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Hace ya un año y medio que las fuerzas armadas de Israel utilizan la lucha contra el Hamas como justificación para masacrar la población civil en Gaza y, en definitiva, para colonizar ese territorio palestino. Pero las potencias occidentales han esperado hasta ahora para dar muestras de inquietud frente a los crímenes de Israel contra los civiles de Gaza. Por desgracia, nada hay de honorable en esa tardía “crisis” de empatía europea hacia los civiles de Gaza. En realidad, la Unión Europea y la oposición israelí no hacen otra cosa que adaptarse al giro “trumpista” de Estados Unidos [1], pero siguen sin apoyar la denuncia que Sudáfrica presentó contra Israel ante la Corte de Justicia Internacional (CPI) y sólo a regañadientes mencionan la posibilidad de reconocer un Estado palestino.
• La única excepción notable en ese sentido es España, país que, desde hace un año, ha venido tratando de detener la masacre y los sufrimientos que Israel impone a los palestinos. El primer ministro español, Pedro Sánchez, llamó el 17 de mayo a ejercer presión sobre Israel para poner fin a la masacre contra los civiles palestinos. Sánchez mencionó todo tipo de formas de presión, incluyendo algunas meramente simbólicas, como la posibilidad de excluir a Israel de Eurovisión.
El 20 de mayo, el parlamento español adoptó una propuesta en la que los partidos de izquierda llaman a prohibir toda venta de armas a Israel, debido a lo que se denomina en el texto como la “guerra genocida” de Israel contra la población palestina de la franja de Gaza.
El Grupo de Madrid se reunirá el 25 de mayo. Esa sería la quinta reunión del Grupo de Madrid, cuyos miembros europeos son España, Noruega, Eslovenia e Irlanda. Los miembros musulmanes de ese Grupo son Palestina, Arabia Saudita, Jordania, Turquía, Egipto, Qatar y Bahréin.
Ante el Consejo Europeo, el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, calificó la situación en Gaza de “insostenible, insoportable, inhumana”. Agregó que la Unión Europea debe tratar por todos los medios de poner fin a la masacre de civiles palestinos, recordó que miles de camiones de ayuda humanitaria siguen bloqueados en espera de que Israel autorice su paso a la franja de Gaza e insistió en que esa ayuda humanitaria se ha financiado con fondos europeos.
• El 20 de mayo, el Reino Unido –país que ha mantenido su apoyo militar a Israel, llegando incluso a recibir en secreto a altos jefes militares israelíes– anunció la suspensión de sus negociaciones comerciales con Israel y la adopción de sanciones contra los colonos israelíes de Cisjordania. Esos anuncios llegaron menos de un día después de que el gobierno británico prometiera “acciones concretas” si Israel no detiene su nueva ofensiva militar en Gaza.
El ministro británico de Exteriores, David Lammy, declaró: “La historia los juzgará. Bloquear la ayuda, extender la guerra, ignorar las preocupaciones de sus amigos y socios. Eso es indefendible y debe cesar.”
• El viceprimer ministro y ministro de Exteriores de Luxemburgo, Xavier Bettel, también abordó la situación de Gaza ante el Consejo Europeo: “Hay que decir a los israelíes que hay situaciones en las que ya no valen palabras, justificaciones ni excusas y que es por eso que tenemos que analizar el acuerdo de asociación, que la Comisión Europea pueda verificar si todavía se respetan los derechos humanos. Ya no podemos seguir cerrando los ojos. Hay ayuda humanitaria pero no está entrando. Si la gente no muere bajo las bombas, muere de hambre o por falta de cuidados [médicos].”
• La vicepresidente de la Comisión Europea y Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la estonia Kaja Kallas, comentó: “Mientras tanto, corresponde a Israel desbloquear la ayuda humanitaria. Salvar vidas debe ser nuestra prioridad absoluta. La situación en Gaza es catastrófica. La ayuda es una gota de agua en el océano. La ayuda humanitaria tiene que llegar inmediatamente. Una presión urgente y sostenida se hace necesaria para provocar un cambio real.”
• En definitiva, 17 Estados miembros de la Unión Europea (Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia y Suecia) solicitaron que se revise el acuerdo de asociación con Israel. Letonia se abstuvo y 9 países (Alemania, Croacia, Hungría, República Checa, Italia, Lituania, Bulgaria, Grecia y Chipre) votaron contra la revisión.
• El Consejo Europeo designó al francés Christophe Bigot para representarlo en el proceso de paz en Medio Oriente. Este ex embajador de Francia en Israel fue también director de la inteligencia francesa para el exterior (DGSE) durante la guerra contra Siria.
• Entrevistado el 20 de mayo por la radio estatal israelí, el presidente del Partido Laborista de Israel, Yair Golan, expresó inquietud porque ve como Israel “se convierte en un Estado paria entre las naciones, como la antigua Sudáfrica, si no da marcha atrás y actúa como un país sano”. Precisó que para eso Israel tendría que ser un país que “no inicia combates contra civiles, que no ve el hecho de matar niños como la práctica de hobby, que no se plantea como objetivo la expulsión de un pueblo”.
Publicado originalmente por voltairenet.org