Zelensky, el pequeño, diminuto y omnipresente tirano de Kiev, parece haber llegado a buen término.
Los gobiernos occidentales se enfrentan a su propio dilema. Habiendo invertido mucho en presentar a Zelensky como una figura al estilo de Churchill, sustituirlo abiertamente podría socavar el apoyo público a la guerra en sus propios países.
La geometría internacional ha cambiado y Washington necesita acomodarse con todo esto.
A veces me parece asombroso cuán agresivamente los partidarios de Israel se esfuerzan por pisotear las críticas a Israel. Luego recuerdo que esta gente también apoya el asesinato en masa de niños; intentar quitarme el derecho a la libertad de expresión es uno de sus objetivos menos malvados. No debería sorprenderme.
Nunca subestimes el tsunami que se avecina de “análisis” disruptivos y programación predictiva ya integrados en la guerra híbrida contra China, y en la guerra más amplia contra los BRICS.
Retrato despiadado de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, ex primera ministra estonia abiertamente antirrusa.
La democracia es enemiga de Israel y de aquellos que gustan de defender instituciones podridas en manos de la burguesía y del imperialismo.
El caso sigue siendo relevante porque hoy es instrumentalizado por el gobierno de Javier Milei en su acercamiento al Estado de Israel