La ideología es lo que menos mueve a un diputado. Ese puede ser el caso, otra vez.
Murió el general ruso que presidía la defensa contra las armas químicas. Los biolaboratorios ucranianos y las terribles perspectivas del partido de guerra
Ucrania se ha convertido en un gran laboratorio de experimentos de guerras híbridas y de caos total llevados a cabo por los estadounidenses.
Los soldados del régimen sirio y los políticos británicos, todos ellos tienen su precio.
La dependencia – económica, política, militar y cultural – de Estados Unidos resulta, una vez más, absolutamente perjudicial para otros países.
Demasiados europeos han caído en la mentira que si nosotros cortamos toda relación con Rusia estaríamos más seguros.
Con sorprendente aplomo, la prensa internacional nos asegura que lo sucedido en Siria no es un cambio militar de régimen sino una “revolución” que derrocó la República Árabe Siria. Esa prensa no menciona la presencia del ejército turco y de las fuerzas especiales de Estados Unidos. En cambio, esos mismos medios nos abruman con un torrente de propaganda –constantemente desmentida por los hechos– sobre los supuestos crímenes de “Bachar” y nos presenta a los asesinos cortadores de cabezas como respetables “revolucionarios”. Una vez más, la gran prensa internacional nos miente y lo hace deliberadamente.
En general, los israelíes celebran sus ‘victorias’. ¿Les pesará esta euforia a las élites empresariales estadounidenses?