El innovador despliegue por parte de Yemen del misil hipersónico Hatem-2 contra un buque israelí supone un cambio sísmico en la dinámica de poder regional, desafía las estrategias de Estados Unidos y de sus socios, y pone de manifiesto más avances militares inesperados de Sanaa.
By Khalil NASRALLAH
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A principios de año aparecieron noticias que sugerían que Yemen había realizado experimentos con misiles hipersónicos. Aunque el gobierno de Sanaa guardó silencio entonces, los últimos acontecimientos han acabado con cualquier ambigüedad sobre este desarrollo.
A finales de junio, Yemen anunció oficialmente el uso del misil balístico hipersónico «Hatem-2 » para atacar un buque israelí, el MSC Sarah, en el mar Arábigo. La revelación sitúa a Yemen en el selecto grupo de Estados que poseen armamento tan avanzado, lo que pone de relieve el inesperado avance de Sanaa en tecnología militar a pesar de casi una década de guerra.
Este apoyo no es meramente retórico; ahora se ha demostrado ampliamente mediante acciones concretas, como el despliegue de armamento avanzado. Es importante destacar que el desarrollo y el uso de misiles hipersónicos ponen de relieve la erosión de la disuasión militar estadounidense en la región, una preocupación exacerbada por los recientes fracasos y la posible escalada en Palestina.
Redefinición del poder regional
La presencia de tecnología tan avanzada en Yemen complica los cálculos estratégicos de Estados Unidos y sus aliados, que ahora deben enfrentarse a un adversario más capaz e impredecible.
Fundamentalmente, estas acciones son una respuesta a la agresión saudí-emiratí de nueve años de duración, que ha persistido debido a múltiples factores. Entre ellos, la intervención militar directa de Estados Unidos y Gran Bretaña y el establecimiento de un consejo presidencial respaldado por las milicias y destinado a alcanzar los objetivos políticos estratégicos de los actores extranjeros. Los avances militares de Sanaa están, por tanto, profundamente entrelazados con su postura política y sus objetivos estratégicos nacionales y regionales.
El hecho de que las fuerzas armadas alineadas con Ansaralla apuntaran a un barco israelí con un misil hipersónico marca un cambio significativo en la dinámica militar de Asia Occidental. A diferencia de las pruebas experimentales sobre objetivos estáticos, esta operación demostró la capacidad de Yemen para atacar rápidamente objetivos en movimiento.
Los misiles hipersónicos, que viajan a velocidades superiores a Mach 5 y poseen una maniobrabilidad excepcional, son notoriamente difíciles de interceptar para los sistemas de defensa aérea existentes. Esta capacidad introduce un nuevo nivel de amenaza en el conflicto regional, complicando -e incluso inutilizando- las estrategias de defensa de los adversarios de Yemen.
El Hatem-2 representa una nueva generación de misiles balísticos yemeníes dotados de avanzados sistemas de guiado inteligente, alta maniobrabilidad, velocidades hipersónicas, propulsión por combustible sólido y múltiples versiones con distintos alcances. Esto convierte al Hatem-2 en un arma formidable capaz de realizar ataques precisos y rápidos. El desarrollo de una tecnología tan avanzada en Yemen, un país que lleva casi una década sometido a un severo bloqueo y a continuas agresiones, es digno de mención. Refleja un salto significativo en la tecnología militar y la capacidad estratégica autóctonas.
Respuesta a la agresión saudí-emiratí
El uso de misiles hipersónicos también envía un potente mensaje a Arabia Saudí y EAU. Sanaa ha advertido repetidamente a Riad de que no facilite las acciones militares estadounidenses lanzadas desde su territorio. El reciente ataque contra el portaaviones estadounidense USS Eisenhower en el Mar Rojo es un ejemplo.
Las implicaciones para Arabia Saudí son graves: una agresión continuada contra Yemen podría provocar ataques de represalia más devastadores. La disposición de Sanaa a atacar objetivos de alto valor indica su intención de levantar el bloqueo por medios militares si es necesario. Además, las posibilidades de una resolución pacífica disminuyen a medida que se intensifican los enfrentamientos militares.
Saná, que no temía a la marina estadounidense ni a sus aliados, golpeó profundamente en territorio israelí y no dudará en infligir dolorosos ataques contra Arabia Saudita para levantar el bloqueo. El mensaje del misil hipersónico proporciona un vistazo de lo que posee el frente de resistencia en la región, mostrando sus operaciones integradas y unificadas bajo el lema «Unidad de Frentes» del Eje de Resistencia, capaz de entregar golpes devastadores a través de una vasta área geográfica.
Sanaa rompe el statu quo
La resistencia de Yemen es también un testimonio de la capacidad del país para adaptarse e innovar en condiciones extremas. Mediante la integración de misiles hipersónicos y otras tecnologías sofisticadas, como el barco teledirigido Toofan-1 que apuntó y hundió el buque Tutor en el Mar Rojo, Sanaa no sólo puede defenderse, sino también desafiar a los adversarios con disuasión.
El debut del misil Hatem-2 representa un cambio fundamental en la dinámica de poder regional, ya que los avances militares de Yemen están reconfigurando la realidad estratégica de Asia Occidental. Tanto si el conflicto continúa con su intensidad actual como si se intensifica aún más, las implicaciones de la capacidad de los misiles hipersónicos de Yemen ya están repercutiendo en toda la región.
Los misiles hipersónicos de Yemen no son un mero logro técnico de Sanaa; se entienden mejor como una maniobra estratégica que altera el equilibrio de poder a favor del Eje de la Resistencia y reconfigura la futura trayectoria de la guerra en la región.
Publicado originalmente por The Cradle
Traducción: Observatorio de trabajadores en lucha