Español
Raphael Machado
June 20, 2024
© Photo: Public domain

Acompañaremos con atención la evolución de los BRICS, esperando una acción que fortalezca la representatividad de Nuestra América en sus filas.

Únete a nosotros en Telegram Twitter  VK .

Escríbenos: info@strategic-culture.su

En agosto de 2023, Bolivia fue uno de los países que solicitó formalmente su ingreso en las filas de los BRICS, la plataforma de asociaciones económicas e inversiones que se ha convertido, gradualmente, en un proyecto de reestructuración de la arquitectura internacional.

Esta transformación en los propósitos de los BRICS se dio fundamentalmente debido, en primer lugar, a la operación militar especial y al intento occidental de asfixiar a Rusia tras su iniciativa en Ucrania. Pero también es posible notar que China se ha vuelto más escéptica respecto al mantenimiento del “orden internacional basado en reglas” (al menos en su configuración actual) después de las provocaciones estadounidenses en Taiwán en agosto de 2022, con la visita de Nancy Pelosi.

Es por eso que, casi repentinamente, la plataforma de los BRICS, algo letárgica antes de 2022, fue reactivada y cobró nuevo impulso. El cambio de perspectivas sobre el potencial de los BRICS hizo esencial ampliar sus filas, no solo con vistas a aumentar las posibilidades de acuerdos comerciales, sino principalmente para atraer a países interesados en romper el cerco geopolítico, económico y cultural del Occidente atlántico y participar en la construcción de un orden alternativo.

Así, después de años de un BRICS “congelado” en 5 miembros, se dio una rápida expansión de sus filas entre 2023 y principios de 2024, con el ingreso de Egipto, Irán, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos. Argentina rechazó el ingreso tras la toma de posesión de Javier Milei y Arabia Saudita aún no ha formalizado su ingreso.

Y es en este contexto que los últimos eventos internacionales de los BRICS han sido escenario de solicitudes de ingreso y objeto de atención por parte de varios países del mundo, lo que, a su vez, lleva a una preocupación por la construcción de criterios objetivos para el ingreso en las estructuras del bloque.

Bolivia no tardó en abrazar esta posibilidad, encontrando, al menos, el apoyo ruso y, aparentemente, también el apoyo chino para la formalización de este ingreso. Para Luis Arce, Presidente de Bolivia, el ingreso en los BRICS aceleraría su proceso de industrialización, que avanza a un ritmo regular desde hace varios años, contribuyendo a transformar el país andino en un Estado concretamente soberano.

Arce, que busca la facilitación de transferencias tecnológicas así como el acceso a las posibilidades de financiamiento del Banco de los BRICS, dijo recientemente que considera la participación en los BRICS como un interés natural para todos aquellos que quieren participar activamente en la construcción del mundo multipolar emergente, en contraposición al mundo unipolar.

Para los BRICS también, sin embargo, la participación de Bolivia es de interés estratégico relevante, particularmente para Brasil.

La negativa de Argentina a participar en los BRICS debilita la posición latinoamericana en esta articulación, al reducir el peso continental en el bloque. Por razones lógicas, cuanto mayor sea el peso de un determinado continente o esfera civilizacional en los BRICS, más atención recibirá ese espacio en los debates que se desdoblarán en el interior de esta asociación.

Así, se ha vuelto urgente para la integración sudamericana y para los propios intereses brasileños aumentar la presencia de miembros de los BRICS en la región. Y Bolivia, que recientemente confirmó su solicitud de ingreso, es una excelente candidata.

Para el proyecto de integración y consolidación de América del Sur como un polo en un mundo multipolar, así como para los proyectos de reestructuración global de los BRICS, las reservas de litio bolivianas son bastante interesantes. Siendo las mayores del mundo, con 21 millones de toneladas, Bolivia tendrá un papel decisivo en la producción de baterías, incluyendo el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con alternativas energéticas sostenibles. El gas boliviano tampoco es algo para ignorar, ya que el país es, incluso, exportador para Brasil y Argentina.

Pero lo más interesante en lo que concierne a Bolivia es su posición privilegiada en América del Sur, casi confundiéndose con el Heartland continental, que se extiende para abarcar también el norte de Argentina, parte de Paraguay y parte del centro-oeste brasileño. Esta posición central de Bolivia la convierte en un posible eje logístico con la posibilidad de llevar tanto a la Cuenca del Amazonas como a la Cuenca del Plata a través de hidrovías. Su posición sumada al hecho de que sus tierras, especialmente en Santa Cruz, son bastante fértiles, también hacen de esta región estratégica para la seguridad alimentaria continental, una característica que Bolivia comparte con el centro-oeste brasileño.

Una mayor integración con Bolivia, por lo tanto, asume una importancia particular para Brasil, volviéndose instrumental para contrarrestar intentos de dominación atlántica del continente a partir de la costa (Rimland) como vemos desarrollarse a través de la influencia occidental en regiones como Colombia, Ecuador, Chile y Argentina. En este sentido, un eje de articulación Brasil-Bolivia-Venezuela (país que también debe pasar a integrar los BRICS) podría representar un sustento de garantía de la soberanía civilizacional iberoamericana, haciendo infructuosas las incursiones costeras del atlantismo.

Acompañaremos con atención la evolución de los BRICS, esperando una acción que fortalezca la representatividad de Nuestra América en sus filas.

Bolivia en los BRICS: ¿Por qué sería positivo?

Acompañaremos con atención la evolución de los BRICS, esperando una acción que fortalezca la representatividad de Nuestra América en sus filas.

Únete a nosotros en Telegram Twitter  VK .

Escríbenos: info@strategic-culture.su

En agosto de 2023, Bolivia fue uno de los países que solicitó formalmente su ingreso en las filas de los BRICS, la plataforma de asociaciones económicas e inversiones que se ha convertido, gradualmente, en un proyecto de reestructuración de la arquitectura internacional.

Esta transformación en los propósitos de los BRICS se dio fundamentalmente debido, en primer lugar, a la operación militar especial y al intento occidental de asfixiar a Rusia tras su iniciativa en Ucrania. Pero también es posible notar que China se ha vuelto más escéptica respecto al mantenimiento del “orden internacional basado en reglas” (al menos en su configuración actual) después de las provocaciones estadounidenses en Taiwán en agosto de 2022, con la visita de Nancy Pelosi.

Es por eso que, casi repentinamente, la plataforma de los BRICS, algo letárgica antes de 2022, fue reactivada y cobró nuevo impulso. El cambio de perspectivas sobre el potencial de los BRICS hizo esencial ampliar sus filas, no solo con vistas a aumentar las posibilidades de acuerdos comerciales, sino principalmente para atraer a países interesados en romper el cerco geopolítico, económico y cultural del Occidente atlántico y participar en la construcción de un orden alternativo.

Así, después de años de un BRICS “congelado” en 5 miembros, se dio una rápida expansión de sus filas entre 2023 y principios de 2024, con el ingreso de Egipto, Irán, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos. Argentina rechazó el ingreso tras la toma de posesión de Javier Milei y Arabia Saudita aún no ha formalizado su ingreso.

Y es en este contexto que los últimos eventos internacionales de los BRICS han sido escenario de solicitudes de ingreso y objeto de atención por parte de varios países del mundo, lo que, a su vez, lleva a una preocupación por la construcción de criterios objetivos para el ingreso en las estructuras del bloque.

Bolivia no tardó en abrazar esta posibilidad, encontrando, al menos, el apoyo ruso y, aparentemente, también el apoyo chino para la formalización de este ingreso. Para Luis Arce, Presidente de Bolivia, el ingreso en los BRICS aceleraría su proceso de industrialización, que avanza a un ritmo regular desde hace varios años, contribuyendo a transformar el país andino en un Estado concretamente soberano.

Arce, que busca la facilitación de transferencias tecnológicas así como el acceso a las posibilidades de financiamiento del Banco de los BRICS, dijo recientemente que considera la participación en los BRICS como un interés natural para todos aquellos que quieren participar activamente en la construcción del mundo multipolar emergente, en contraposición al mundo unipolar.

Para los BRICS también, sin embargo, la participación de Bolivia es de interés estratégico relevante, particularmente para Brasil.

La negativa de Argentina a participar en los BRICS debilita la posición latinoamericana en esta articulación, al reducir el peso continental en el bloque. Por razones lógicas, cuanto mayor sea el peso de un determinado continente o esfera civilizacional en los BRICS, más atención recibirá ese espacio en los debates que se desdoblarán en el interior de esta asociación.

Así, se ha vuelto urgente para la integración sudamericana y para los propios intereses brasileños aumentar la presencia de miembros de los BRICS en la región. Y Bolivia, que recientemente confirmó su solicitud de ingreso, es una excelente candidata.

Para el proyecto de integración y consolidación de América del Sur como un polo en un mundo multipolar, así como para los proyectos de reestructuración global de los BRICS, las reservas de litio bolivianas son bastante interesantes. Siendo las mayores del mundo, con 21 millones de toneladas, Bolivia tendrá un papel decisivo en la producción de baterías, incluyendo el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con alternativas energéticas sostenibles. El gas boliviano tampoco es algo para ignorar, ya que el país es, incluso, exportador para Brasil y Argentina.

Pero lo más interesante en lo que concierne a Bolivia es su posición privilegiada en América del Sur, casi confundiéndose con el Heartland continental, que se extiende para abarcar también el norte de Argentina, parte de Paraguay y parte del centro-oeste brasileño. Esta posición central de Bolivia la convierte en un posible eje logístico con la posibilidad de llevar tanto a la Cuenca del Amazonas como a la Cuenca del Plata a través de hidrovías. Su posición sumada al hecho de que sus tierras, especialmente en Santa Cruz, son bastante fértiles, también hacen de esta región estratégica para la seguridad alimentaria continental, una característica que Bolivia comparte con el centro-oeste brasileño.

Una mayor integración con Bolivia, por lo tanto, asume una importancia particular para Brasil, volviéndose instrumental para contrarrestar intentos de dominación atlántica del continente a partir de la costa (Rimland) como vemos desarrollarse a través de la influencia occidental en regiones como Colombia, Ecuador, Chile y Argentina. En este sentido, un eje de articulación Brasil-Bolivia-Venezuela (país que también debe pasar a integrar los BRICS) podría representar un sustento de garantía de la soberanía civilizacional iberoamericana, haciendo infructuosas las incursiones costeras del atlantismo.

Acompañaremos con atención la evolución de los BRICS, esperando una acción que fortalezca la representatividad de Nuestra América en sus filas.

Acompañaremos con atención la evolución de los BRICS, esperando una acción que fortalezca la representatividad de Nuestra América en sus filas.

Únete a nosotros en Telegram Twitter  VK .

Escríbenos: info@strategic-culture.su

En agosto de 2023, Bolivia fue uno de los países que solicitó formalmente su ingreso en las filas de los BRICS, la plataforma de asociaciones económicas e inversiones que se ha convertido, gradualmente, en un proyecto de reestructuración de la arquitectura internacional.

Esta transformación en los propósitos de los BRICS se dio fundamentalmente debido, en primer lugar, a la operación militar especial y al intento occidental de asfixiar a Rusia tras su iniciativa en Ucrania. Pero también es posible notar que China se ha vuelto más escéptica respecto al mantenimiento del “orden internacional basado en reglas” (al menos en su configuración actual) después de las provocaciones estadounidenses en Taiwán en agosto de 2022, con la visita de Nancy Pelosi.

Es por eso que, casi repentinamente, la plataforma de los BRICS, algo letárgica antes de 2022, fue reactivada y cobró nuevo impulso. El cambio de perspectivas sobre el potencial de los BRICS hizo esencial ampliar sus filas, no solo con vistas a aumentar las posibilidades de acuerdos comerciales, sino principalmente para atraer a países interesados en romper el cerco geopolítico, económico y cultural del Occidente atlántico y participar en la construcción de un orden alternativo.

Así, después de años de un BRICS “congelado” en 5 miembros, se dio una rápida expansión de sus filas entre 2023 y principios de 2024, con el ingreso de Egipto, Irán, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos. Argentina rechazó el ingreso tras la toma de posesión de Javier Milei y Arabia Saudita aún no ha formalizado su ingreso.

Y es en este contexto que los últimos eventos internacionales de los BRICS han sido escenario de solicitudes de ingreso y objeto de atención por parte de varios países del mundo, lo que, a su vez, lleva a una preocupación por la construcción de criterios objetivos para el ingreso en las estructuras del bloque.

Bolivia no tardó en abrazar esta posibilidad, encontrando, al menos, el apoyo ruso y, aparentemente, también el apoyo chino para la formalización de este ingreso. Para Luis Arce, Presidente de Bolivia, el ingreso en los BRICS aceleraría su proceso de industrialización, que avanza a un ritmo regular desde hace varios años, contribuyendo a transformar el país andino en un Estado concretamente soberano.

Arce, que busca la facilitación de transferencias tecnológicas así como el acceso a las posibilidades de financiamiento del Banco de los BRICS, dijo recientemente que considera la participación en los BRICS como un interés natural para todos aquellos que quieren participar activamente en la construcción del mundo multipolar emergente, en contraposición al mundo unipolar.

Para los BRICS también, sin embargo, la participación de Bolivia es de interés estratégico relevante, particularmente para Brasil.

La negativa de Argentina a participar en los BRICS debilita la posición latinoamericana en esta articulación, al reducir el peso continental en el bloque. Por razones lógicas, cuanto mayor sea el peso de un determinado continente o esfera civilizacional en los BRICS, más atención recibirá ese espacio en los debates que se desdoblarán en el interior de esta asociación.

Así, se ha vuelto urgente para la integración sudamericana y para los propios intereses brasileños aumentar la presencia de miembros de los BRICS en la región. Y Bolivia, que recientemente confirmó su solicitud de ingreso, es una excelente candidata.

Para el proyecto de integración y consolidación de América del Sur como un polo en un mundo multipolar, así como para los proyectos de reestructuración global de los BRICS, las reservas de litio bolivianas son bastante interesantes. Siendo las mayores del mundo, con 21 millones de toneladas, Bolivia tendrá un papel decisivo en la producción de baterías, incluyendo el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con alternativas energéticas sostenibles. El gas boliviano tampoco es algo para ignorar, ya que el país es, incluso, exportador para Brasil y Argentina.

Pero lo más interesante en lo que concierne a Bolivia es su posición privilegiada en América del Sur, casi confundiéndose con el Heartland continental, que se extiende para abarcar también el norte de Argentina, parte de Paraguay y parte del centro-oeste brasileño. Esta posición central de Bolivia la convierte en un posible eje logístico con la posibilidad de llevar tanto a la Cuenca del Amazonas como a la Cuenca del Plata a través de hidrovías. Su posición sumada al hecho de que sus tierras, especialmente en Santa Cruz, son bastante fértiles, también hacen de esta región estratégica para la seguridad alimentaria continental, una característica que Bolivia comparte con el centro-oeste brasileño.

Una mayor integración con Bolivia, por lo tanto, asume una importancia particular para Brasil, volviéndose instrumental para contrarrestar intentos de dominación atlántica del continente a partir de la costa (Rimland) como vemos desarrollarse a través de la influencia occidental en regiones como Colombia, Ecuador, Chile y Argentina. En este sentido, un eje de articulación Brasil-Bolivia-Venezuela (país que también debe pasar a integrar los BRICS) podría representar un sustento de garantía de la soberanía civilizacional iberoamericana, haciendo infructuosas las incursiones costeras del atlantismo.

Acompañaremos con atención la evolución de los BRICS, esperando una acción que fortalezca la representatividad de Nuestra América en sus filas.

The views of individual contributors do not necessarily represent those of the Strategic Culture Foundation.

See also

November 11, 2024

See also

November 11, 2024
The views of individual contributors do not necessarily represent those of the Strategic Culture Foundation.