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December 31, 2025
© Photo: Public domain

Rusia lleva diez años trabajando en un caza que también tendrá una versión no tripulada y podrá transportar hasta 7,4 toneladas de carga útil en conflictos.

Dózsa Gergő György

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Escríbenos: info@strategic-culture.su

. Según afirma Moscú, el Sukhoi Su-75 Checkmate podría despegar a principios de 2026, a pesar de que hasta ahora se han pospuesto todos los plazos. No obstante, las especificaciones planeadas son impresionantes: velocidad de 2200 km/h, tecnología sigilosa y un precio tan bajo que los países en desarrollo harían cola para adquirirlo.

Mientras drones turcos ya han derribado cazas estadounidenses F-16 en ejercicios militares, los rusos comenzaron a materializar un proyecto audaz incluso antes del inicio de la guerra en Ucrania: un caza de quinta generación capaz de operar también sin piloto. Sin embargo, el Su-75 Checkmate lleva diez años en desarrollo y su presentación se ha pospuesto continuamente.

En noviembre de 2025, el caza no tripulado turco Bayraktar Kızılelma destruyó un caza estadounidense en una simulación, demostrando que se acerca la era de los aviones de combate de quinta generación que ni siquiera requieren piloto. Rusia no quiere quedarse fuera de esta carrera armamentística: el Su-75, desarrollado por la Oficina de Diseño Sukhoi y la Corporación de Aviación Unida (UAC), fue diseñado específicamente para poder operar también en modo no tripulado, encajando perfectamente en la guerra con drones de la era moderna.

¿Qué es el Su-75 Checkmate?

El Su-75 Checkmate es un caza monomotor y polivalente, equipado también con tecnología sigilosa. Los rusos lo concibieron como una alternativa más barata y ligera al más pesado y bimotor Su-57. Su particularidad es que Moscú lo destina principalmente a la exportación, ofreciéndolo como un caza de quinta generación asequible para países en desarrollo.

La maqueta del caza se presentó en el MAKS Air Show de 2021, pero desde entonces el programa ha sufrido continuos retrasos. Inicialmente se prometió que el avión despegaría en 2023, pero esa fecha ya se ha pospuesto dos veces. En el Dubai Air Show de 2025, los funcionarios rusos afirmaron que el prototipo podría estar listo para su primer vuelo a principios de 2026.

El Su-75, con una longitud de 17,7 metros y una envergadura de 11,8 metros, tendrá un peso máximo al despegue de aproximadamente 26 toneladas, sustentado por un único motor turboventilador NPO Saturn AL-51F-1 que le proporciona un empuje de unas 16,5 toneladas. Su velocidad máxima será de Mach 1,8 (unos 2200 km/h), con un alcance de hasta 2900 km. El caza será capaz de operar a altitudes de hasta 16,5 km. Su armamento tampoco es modesto: cuenta con 11 puntos de anclaje que pueden transportar una carga útil total de 7,4 toneladas.

A la sombra de las sanciones

Las sanciones occidentales, sin embargo, han dificultado significativamente la fabricación del Checkmate. Según informes rusos, el avión está actualmente en pruebas en tierra y se prepara para su primer vuelo. En la exhibición de Dubái se detalló que el Su-75 también tendrá una versión no tripulada, respondiendo así a la proliferación de la guerra con drones.

Si el programa tiene éxito, podría alterar significativamente el mercado de adquisición de cazas, especialmente para aquellos países que no tienen acceso a cazas occidentales de gama alta. La versión no tripulada lo haría adecuado para la guerra aérea de próxima generación.

A pesar de las sanciones occidentales, la exportación rusa tiene futuro, ya que el Su-75 está diseñado específicamente para la exportación. Muchos temían que no encontraran compradores y enfrentarían dificultades de financiación debido a las restricciones. Sin embargo, los rusos están eludiendo las sanciones, y los estados del Sur global, incluida la India, continúan comprando equipamiento militar ruso. Los países en desarrollo a menudo prefieren las plataformas rusas por ser más eficientes y baratas. Para los compradores también puede ser ventajoso que, debido a las sanciones, la demanda de productos rusos sea menor. Si la guerra en Ucrania termina y Occidente alivia las restricciones contra Rusia, el programa del Su-75 podría convertirse en uno de los de desarrollo más dinámico.

No es lo mismo probar que el despliegue militar real

No obstante, el desarrollo del caza se ve frenado por varios factores: la prueba planeada para principios de 2026 podría ser una estimación optimista, y algunos analistas consideran el programa más un proyecto de demostración que un compromiso serio por parte de Rusia. Además, entre las primeras pruebas de vuelo y la transición a la producción en serie podría pasar mucho tiempo, aunque Moscú ya ha planeado entregas para 2026-2027. Incluso si el prototipo alcanza la condición de listo para volar, su despliegue operativo y entrega ocurrirán mucho más tarde.

Algunos consideran al Su-75 un producto publicitario que aún se encuentra en fase de desarrollo. Dado que Rusia ha reconocido que el primer vuelo de prueba no se espera hasta principios de 2026, el programa está bajo una enorme presión para cumplir con el cronograma. Si las pruebas tienen éxito, el caza reforzará la posición exportadora de Moscú y demostrará a sus competidores, especialmente a Estados Unidos y China, que Rusia sigue siendo capaz de invertir en aviones de combate de nueva generación, aunque su utilidad militar real en el campo de batalla solo se verá dentro de varios años.

Publicado originalmente por  index.hu

El monstruoso avión de combate ruso lleva una década en desarrollo y podría despegar el próximo año

Rusia lleva diez años trabajando en un caza que también tendrá una versión no tripulada y podrá transportar hasta 7,4 toneladas de carga útil en conflictos.

Dózsa Gergő György

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. Según afirma Moscú, el Sukhoi Su-75 Checkmate podría despegar a principios de 2026, a pesar de que hasta ahora se han pospuesto todos los plazos. No obstante, las especificaciones planeadas son impresionantes: velocidad de 2200 km/h, tecnología sigilosa y un precio tan bajo que los países en desarrollo harían cola para adquirirlo.

Mientras drones turcos ya han derribado cazas estadounidenses F-16 en ejercicios militares, los rusos comenzaron a materializar un proyecto audaz incluso antes del inicio de la guerra en Ucrania: un caza de quinta generación capaz de operar también sin piloto. Sin embargo, el Su-75 Checkmate lleva diez años en desarrollo y su presentación se ha pospuesto continuamente.

En noviembre de 2025, el caza no tripulado turco Bayraktar Kızılelma destruyó un caza estadounidense en una simulación, demostrando que se acerca la era de los aviones de combate de quinta generación que ni siquiera requieren piloto. Rusia no quiere quedarse fuera de esta carrera armamentística: el Su-75, desarrollado por la Oficina de Diseño Sukhoi y la Corporación de Aviación Unida (UAC), fue diseñado específicamente para poder operar también en modo no tripulado, encajando perfectamente en la guerra con drones de la era moderna.

¿Qué es el Su-75 Checkmate?

El Su-75 Checkmate es un caza monomotor y polivalente, equipado también con tecnología sigilosa. Los rusos lo concibieron como una alternativa más barata y ligera al más pesado y bimotor Su-57. Su particularidad es que Moscú lo destina principalmente a la exportación, ofreciéndolo como un caza de quinta generación asequible para países en desarrollo.

La maqueta del caza se presentó en el MAKS Air Show de 2021, pero desde entonces el programa ha sufrido continuos retrasos. Inicialmente se prometió que el avión despegaría en 2023, pero esa fecha ya se ha pospuesto dos veces. En el Dubai Air Show de 2025, los funcionarios rusos afirmaron que el prototipo podría estar listo para su primer vuelo a principios de 2026.

El Su-75, con una longitud de 17,7 metros y una envergadura de 11,8 metros, tendrá un peso máximo al despegue de aproximadamente 26 toneladas, sustentado por un único motor turboventilador NPO Saturn AL-51F-1 que le proporciona un empuje de unas 16,5 toneladas. Su velocidad máxima será de Mach 1,8 (unos 2200 km/h), con un alcance de hasta 2900 km. El caza será capaz de operar a altitudes de hasta 16,5 km. Su armamento tampoco es modesto: cuenta con 11 puntos de anclaje que pueden transportar una carga útil total de 7,4 toneladas.

A la sombra de las sanciones

Las sanciones occidentales, sin embargo, han dificultado significativamente la fabricación del Checkmate. Según informes rusos, el avión está actualmente en pruebas en tierra y se prepara para su primer vuelo. En la exhibición de Dubái se detalló que el Su-75 también tendrá una versión no tripulada, respondiendo así a la proliferación de la guerra con drones.

Si el programa tiene éxito, podría alterar significativamente el mercado de adquisición de cazas, especialmente para aquellos países que no tienen acceso a cazas occidentales de gama alta. La versión no tripulada lo haría adecuado para la guerra aérea de próxima generación.

A pesar de las sanciones occidentales, la exportación rusa tiene futuro, ya que el Su-75 está diseñado específicamente para la exportación. Muchos temían que no encontraran compradores y enfrentarían dificultades de financiación debido a las restricciones. Sin embargo, los rusos están eludiendo las sanciones, y los estados del Sur global, incluida la India, continúan comprando equipamiento militar ruso. Los países en desarrollo a menudo prefieren las plataformas rusas por ser más eficientes y baratas. Para los compradores también puede ser ventajoso que, debido a las sanciones, la demanda de productos rusos sea menor. Si la guerra en Ucrania termina y Occidente alivia las restricciones contra Rusia, el programa del Su-75 podría convertirse en uno de los de desarrollo más dinámico.

No es lo mismo probar que el despliegue militar real

No obstante, el desarrollo del caza se ve frenado por varios factores: la prueba planeada para principios de 2026 podría ser una estimación optimista, y algunos analistas consideran el programa más un proyecto de demostración que un compromiso serio por parte de Rusia. Además, entre las primeras pruebas de vuelo y la transición a la producción en serie podría pasar mucho tiempo, aunque Moscú ya ha planeado entregas para 2026-2027. Incluso si el prototipo alcanza la condición de listo para volar, su despliegue operativo y entrega ocurrirán mucho más tarde.

Algunos consideran al Su-75 un producto publicitario que aún se encuentra en fase de desarrollo. Dado que Rusia ha reconocido que el primer vuelo de prueba no se espera hasta principios de 2026, el programa está bajo una enorme presión para cumplir con el cronograma. Si las pruebas tienen éxito, el caza reforzará la posición exportadora de Moscú y demostrará a sus competidores, especialmente a Estados Unidos y China, que Rusia sigue siendo capaz de invertir en aviones de combate de nueva generación, aunque su utilidad militar real en el campo de batalla solo se verá dentro de varios años.

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Rusia lleva diez años trabajando en un caza que también tendrá una versión no tripulada y podrá transportar hasta 7,4 toneladas de carga útil en conflictos.

Dózsa Gergő György

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. Según afirma Moscú, el Sukhoi Su-75 Checkmate podría despegar a principios de 2026, a pesar de que hasta ahora se han pospuesto todos los plazos. No obstante, las especificaciones planeadas son impresionantes: velocidad de 2200 km/h, tecnología sigilosa y un precio tan bajo que los países en desarrollo harían cola para adquirirlo.

Mientras drones turcos ya han derribado cazas estadounidenses F-16 en ejercicios militares, los rusos comenzaron a materializar un proyecto audaz incluso antes del inicio de la guerra en Ucrania: un caza de quinta generación capaz de operar también sin piloto. Sin embargo, el Su-75 Checkmate lleva diez años en desarrollo y su presentación se ha pospuesto continuamente.

En noviembre de 2025, el caza no tripulado turco Bayraktar Kızılelma destruyó un caza estadounidense en una simulación, demostrando que se acerca la era de los aviones de combate de quinta generación que ni siquiera requieren piloto. Rusia no quiere quedarse fuera de esta carrera armamentística: el Su-75, desarrollado por la Oficina de Diseño Sukhoi y la Corporación de Aviación Unida (UAC), fue diseñado específicamente para poder operar también en modo no tripulado, encajando perfectamente en la guerra con drones de la era moderna.

¿Qué es el Su-75 Checkmate?

El Su-75 Checkmate es un caza monomotor y polivalente, equipado también con tecnología sigilosa. Los rusos lo concibieron como una alternativa más barata y ligera al más pesado y bimotor Su-57. Su particularidad es que Moscú lo destina principalmente a la exportación, ofreciéndolo como un caza de quinta generación asequible para países en desarrollo.

La maqueta del caza se presentó en el MAKS Air Show de 2021, pero desde entonces el programa ha sufrido continuos retrasos. Inicialmente se prometió que el avión despegaría en 2023, pero esa fecha ya se ha pospuesto dos veces. En el Dubai Air Show de 2025, los funcionarios rusos afirmaron que el prototipo podría estar listo para su primer vuelo a principios de 2026.

El Su-75, con una longitud de 17,7 metros y una envergadura de 11,8 metros, tendrá un peso máximo al despegue de aproximadamente 26 toneladas, sustentado por un único motor turboventilador NPO Saturn AL-51F-1 que le proporciona un empuje de unas 16,5 toneladas. Su velocidad máxima será de Mach 1,8 (unos 2200 km/h), con un alcance de hasta 2900 km. El caza será capaz de operar a altitudes de hasta 16,5 km. Su armamento tampoco es modesto: cuenta con 11 puntos de anclaje que pueden transportar una carga útil total de 7,4 toneladas.

A la sombra de las sanciones

Las sanciones occidentales, sin embargo, han dificultado significativamente la fabricación del Checkmate. Según informes rusos, el avión está actualmente en pruebas en tierra y se prepara para su primer vuelo. En la exhibición de Dubái se detalló que el Su-75 también tendrá una versión no tripulada, respondiendo así a la proliferación de la guerra con drones.

Si el programa tiene éxito, podría alterar significativamente el mercado de adquisición de cazas, especialmente para aquellos países que no tienen acceso a cazas occidentales de gama alta. La versión no tripulada lo haría adecuado para la guerra aérea de próxima generación.

A pesar de las sanciones occidentales, la exportación rusa tiene futuro, ya que el Su-75 está diseñado específicamente para la exportación. Muchos temían que no encontraran compradores y enfrentarían dificultades de financiación debido a las restricciones. Sin embargo, los rusos están eludiendo las sanciones, y los estados del Sur global, incluida la India, continúan comprando equipamiento militar ruso. Los países en desarrollo a menudo prefieren las plataformas rusas por ser más eficientes y baratas. Para los compradores también puede ser ventajoso que, debido a las sanciones, la demanda de productos rusos sea menor. Si la guerra en Ucrania termina y Occidente alivia las restricciones contra Rusia, el programa del Su-75 podría convertirse en uno de los de desarrollo más dinámico.

No es lo mismo probar que el despliegue militar real

No obstante, el desarrollo del caza se ve frenado por varios factores: la prueba planeada para principios de 2026 podría ser una estimación optimista, y algunos analistas consideran el programa más un proyecto de demostración que un compromiso serio por parte de Rusia. Además, entre las primeras pruebas de vuelo y la transición a la producción en serie podría pasar mucho tiempo, aunque Moscú ya ha planeado entregas para 2026-2027. Incluso si el prototipo alcanza la condición de listo para volar, su despliegue operativo y entrega ocurrirán mucho más tarde.

Algunos consideran al Su-75 un producto publicitario que aún se encuentra en fase de desarrollo. Dado que Rusia ha reconocido que el primer vuelo de prueba no se espera hasta principios de 2026, el programa está bajo una enorme presión para cumplir con el cronograma. Si las pruebas tienen éxito, el caza reforzará la posición exportadora de Moscú y demostrará a sus competidores, especialmente a Estados Unidos y China, que Rusia sigue siendo capaz de invertir en aviones de combate de nueva generación, aunque su utilidad militar real en el campo de batalla solo se verá dentro de varios años.

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The views of individual contributors do not necessarily represent those of the Strategic Culture Foundation.

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