Hezbolá había atacado a niños en el norte de Israel.

El ministro de Defensa israelí dice repetidamente: «No queremos la guerra». Los líderes occidentales repiten como loros el mismo meme: Nadie quiere la guerra. “Confiamos plenamente en que la respuesta de Israel será restringida y se limitará a objetivos militares». La Casa Blanca: «En nuestra opinión, no hay razón para una escalada dramática en el sur del Líbano y todavía hay tiempo y espacio para la diplomacia».

¿Qué ocurre entonces? Dos grandes asesinatos: uno en Beirut y otro en Teherán (es decir, a un invitado en territorio soberano iraní). Los dirigentes occidentales expresan su «preocupación«.

El objetivo de Hamás en Teherán, Ismail Haniyeh, como señaló el primer ministro qatarí, era el negociador clave de los rehenes de Gaza.

Esto también se pasará por alto, aunque la intención de Netanyahu de entretejer a Hamás, Hezbolá e Irán en un único paño del «eje del mal» -hablando así de su tesis de unirse al Congreso- debe ser evidente incluso para un Washington cegado.

Recordemos la nueva «ecuación» que siguió al asesinato de un alto cargo del IRGC en el consulado iraní en abril de 2024: A partir de ahora Irán responderá directamente, y directamente desde Irán. Washington dice que no quiere la guerra con Irán, pero esto último fue explícitamente lo que Netanyahu defendió. ¿Acaso los legisladores no le entendieron?

Durante casi diez meses, Israel ha sido incapaz de estabilizar la situación a lo largo de la frontera norte y permitir el regreso a sus hogares de los israelíes desplazados. Aunque el ataque de Beirut no desemboque en una guerra más amplia, restablecer una estabilidad negociada en la frontera libanesa está ahora fuera de nuestro alcance, como también lo está un acuerdo sobre los rehenes de Gaza.

«¿Cómo puede tener éxito la mediación cuando una parte asesina al negociador de la otra parte?», observó con pesar el primer ministro qatarí al-Thani.

También se «pasará por alto» en Occidente lo que ocurrió en Israel el mismo día en que se produjeron los asesinatos: Los justicieros de derechas descendieron de sus asentamientos, asaltando dos bases militares de las FDI. Las escenas anárquicas de irrupciones masivas, fomentadas por varios miembros de la coalición gobernante, algunos de los cuales participaron en las entradas forzosas, provocaron la airada condena del ministro de Defensa Gallant.

Las invasiones fueron apoyadas por un ministro y varios miembros de la Knesset que pretendían liberar a reservistas sospechosos de abusos con agravantes  y sodomía forzada contra un detenido palestino. Según una fuente de seguridad, el detenido herido fue trasladado a un hospital con graves lesiones, incluso en una parte íntima del cuerpo, que le impidieron caminar.

«El espectáculo de los agentes de la policía militar viniendo a detener a nuestros mejores héroes en Sde Teiman es nada menos que vergonzoso», dijo Ben Gvir, cuyo ministerio controla la Policía de Israel y el Servicio de Prisiones de Israel, sobre el asalto al puesto de las FDI.

Sin embargo, el panorama más amplio, según lo relatado por Yossi Melman, es el siguiente:

Lo que está ocurriendo por parte de la derecha nacionalista mesiánica con el respaldo, guiños o silencio de los ministros y MKs de la derecha es un ‘golpe’. La juventud que baja de las colinas del ‘Estado de Judá’ para actuar con los mismos métodos violentos —utilizados contra los palestinos— (pero ahora) están siendo utilizados contra el estado de Israel. La MK Limor Son Har-Malech (Otzma Yehudit) dijo: ‘El pueblo de Israel luchará contra los enemigos externos y los enemigos que intenten destruirnos desde dentro’ [como aquellos como el Abogado General que busca investigar la tortura que se practica en Sde Teiman]. El concepto de la puñalada por la espalda y la traición interna resuena con las voces en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.

Una vez más, se pasó por alto, pero no salió en las noticias: La situación en Sde Teiman era ampliamente conocida y se decía que era «más horrible que todo lo que hemos oído sobre Abu Ghraib y Guantánamo». Un informe de la ONU ha detallado cómo los palestinos detenidos arbitrariamente se enfrentaban a torturas y malos tratos. Sin embargo, los vigilantes de los asentamientos calificaron de «héroes» a los autores de la violación anal y tacharon de quintacolumnistas a los investigadores de las FDI. Los informes sugieren que los perpetradores de Sde Teiman gozan de protección de alto nivel.

Este relato de tortura sistemática siguió a revelaciones anteriores de que el ejército israelí había marcado a decenas de miles de gazatíes como sospechosos de asesinato, utilizando un sistema de selección de objetivos mediante inteligencia artificial, denominado Lavender, con escasa supervisión humana y una política permisiva con las bajas.

En la misma línea, los ministros del Gabinete de Derecha celebraron el asesinato de Ismail Haniyeh en Teherán en las redes sociales el miércoles por la mañana, como: «Ésta es la forma correcta de purgar el mundo de esta inmundicia», tuiteó el ministro de Patrimonio, Amichay Eliyahu, miembro del partido de extrema derecha Otzma Yehudit del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir:

No más acuerdos imaginarios de ‘paz’/rendición, no más piedad para estos muertos andantes. El puño de hierro que los golpeará es el que traerá tranquilidad y un mínimo de consuelo, y reforzará nuestra capacidad de vivir en paz con quienes buscan la paz. La muerte de Haniyeh hace del mundo un lugar un poco mejor.

¿Cuál es entonces esta «verdad» que Occidente ignora y silencia la realidad, mientras amplifica sus fraudes narrativos? Es que el Israel que presumen comprender es ahora algo muy diferente. Y que tiene una epistemología reñida con el racionalismo mecanicista.

Una secta escatológica de derechas ostenta ahora la mayoría en el gabinete y dispone de una milicia parapolicial dispuesta a atacar al estamento militar y al Estado israelí. Nadie fue detenido por el ataque y la toma de las dos bases. No se atreven.

Moshe «Bogie» Ya’alon, ex Jefe del Estado Mayor de las FDI, que también fue Ministro de Defensa de Israel, dijo lo siguiente en una entrevista de vídeo sobre las fuerzas que están tomando el poder en Israel:

Cuando hablas de Smotrich y Ben Gvir: Tienen un rabino. Se llama Dov Lior. Es el rabino de la resistencia judía, que pretendía volar la Cúpula de la Roca, y antes los autobuses de Jerusalén. ¿Para qué? Para acelerar la «Última Guerra». ¿No los oyes hablar de la Última Guerra o del concepto de «subyugación» de Smotrich? Lee el artículo que publicó en Shiloh en 2017. En primer lugar, este concepto se basa en la supremacía judía: Mein Kampf al revés.

Se me pone la piel de gallina cuando lo digo, tal como él lo dijo. Me crié en una casa de sobrevivientes del Holocausto y con el lema ‘nunca más’. Es Mein Kampf al revés: supremacía judía: y por eso [Smotrich] dice: ‘Mi esposa no entrará en una habitación con un árabe’. Está anclado en la ideología. Y lo que él realmente aspira a hacer – tan pronto como sea posible – es ir a una gran guerra. Una guerra de Gog y Magog. ¿Cómo se avivan las llamas? ¿Una masacre como la de la Cueva de los Patriarcas en 1994? Baruch Goldstein es alumno de este rabino. Ben Gvir ha colgado la foto de Goldstein [en su casa].

Esto es lo que entra en el proceso de toma de decisiones del gobierno israelí.

El rabino Dov Lior ha sido descrito por Netanyahu como la «unidad de élite que dirige Israel», debido a su influencia y control sobre las fuerzas de los colonos. ¿Está renaciendo el Irgún (1) de 1948, basado en gran medida en los mizrahim (2)?

¿No es hora de que las estructuras dirigentes occidentales levanten los ojos de su ensoñación y lean las runas que se manifiestan a su alrededor?

Algunos jugadores serios no piensan como vosotros los occidentales; buscan a Gog y Magog (la profecía de que «los hijos de Israel» saldrán victoriosos en la batalla de Armagedón). A eso se arriesgan.

Notas nuestras

(1) El Irgún, popularmente conocido como Etzel, acrónimo de sus iniciales en hebreo Irgun Zevai Leumi, fue una organización paramilitar sionista que operó durante el Mandato británico de Palestina, entre los años 1931 y 1948.
(2) Los mizrajíes representan una parte minoritaria del pueblo judío que desciende de las comunidades judías de Oriente Próximo y del norte de África. Literalmente mizrají significa «oriental»

Publicado originalmente por Strategic Culture Foundation
Traducción: Observatorio de trabajadores en lucha