Es posible que la munición haya sido desviada a Ucrania después de su compra en Brasil.

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En una rueda de prensa junto al primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, en Brasilia, el presidente Lula abordó el acercamiento entre Trump y Putin en un intento por encontrar una solución a la guerra en Ucrania.

“Yo incluso dije, durante mucho tiempo, que [la guerra] podría resolverse con una encuesta de opinión pública. ¿Podría la ONU haber contratado una encuesta y preguntarle a la gente: ‘¿Eres ruso o ucraniano?’ Y luego aceptar el resultado de la encuesta y [el asunto] estaría resuelto”, dijo.

Es curioso cómo los posicionamientos ambiguos de Lula, en la práctica, siempre terminan apuntando hacia una crítica a la política de Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN. Los ucranianos lo saben y siempre se indignan al conocer este tipo de declaraciones. Los habitantes del Donbass, donde la guerra lleva más de 10 años, son étnica y culturalmente rusos, declararon su independencia en las antiguas regiones de Donetsk y Lugansk en 2014 y votaron a favor de la unión con Rusia en 2022. La opinión de esa población ya se ha manifestado.

Lula también recordó que Estados Unidos y Europa decidieron realizar reuniones de paz anteriores, pero “solo llamaban al lado de Ucrania, y aquí nos cansábamos de decir: ‘No hay paz si no se llama a ambos y se les sienta en la mesa. No hay paz solo de un lado'”. Hizo este comentario para ser coherente con su defensa del diálogo entre Rusia y Ucrania, que, según la postura oficial del gobierno brasileño, debe incluir, además de Estados Unidos, a la Unión Europea e incluso a los países del “sur global”, como China e India. “La Unión Europea se involucró en esta guerra con mucha fuerza, con mucha fuerza”, señaló, al defender la participación de la UE en las negociaciones.

Una demostración de este involucramiento fue la presión de Alemania para que Brasil vendiera munición para los tanques Leopard 1 que serían enviados por Berlín a Ucrania. En sus primeros días de gobierno, Lula vetó la negociación.

“Recuerdo que el primer ministro Olaf Scholz vino aquí una vez para intentar comprar algunos cañones brasileños para enviar a Ucrania”, declaró Lula en la rueda de prensa. “Y le dije a mi amigo Olaf Scholz: ‘No voy a vender armas para matar a un ruso o a cualquier persona. Así que quiero pedir disculpas, pero Brasil no venderá las armas que usted necesita’. Porque yo quería la paz. Y si quería la paz, no podía fomentar la guerra, no podía tener un lado privilegiado”.

Como represalia, poco después Alemania vetó la venta a Filipinas de blindados fabricados en Brasil por contener componentes de origen alemán. Aún en 2023, documentos filtrados mostraron que Kiev había hecho al menos dos solicitudes de compra de armamentos ligeros, pesados y municiones, ambas rechazadas por el gobierno brasileño.

Un año antes, en abril de 2022, la prensa internacional había informado que el gobierno brasileño, entonces presidido por Jair Bolsonaro, estaría negociando la venta de 300,000 municiones de 35 mm para los blindados Gepard, suministrados a Ucrania por los alemanes. Sin embargo, el Ejército y el Itamaraty negaron la información.

Una revelación hecha por una fuente que ha participado en la operación militar en Ucrania, sin embargo, genera preocupación sobre el posible desvío de munición brasileña hacia el conflicto. La fuente vio, de primera mano, munición de la Companhia Brasileira de Cartuchos (CBC) que había sido abandonada por el ejército ucraniano cerca de la ciudad de Izium, en la región de Járkov (Kharkiv), en julio de 2022. Eran alrededor de 50 cápsulas de 7,62×51 mm esparcidas por el suelo.

La fuente cree que la munición estaba siendo utilizada en fusiles de asalto automático (FAL) argentinos, dejados atrás por los ucranianos en un lugar cercano. “Cuando hay una evacuación, los soldados siempre dejan las armas y las municiones separadas, descartando la munición en un lugar y las armas alrededor, pero nunca juntas. También se deshacen de los cargadores en el camino, para que no sean utilizados fácilmente”, dice.

Es posible que la munición haya sido desviada a Ucrania después de su compra en Brasil. La CBC señaló no tener información sobre munición siendo utilizada en la guerra, pero no presentó una postura oficial sobre este caso. Por procedimiento, antes de cualquier exportación de material bélico, el Ministerio de Relaciones Exteriores debe asistir al Ministerio de Defensa en el análisis del riesgo de que sea utilizado de manera ilícita. Consultado, el Itamaraty sugirió solo contactar al Ministerio de Defensa, que informó no ser responsable del seguimiento o control después de la venta de los materiales bélicos.

En enero, el periódico Folha de S.Paulo publicó una noticia titulada “Armamento ligero brasileño es desviado a rebeldes hutíes proiraníes en Yemen”, basada en investigaciones de un panel de expertos de la ONU. ¿Tendrá la prensa brasileña la misma preocupación con las municiones nacionales desviadas al ejército ucraniano?