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July 14, 2023
© Photo: Public domain

*/El único país que ha utilizado armamento nuclear – contra civiles — tiene la desfachatez de advertir al mundo acerca que “el verdadero riesgo” es que Rusia emplee armas nucleares./*

Estados Unidos – el único país que ha empleado armamento nuclear en la guerra y eso contra una población mayoritariamente civil – tiene la extrema desfachatez de advertir al mundo acerca que el “verdadero riesgo” es que Rusia emplee armas nucleares.

El verdadero riesgo para la paz mundial emana del loco belicismo de las potencias occidentales, quienes están engañando a sus propias poblaciones acerca de sus criminales provocaciones.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en un acto para recolectar fondos en California el 19 de Junio que él temía que el líder ruso, Vladimir Putin, podría recurrir al empleo de armamento nuclear en el conflicto de Ucrania. Biden está impostando como un degradado psicópata que necesita alejarse de la sórdida corrupción de su propia familia y su criminal belicismo.

Se trata de Estados Unidos y de sus aliados occidentales quienes repetidas veces han fingido que el problema de la guerra en Ucrania se torne nuclear en medio de acusaciones que Rusia es el perverso que tiene un avieso plan. La grosería consiste en que la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos, incesantemente ha estado escalando el conflicto y sin embargo Biden posa como una voz sensata que advierte sobre un peligro catastrófico; el peligro catastrófico es que sus decisiones (o las del estado profundo que él servilmente cumple) han creado.

La última postura de noble apariencia de Biden fue con referencia a la decisión de parte de Moscú de desplegar armamento nuclear táctico en la vecina Bielorrusia (con pleno de acuerdo de parte Minsk, debe señalarse). Cosa que Biden no mencionó. Y que los medios de prensa occidentales generalmente tampoco lo mencionan – es que la decisión conjunta de Rusia y Bielorrusia es recíproca en relación a la vieja anomalía de Estados Unidos desplegando más de cien armas nucleares tácticas en cinco miembros de la OTAN: Bélgica, Alemania, Italia, Holanda y Turquía.

Solo cinco días antes que Biden hiciera su número de caballero de brillante armadura ostensiblemente protegiendo al mundo, el presidente Putin reiteró que el arsenal nuclear de Rusia está exclusivamente para fines disuasivos y defensivos.

Putin se refirió a la bien conocida doctrina de la defensa que estipula que el armamento nuclear podría ser empleado solo si la supervivencia existencial de Rusia es amenazada por una agresión militar. Putin señaló que aunque siempre existe el posible peligro que el conflicto en Ucrania escale hacia una confrontación nuclear, él puso énfasis en que las actuales condiciones no llegan al umbral para emplear semejante armamento.

“Nosotros no necesitamos emplear armamento nuclear táctico” dijo Putin a los delegados al Foro Económico Internacional de San Petersburgo el pasado 16 de Junio.

Sus comentarios fueron tomados como un rechazo categórico a la idea de un primer uso preventivo de armamento nuclear. La doctrina de la defensa de Rusia prohíbe por definición semejante uso. Pero la idea fue controversialmente planteada la semana pasada en un artículo escrito por el eminente analista político ruso, Sergei Karaganov. Un acalorado debate público ruso siguió con varios otros prominentes pensadores y expertos políticos que repudiaron la extrema proposición de Karaganov.

En todo caso, el Comandante en Jefe de Rusia declaró firmemente el mantenimiento del uso solamente defensivo del armamento nuclear. Es decir, Putin descartó cualquier uso preventivo.

No obstante, contra todas las evidencias y declaraciones oficiales, los medios de prensa occidentales han persistido en señalar que es posible que Putin emplee armamento nuclear.

Los últimos comentarios de Biden alimentan ese fuego en particular o debiéramos decir cortina de humo.

Aquí el verdadero peligro no viene de Rusia sino más bien de la repetida inferencia de dirigentes occidentales y medios de prensa que, como lo señal Putin, “rebaja el umbral” para el empleo de armamento nuclear porque inculca una perniciosa normalidad y un miedo paranoico entre el público occidental que espera un desenlace en extremo inhumano. La prohibición a los atletas rusos, la literatura, la música, etc., etc., junto con la constante falta de respeto y deshumanización del pueblo ruso y de sus legítimas preocupaciones por su seguridad, parecieran dirigidas hacia fomentar la noción de que Rusia es capaz de emplear caprichosamente el armamento nuclear.

Es así como trabaja la propaganda. Se trata de un extremadamente peligroso lavado de cerebros o llamarlo de cualquier otra manera: gestión de la percepción, fabricación de consenso o fuegos artificiales.

Biden y su tipo de elites occidentales están llenos de eso. Todos ellos son tan corruptos como un tonel de excrementos.

La narrativa propagandística de los medios de prensa occidentales está enfocada en qué hará o no hará la “malvada Rusia” lo cual es una awesome proyección psicológica destinada a oscurecer la verdadera amenaza a la paz mundial.

El hecho es que Estados Unidos, es el único entre las potencias nucleares en arrogarse el “derecho” a un primer uso del armamento nuclear. Estados Unidos tiene una doctrina denominada “Ataque Global Instantáneo” que es un plan operativo para “decapitar” a un designado enemigo, incluso estados no nucleares mediante un ataque preventivo. Dado el bajo nivel de inteligencia y el hyper hubris que pasan por políticos ahora en Washington y los medios de prensa constituyen una desconcertante contingencia.

Y nunca olvidemos que fue Estados Unidos el dejó caer bombas atómicas contra civiles japoneses, causando más de 200 mil muertos en un holocausto nuclear. Ese horror indescriptible puede considerarse como una acción de un estreno.

Actualmente Estados Unidos no solo ha desplegado armamento nuclear táctico a través de Europa en violación al Tratado de No Proliferación del año 1970 sino que también de manera unilateral anuló tres significativos acuerdos con Rusia, el Tratado Anti Balístico, el Tratado de las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y el Tratado de Cielos Abiertos. Todo eso mientras Estados Unidos instalaba un dispositivo misilístico nuclear de corto alcance en Polonia y Rumania, reduciendo un potencial tiempo de ataque contra Moscú a cuestión de minutos.

Esta semana Estados Unidos desplegó por primera vez bombarderos estratégicos nucleares en Suecia e Indonesia. Uno de sus submarinos nucleares también atracó en Corea del Sur.

Mientras tanto, Estados Unidos y sus socios de la OTAN han armado a un régimen neonazi que odia profundamente a Rusia. Estados Unidos y la Unión Europea están surtiendo a este régimen con cientos de miles de millones de dólares. Durante la cumbre denominada “La Recuperación de Ucrania” esta semana en Londres, varios dirigentes occidentales hablaron acerca de Ucrania refiriéndose a ella como “parte de la familia” y prometieron que efectivamente saquearían, congelando bienes rusos por valor de doscientos mil millones de euros para donarlos al corrupto régimen de Kiev. En realidad, ¡Tremenda familia!

Durante los pasados dieciséis meses desde que Rusia lanzó su intervención militar en Ucrania para desbaratar la agresión patrocinada por la OTAN que fue desatada el año 2014 con un golpe de estado en Kiev patrocinado por la CIA, el presidente Biden y sus lacayos occidentales han escalado el conflicto con armamento cada vez más letal. Tanques fueron suministrados y ahora cazas F-16 están en camino. Esta semana los legisladores norteamericanos le pidieron a Biden que suministrara Misiles Tácticos Militares (ATACMS sigla en inglés) que tienen un alcance de trescientos kilómetros.

Gran Bretaña ya ha suministrado misiles Storm Shadow de largo alcance.

Un puente en la Crimea en manos de Rusia esta semana fue alcanzado por misiles de largo alcance. Misiles de la OTAN también fueron empleados para destruir la Represa Kajovka en la localidad de Jerson Oblast como también para golpear territorio ruso anterior a la guerra. El régimen de Kiev apoyado por la OTAN ha atacado Moscú con drones armados.

A pesar del extraordinario gasto y esfuerzo occidental para utilizar al régimen de Kiev como un ariete para estratégicamente derrotar a Rusia, la guerra por encargo en Ucrania la están perdiendo frente a Rusia. Kiev podrá estar armado hasta los dientes pero las fuerzas rusas le están tumbando esos dientes a una tasa formidable.

La contra ofensiva lanzada el pasado 4 de junio por el régimen de Kiev está siendo diezmada por las fuerzas rusas. Eso significa que el gobierno de Biden sin piedad y cínicamente condujo a Ucrania hacia la masacre. Alrededor de 200 a 300 mil militares ucranianos en total han perdido la vida desde el inicio de la guerra; trece mil en las últimas tres semanas de acuerdo con el Ministerio de la Defensa de Rusia. El aspecto verdaderamente aborrecible es que la guerra pudo haber sido evitada o por lo menos detenida en el mes de marzo del 2022 firmando un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev. Ese acuerdo conocido como el Tratado de Estambul fue asfixiado al nacer y lanzado al basurero por parte de Washington y Londres debido a que las potencias occidentales están obsesionadas por derrotar a Rusia hasta el “último ucraniano”.

No se trata de una hipérbole decir que Estados Unidos y el eje de la OTAN son los herederos de la Alemania Nazi. Esta semana marcó el ochenta y dos aniversario de la invasión nazi a la Unión Soviética en el mes de junio de 1941. Alrededor de 27 millones de rusos y de otros pueblos eslavos perdieron la vida en esa agresión que finalmente terminó con la heroica victoria del Ejército Rojo en Berlín.

Para Washington y sus socios en el crimen, la OTAN, la larga guerra contra Rusia continúa. Pero la victoria de Rusia en el campo de batalla parece asegurada a partir de sus superiores fuerzas militares.

Esto se está encaminando hacia una histórica debacle –incluso se podría decir némesis—por parte de las potencias occidentales. Se están enfrentando a una derrota no solo militar sino política y moralmente. Su antiguo engaño y charada como “excepcional” y su “superioridad moral” están siendo destruidos. Dado que lo que está en juego es increíblemente alto, con una inminente y desastrosa derrota, el peligro real es que Biden y sus corruptos aparatos occidentales de gobierno duplicarán sus pérdidas para desesperadamente reponerse. ¿Washington, Londres y compañía, aumentarán aún más el suministro de armamento para Ucrania, desplegarán divisiones de la OTAN en el terreno o recurrirán o provocarán una guerra nuclear con Rusia?

Cada palabra proferida por la boca de las potencias occidentales es una perversa proyección de su propia nefasta y criminal conducta.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

Editorial Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

Biden “advierte” que Putin usaria armas nucleares: perversa proyeccion de Estados Unidos

*/El único país que ha utilizado armamento nuclear – contra civiles — tiene la desfachatez de advertir al mundo acerca que “el verdadero riesgo” es que Rusia emplee armas nucleares./*

Estados Unidos – el único país que ha empleado armamento nuclear en la guerra y eso contra una población mayoritariamente civil – tiene la extrema desfachatez de advertir al mundo acerca que el “verdadero riesgo” es que Rusia emplee armas nucleares.

El verdadero riesgo para la paz mundial emana del loco belicismo de las potencias occidentales, quienes están engañando a sus propias poblaciones acerca de sus criminales provocaciones.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en un acto para recolectar fondos en California el 19 de Junio que él temía que el líder ruso, Vladimir Putin, podría recurrir al empleo de armamento nuclear en el conflicto de Ucrania. Biden está impostando como un degradado psicópata que necesita alejarse de la sórdida corrupción de su propia familia y su criminal belicismo.

Se trata de Estados Unidos y de sus aliados occidentales quienes repetidas veces han fingido que el problema de la guerra en Ucrania se torne nuclear en medio de acusaciones que Rusia es el perverso que tiene un avieso plan. La grosería consiste en que la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos, incesantemente ha estado escalando el conflicto y sin embargo Biden posa como una voz sensata que advierte sobre un peligro catastrófico; el peligro catastrófico es que sus decisiones (o las del estado profundo que él servilmente cumple) han creado.

La última postura de noble apariencia de Biden fue con referencia a la decisión de parte de Moscú de desplegar armamento nuclear táctico en la vecina Bielorrusia (con pleno de acuerdo de parte Minsk, debe señalarse). Cosa que Biden no mencionó. Y que los medios de prensa occidentales generalmente tampoco lo mencionan – es que la decisión conjunta de Rusia y Bielorrusia es recíproca en relación a la vieja anomalía de Estados Unidos desplegando más de cien armas nucleares tácticas en cinco miembros de la OTAN: Bélgica, Alemania, Italia, Holanda y Turquía.

Solo cinco días antes que Biden hiciera su número de caballero de brillante armadura ostensiblemente protegiendo al mundo, el presidente Putin reiteró que el arsenal nuclear de Rusia está exclusivamente para fines disuasivos y defensivos.

Putin se refirió a la bien conocida doctrina de la defensa que estipula que el armamento nuclear podría ser empleado solo si la supervivencia existencial de Rusia es amenazada por una agresión militar. Putin señaló que aunque siempre existe el posible peligro que el conflicto en Ucrania escale hacia una confrontación nuclear, él puso énfasis en que las actuales condiciones no llegan al umbral para emplear semejante armamento.

“Nosotros no necesitamos emplear armamento nuclear táctico” dijo Putin a los delegados al Foro Económico Internacional de San Petersburgo el pasado 16 de Junio.

Sus comentarios fueron tomados como un rechazo categórico a la idea de un primer uso preventivo de armamento nuclear. La doctrina de la defensa de Rusia prohíbe por definición semejante uso. Pero la idea fue controversialmente planteada la semana pasada en un artículo escrito por el eminente analista político ruso, Sergei Karaganov. Un acalorado debate público ruso siguió con varios otros prominentes pensadores y expertos políticos que repudiaron la extrema proposición de Karaganov.

En todo caso, el Comandante en Jefe de Rusia declaró firmemente el mantenimiento del uso solamente defensivo del armamento nuclear. Es decir, Putin descartó cualquier uso preventivo.

No obstante, contra todas las evidencias y declaraciones oficiales, los medios de prensa occidentales han persistido en señalar que es posible que Putin emplee armamento nuclear.

Los últimos comentarios de Biden alimentan ese fuego en particular o debiéramos decir cortina de humo.

Aquí el verdadero peligro no viene de Rusia sino más bien de la repetida inferencia de dirigentes occidentales y medios de prensa que, como lo señal Putin, “rebaja el umbral” para el empleo de armamento nuclear porque inculca una perniciosa normalidad y un miedo paranoico entre el público occidental que espera un desenlace en extremo inhumano. La prohibición a los atletas rusos, la literatura, la música, etc., etc., junto con la constante falta de respeto y deshumanización del pueblo ruso y de sus legítimas preocupaciones por su seguridad, parecieran dirigidas hacia fomentar la noción de que Rusia es capaz de emplear caprichosamente el armamento nuclear.

Es así como trabaja la propaganda. Se trata de un extremadamente peligroso lavado de cerebros o llamarlo de cualquier otra manera: gestión de la percepción, fabricación de consenso o fuegos artificiales.

Biden y su tipo de elites occidentales están llenos de eso. Todos ellos son tan corruptos como un tonel de excrementos.

La narrativa propagandística de los medios de prensa occidentales está enfocada en qué hará o no hará la “malvada Rusia” lo cual es una awesome proyección psicológica destinada a oscurecer la verdadera amenaza a la paz mundial.

El hecho es que Estados Unidos, es el único entre las potencias nucleares en arrogarse el “derecho” a un primer uso del armamento nuclear. Estados Unidos tiene una doctrina denominada “Ataque Global Instantáneo” que es un plan operativo para “decapitar” a un designado enemigo, incluso estados no nucleares mediante un ataque preventivo. Dado el bajo nivel de inteligencia y el hyper hubris que pasan por políticos ahora en Washington y los medios de prensa constituyen una desconcertante contingencia.

Y nunca olvidemos que fue Estados Unidos el dejó caer bombas atómicas contra civiles japoneses, causando más de 200 mil muertos en un holocausto nuclear. Ese horror indescriptible puede considerarse como una acción de un estreno.

Actualmente Estados Unidos no solo ha desplegado armamento nuclear táctico a través de Europa en violación al Tratado de No Proliferación del año 1970 sino que también de manera unilateral anuló tres significativos acuerdos con Rusia, el Tratado Anti Balístico, el Tratado de las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y el Tratado de Cielos Abiertos. Todo eso mientras Estados Unidos instalaba un dispositivo misilístico nuclear de corto alcance en Polonia y Rumania, reduciendo un potencial tiempo de ataque contra Moscú a cuestión de minutos.

Esta semana Estados Unidos desplegó por primera vez bombarderos estratégicos nucleares en Suecia e Indonesia. Uno de sus submarinos nucleares también atracó en Corea del Sur.

Mientras tanto, Estados Unidos y sus socios de la OTAN han armado a un régimen neonazi que odia profundamente a Rusia. Estados Unidos y la Unión Europea están surtiendo a este régimen con cientos de miles de millones de dólares. Durante la cumbre denominada “La Recuperación de Ucrania” esta semana en Londres, varios dirigentes occidentales hablaron acerca de Ucrania refiriéndose a ella como “parte de la familia” y prometieron que efectivamente saquearían, congelando bienes rusos por valor de doscientos mil millones de euros para donarlos al corrupto régimen de Kiev. En realidad, ¡Tremenda familia!

Durante los pasados dieciséis meses desde que Rusia lanzó su intervención militar en Ucrania para desbaratar la agresión patrocinada por la OTAN que fue desatada el año 2014 con un golpe de estado en Kiev patrocinado por la CIA, el presidente Biden y sus lacayos occidentales han escalado el conflicto con armamento cada vez más letal. Tanques fueron suministrados y ahora cazas F-16 están en camino. Esta semana los legisladores norteamericanos le pidieron a Biden que suministrara Misiles Tácticos Militares (ATACMS sigla en inglés) que tienen un alcance de trescientos kilómetros.

Gran Bretaña ya ha suministrado misiles Storm Shadow de largo alcance.

Un puente en la Crimea en manos de Rusia esta semana fue alcanzado por misiles de largo alcance. Misiles de la OTAN también fueron empleados para destruir la Represa Kajovka en la localidad de Jerson Oblast como también para golpear territorio ruso anterior a la guerra. El régimen de Kiev apoyado por la OTAN ha atacado Moscú con drones armados.

A pesar del extraordinario gasto y esfuerzo occidental para utilizar al régimen de Kiev como un ariete para estratégicamente derrotar a Rusia, la guerra por encargo en Ucrania la están perdiendo frente a Rusia. Kiev podrá estar armado hasta los dientes pero las fuerzas rusas le están tumbando esos dientes a una tasa formidable.

La contra ofensiva lanzada el pasado 4 de junio por el régimen de Kiev está siendo diezmada por las fuerzas rusas. Eso significa que el gobierno de Biden sin piedad y cínicamente condujo a Ucrania hacia la masacre. Alrededor de 200 a 300 mil militares ucranianos en total han perdido la vida desde el inicio de la guerra; trece mil en las últimas tres semanas de acuerdo con el Ministerio de la Defensa de Rusia. El aspecto verdaderamente aborrecible es que la guerra pudo haber sido evitada o por lo menos detenida en el mes de marzo del 2022 firmando un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev. Ese acuerdo conocido como el Tratado de Estambul fue asfixiado al nacer y lanzado al basurero por parte de Washington y Londres debido a que las potencias occidentales están obsesionadas por derrotar a Rusia hasta el “último ucraniano”.

No se trata de una hipérbole decir que Estados Unidos y el eje de la OTAN son los herederos de la Alemania Nazi. Esta semana marcó el ochenta y dos aniversario de la invasión nazi a la Unión Soviética en el mes de junio de 1941. Alrededor de 27 millones de rusos y de otros pueblos eslavos perdieron la vida en esa agresión que finalmente terminó con la heroica victoria del Ejército Rojo en Berlín.

Para Washington y sus socios en el crimen, la OTAN, la larga guerra contra Rusia continúa. Pero la victoria de Rusia en el campo de batalla parece asegurada a partir de sus superiores fuerzas militares.

Esto se está encaminando hacia una histórica debacle –incluso se podría decir némesis—por parte de las potencias occidentales. Se están enfrentando a una derrota no solo militar sino política y moralmente. Su antiguo engaño y charada como “excepcional” y su “superioridad moral” están siendo destruidos. Dado que lo que está en juego es increíblemente alto, con una inminente y desastrosa derrota, el peligro real es que Biden y sus corruptos aparatos occidentales de gobierno duplicarán sus pérdidas para desesperadamente reponerse. ¿Washington, Londres y compañía, aumentarán aún más el suministro de armamento para Ucrania, desplegarán divisiones de la OTAN en el terreno o recurrirán o provocarán una guerra nuclear con Rusia?

Cada palabra proferida por la boca de las potencias occidentales es una perversa proyección de su propia nefasta y criminal conducta.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

Editorial Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

*/El único país que ha utilizado armamento nuclear – contra civiles — tiene la desfachatez de advertir al mundo acerca que “el verdadero riesgo” es que Rusia emplee armas nucleares./*

Estados Unidos – el único país que ha empleado armamento nuclear en la guerra y eso contra una población mayoritariamente civil – tiene la extrema desfachatez de advertir al mundo acerca que el “verdadero riesgo” es que Rusia emplee armas nucleares.

El verdadero riesgo para la paz mundial emana del loco belicismo de las potencias occidentales, quienes están engañando a sus propias poblaciones acerca de sus criminales provocaciones.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en un acto para recolectar fondos en California el 19 de Junio que él temía que el líder ruso, Vladimir Putin, podría recurrir al empleo de armamento nuclear en el conflicto de Ucrania. Biden está impostando como un degradado psicópata que necesita alejarse de la sórdida corrupción de su propia familia y su criminal belicismo.

Se trata de Estados Unidos y de sus aliados occidentales quienes repetidas veces han fingido que el problema de la guerra en Ucrania se torne nuclear en medio de acusaciones que Rusia es el perverso que tiene un avieso plan. La grosería consiste en que la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos, incesantemente ha estado escalando el conflicto y sin embargo Biden posa como una voz sensata que advierte sobre un peligro catastrófico; el peligro catastrófico es que sus decisiones (o las del estado profundo que él servilmente cumple) han creado.

La última postura de noble apariencia de Biden fue con referencia a la decisión de parte de Moscú de desplegar armamento nuclear táctico en la vecina Bielorrusia (con pleno de acuerdo de parte Minsk, debe señalarse). Cosa que Biden no mencionó. Y que los medios de prensa occidentales generalmente tampoco lo mencionan – es que la decisión conjunta de Rusia y Bielorrusia es recíproca en relación a la vieja anomalía de Estados Unidos desplegando más de cien armas nucleares tácticas en cinco miembros de la OTAN: Bélgica, Alemania, Italia, Holanda y Turquía.

Solo cinco días antes que Biden hiciera su número de caballero de brillante armadura ostensiblemente protegiendo al mundo, el presidente Putin reiteró que el arsenal nuclear de Rusia está exclusivamente para fines disuasivos y defensivos.

Putin se refirió a la bien conocida doctrina de la defensa que estipula que el armamento nuclear podría ser empleado solo si la supervivencia existencial de Rusia es amenazada por una agresión militar. Putin señaló que aunque siempre existe el posible peligro que el conflicto en Ucrania escale hacia una confrontación nuclear, él puso énfasis en que las actuales condiciones no llegan al umbral para emplear semejante armamento.

“Nosotros no necesitamos emplear armamento nuclear táctico” dijo Putin a los delegados al Foro Económico Internacional de San Petersburgo el pasado 16 de Junio.

Sus comentarios fueron tomados como un rechazo categórico a la idea de un primer uso preventivo de armamento nuclear. La doctrina de la defensa de Rusia prohíbe por definición semejante uso. Pero la idea fue controversialmente planteada la semana pasada en un artículo escrito por el eminente analista político ruso, Sergei Karaganov. Un acalorado debate público ruso siguió con varios otros prominentes pensadores y expertos políticos que repudiaron la extrema proposición de Karaganov.

En todo caso, el Comandante en Jefe de Rusia declaró firmemente el mantenimiento del uso solamente defensivo del armamento nuclear. Es decir, Putin descartó cualquier uso preventivo.

No obstante, contra todas las evidencias y declaraciones oficiales, los medios de prensa occidentales han persistido en señalar que es posible que Putin emplee armamento nuclear.

Los últimos comentarios de Biden alimentan ese fuego en particular o debiéramos decir cortina de humo.

Aquí el verdadero peligro no viene de Rusia sino más bien de la repetida inferencia de dirigentes occidentales y medios de prensa que, como lo señal Putin, “rebaja el umbral” para el empleo de armamento nuclear porque inculca una perniciosa normalidad y un miedo paranoico entre el público occidental que espera un desenlace en extremo inhumano. La prohibición a los atletas rusos, la literatura, la música, etc., etc., junto con la constante falta de respeto y deshumanización del pueblo ruso y de sus legítimas preocupaciones por su seguridad, parecieran dirigidas hacia fomentar la noción de que Rusia es capaz de emplear caprichosamente el armamento nuclear.

Es así como trabaja la propaganda. Se trata de un extremadamente peligroso lavado de cerebros o llamarlo de cualquier otra manera: gestión de la percepción, fabricación de consenso o fuegos artificiales.

Biden y su tipo de elites occidentales están llenos de eso. Todos ellos son tan corruptos como un tonel de excrementos.

La narrativa propagandística de los medios de prensa occidentales está enfocada en qué hará o no hará la “malvada Rusia” lo cual es una awesome proyección psicológica destinada a oscurecer la verdadera amenaza a la paz mundial.

El hecho es que Estados Unidos, es el único entre las potencias nucleares en arrogarse el “derecho” a un primer uso del armamento nuclear. Estados Unidos tiene una doctrina denominada “Ataque Global Instantáneo” que es un plan operativo para “decapitar” a un designado enemigo, incluso estados no nucleares mediante un ataque preventivo. Dado el bajo nivel de inteligencia y el hyper hubris que pasan por políticos ahora en Washington y los medios de prensa constituyen una desconcertante contingencia.

Y nunca olvidemos que fue Estados Unidos el dejó caer bombas atómicas contra civiles japoneses, causando más de 200 mil muertos en un holocausto nuclear. Ese horror indescriptible puede considerarse como una acción de un estreno.

Actualmente Estados Unidos no solo ha desplegado armamento nuclear táctico a través de Europa en violación al Tratado de No Proliferación del año 1970 sino que también de manera unilateral anuló tres significativos acuerdos con Rusia, el Tratado Anti Balístico, el Tratado de las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y el Tratado de Cielos Abiertos. Todo eso mientras Estados Unidos instalaba un dispositivo misilístico nuclear de corto alcance en Polonia y Rumania, reduciendo un potencial tiempo de ataque contra Moscú a cuestión de minutos.

Esta semana Estados Unidos desplegó por primera vez bombarderos estratégicos nucleares en Suecia e Indonesia. Uno de sus submarinos nucleares también atracó en Corea del Sur.

Mientras tanto, Estados Unidos y sus socios de la OTAN han armado a un régimen neonazi que odia profundamente a Rusia. Estados Unidos y la Unión Europea están surtiendo a este régimen con cientos de miles de millones de dólares. Durante la cumbre denominada “La Recuperación de Ucrania” esta semana en Londres, varios dirigentes occidentales hablaron acerca de Ucrania refiriéndose a ella como “parte de la familia” y prometieron que efectivamente saquearían, congelando bienes rusos por valor de doscientos mil millones de euros para donarlos al corrupto régimen de Kiev. En realidad, ¡Tremenda familia!

Durante los pasados dieciséis meses desde que Rusia lanzó su intervención militar en Ucrania para desbaratar la agresión patrocinada por la OTAN que fue desatada el año 2014 con un golpe de estado en Kiev patrocinado por la CIA, el presidente Biden y sus lacayos occidentales han escalado el conflicto con armamento cada vez más letal. Tanques fueron suministrados y ahora cazas F-16 están en camino. Esta semana los legisladores norteamericanos le pidieron a Biden que suministrara Misiles Tácticos Militares (ATACMS sigla en inglés) que tienen un alcance de trescientos kilómetros.

Gran Bretaña ya ha suministrado misiles Storm Shadow de largo alcance.

Un puente en la Crimea en manos de Rusia esta semana fue alcanzado por misiles de largo alcance. Misiles de la OTAN también fueron empleados para destruir la Represa Kajovka en la localidad de Jerson Oblast como también para golpear territorio ruso anterior a la guerra. El régimen de Kiev apoyado por la OTAN ha atacado Moscú con drones armados.

A pesar del extraordinario gasto y esfuerzo occidental para utilizar al régimen de Kiev como un ariete para estratégicamente derrotar a Rusia, la guerra por encargo en Ucrania la están perdiendo frente a Rusia. Kiev podrá estar armado hasta los dientes pero las fuerzas rusas le están tumbando esos dientes a una tasa formidable.

La contra ofensiva lanzada el pasado 4 de junio por el régimen de Kiev está siendo diezmada por las fuerzas rusas. Eso significa que el gobierno de Biden sin piedad y cínicamente condujo a Ucrania hacia la masacre. Alrededor de 200 a 300 mil militares ucranianos en total han perdido la vida desde el inicio de la guerra; trece mil en las últimas tres semanas de acuerdo con el Ministerio de la Defensa de Rusia. El aspecto verdaderamente aborrecible es que la guerra pudo haber sido evitada o por lo menos detenida en el mes de marzo del 2022 firmando un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev. Ese acuerdo conocido como el Tratado de Estambul fue asfixiado al nacer y lanzado al basurero por parte de Washington y Londres debido a que las potencias occidentales están obsesionadas por derrotar a Rusia hasta el “último ucraniano”.

No se trata de una hipérbole decir que Estados Unidos y el eje de la OTAN son los herederos de la Alemania Nazi. Esta semana marcó el ochenta y dos aniversario de la invasión nazi a la Unión Soviética en el mes de junio de 1941. Alrededor de 27 millones de rusos y de otros pueblos eslavos perdieron la vida en esa agresión que finalmente terminó con la heroica victoria del Ejército Rojo en Berlín.

Para Washington y sus socios en el crimen, la OTAN, la larga guerra contra Rusia continúa. Pero la victoria de Rusia en el campo de batalla parece asegurada a partir de sus superiores fuerzas militares.

Esto se está encaminando hacia una histórica debacle –incluso se podría decir némesis—por parte de las potencias occidentales. Se están enfrentando a una derrota no solo militar sino política y moralmente. Su antiguo engaño y charada como “excepcional” y su “superioridad moral” están siendo destruidos. Dado que lo que está en juego es increíblemente alto, con una inminente y desastrosa derrota, el peligro real es que Biden y sus corruptos aparatos occidentales de gobierno duplicarán sus pérdidas para desesperadamente reponerse. ¿Washington, Londres y compañía, aumentarán aún más el suministro de armamento para Ucrania, desplegarán divisiones de la OTAN en el terreno o recurrirán o provocarán una guerra nuclear con Rusia?

Cada palabra proferida por la boca de las potencias occidentales es una perversa proyección de su propia nefasta y criminal conducta.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

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The views of individual contributors do not necessarily represent those of the Strategic Culture Foundation.

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