Estados Unidos se encuentra en medio de una crisis social interna que está degenerando hacia un punto impensable.
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Si quizás algo hasta ahora no quedó suficientemente claro, ahora no existe una excusa para no comprender cómo están las cosas: Estados Unidos está en medio de una crisis social interna que está degenerando hacia un punto de lo impensable.
El régimen operativo del Estado Profundo con estrellas y franjas, está dispuesto a matar a sus opositores, incluso en su propio país, como fue el caso en los días de John F. Kennedy, como fue el caso en semanas recientes en Europa con el intento de asesinar a Robert Fico y a la seguridad de Víctor Orban, como sucedió en el Medio Oriente con Ibrahim Raisi y también como quizás suceda otra vez. No existe otra manera: La brutal violencia es la última opción efectiva para ellos.
Después de todo, eliminar al opositor es una regla que los norteamericanos conocen muy bien y que la han aplicado indiscriminadamente durante décadas en todo el mundo.
La violencia el racismo, guerras interminables todo cometido en nombre de la democracia, apoyo al terrorismo de Israel, la ganancia ante todo, el creciente número de los sin casa en las calles, armas de fuego vendidas prácticamente en los supermercados, hombres que ya no son lúcidos son mantenidos específicamente en la Casa Blanca de manera que otro (que no ha sido elegido) esté a cargo.
Ataques afortunadamente fallidos, más ataques exitosos, golpes de estado casi en todo el mundo, planificación de revoluciones de colores, mentiras sobre mentiras expresadas para justificar guerras invasivas que el sistema de prensa corporativa quiere que creamos que son misiones de paz. A eso se reduce actualmente el carácter de Estados Unidos de Norte América.
Especialmente hoy en día.
Justamente ahora el ataque contra Donald Trump en medio de una crisis en los medios debido a los errores garrafales de Joe Biden, errores que ya no pueden ser ocultados a los ciudadanos norteamericanos, que son de enorme impacto y pueden ser interpretados en diferentes sentidos. Lo que conforma el trasfondo de todo esto es la crisis en la política interna de la nación ahora bordeando una guerra civil. Imaginémonos si Trump hubiese sido asesinado: ¿Qué hubiera pasado? Muy posiblemente una guerra civil habría estallado en cuestión de días en múltiples lugares en las grandes áreas de la nación, confirmando así lo que varias teorías del cine han predicho, una guerra civil inminente. Estados Unidos es una bomba lista para estallar que permanente es desactivada y luego nuevamente activada.
Para estimular la imaginación a pesar de lo pausado de la información disponible hasta ahora sobre el evento, tratemos de ofrecer dos posibles explicaciones con la intención de ser provocadoras.
1.- Se trató de un evento real con un franco tirador real, que utilizó munición real, cosa que por supuesto será evidenciada por los hallazgos entre las víctimas reales y perforaciones reales en los puntos de impacto en torno al pódium del ex presidente. La historia es que un franco tirador trepó sobre una techumbre e hizo varios disparos de fusil contra el ex presidente Trump errando por poco pero rozándolo y causándole una herida en la oreja. Durante el desarrollo de este ataque el franco tirador básicamente compactó al bloque de votos conservadores republicanos y patriotas moderados en Estados Unidos para apoyar a Trump y demonizar y desacreditar a todos los políticos a los medios de prensa y otras agrupaciones que no gustan de él y que lo execran. Esto hará de Donald Trump una suerte de superhéroe, un hombre de acero que se está recuperando de una aparente “herida en la cabeza” (cosa de significación bíblica) con contagioso coraje en tanto el público llorosamente observaba su agresivo puño en alto simbolizando un desafío contra la Tiranía Democrática mientras que las palabras “luchar, luchar, luchar” desde sus labios hacia la audiencia. Verdaderamente un imagen dramática. Resulta extrañamente interesante que los agentes del Servicio Secreto organizaron una postura muy fotogénica cuando Trump se paró del piso.
Trump se pareció a la clásica estatua de los marines norteamericanos en Washington D.C. izando la bandera norteamericana en Iwo Jima durante la II Guerra Mundial. Hubo también una bandera norteamericana directamente sobre su cabeza. Sorprendentemente dramático. Posteriormente, Trump fue sacado del lugar en un SUV negro que se alejó y el resto aflora de a poco.
2.- La otra posibilidad que tenemos que considerar es que el tiroteo no fue real sino un evento de bandera falsa hecho como expresión teatral que fue diseñado para causar un impacto emocional que afectara a la nación y manipulara al pueblo, como también distraerlo de otros problemas en el mundo tales como la implosión de la economía en Estados Unidos, la debacle ucraniana, el colapso del gobierno de Netanyahu en Israel y el crecimiento general de los BRICS como una potencia política y económica. Luego, una vez más, ha habido numerosas ocasiones en la historia de Estados Unidos en que tiroteos y otros ataques se demostraron posteriormente como falsos y que fueron preparados por motivos políticos.
Existen muchos detalles interesantes que inciden a favor de una fabricación de parte de los medios pero no es el momento de analizarlos.
¿Cuál sería el resultado de este tiroteo? Observemos a Trump surgir con un vendaje en la oreja, el ceño fruncido, un renovado título de héroe y un discurso de “cómo él recibió un tiro por el pueblo norteamericano,” etc. También observemos a todos sus seguidores tornarse rápidamente en fanáticos ilusionados con lugares comunes y consignas tales como “Hagamos a América (EE.UU.) Grande Otra Vez”, los coros de los estadios y el deseo de venganza. Pensemos en cuán pronto todo este evento podría ser utilizado como una justificación para plantear políticas represivas contra la oposición o cómo ellos podrían mezclarlo con el apoyo a Israel o para fortalecer a la OTAN en su posición guerrerista bajo fachada de terrorismo.
Es obvio que habrá una victoria política republicana si la elección se realiza en noviembre o una conveniente guerra civil desatada por el choque entre Trump y los demócratas. Mantengamos el ojo puesto en las reacciones de Zelensky, Netanyahu y la dirección política de la Unión Europea; también podría haber un esfuerzo planificado y un conveniente descubrimiento de evidencias que vinculen el intento de asesinato con una potencia extranjera como Rusia, Irán, China, el ISIS-K, etc. Nada debe ser descartado a priori.
Nos encontramos en un medio altamente caleidoscópico donde la confusión y la propaganda confundirán los hechos, las evidencias y la verdad. Esperemos que la realidad no haya sido dramatizada o falsificada, porque si todo es real por lo menos podríamos saber quién es el psicópata entre nosotros y la agenda, la violencia política que él intenta desatar antes de las elecciones. Porque si la bomba o el tiroteo fueron falsos, si todo fue un artificio y teatro para lograr la manipulación psicológica del pueblo norteamericano, luego entonces no habría razón para la elección, debido a que no habría país sino solo un estado masivo de esclavos regido por un partido de lunáticos.
Una cosa sí que es cierta, la crisis norteamericana ya no puede ser ignorada. Ahora les toca a los norteamericanos elegir si asumen la oportunidad para tomar las cosas en sus manos, y establecer, por último, una patria en el corazón del país o en cambio permanecer expuestos a la misericordia de Zelandia que pronto desaparecerá en un inevitable conflicto armado global.
Hay una pregunta que se le está haciendo a todos los norteamericanos: ¿Qué tipo de norteamericano es Ud.?
Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona