La Europa que ha regresado al carbón, a la guerra, al nazismo que un día le fue adverso, se consume en la decadencia que había sido aplazada por el sustento norteamericano desde y gracias al Plan Marshall.
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…Estos monstruos dislocados fueron antaño mujeres
¡Eponina o Lais! Monstruos rotos, jorobados
O torcidos, ¡amémosles! son todavía almas
Bajo faldas agujereadas y bajo fríos trapos.
Trotan, con un quebrado vaivén de marionetas;
Se arrastran, cojeando, como bestias heridas,
O bailan, sin querer bailar, pobres campanillas
De las que cuelga un Demonio sin piedad. Por raídas
que estén, sus ojos finos hieren como un punzón,
Brillantes como esos agujeros en los que el agua duerme en la noche;
Tienen los ojos divinos de la tierna niña
Que se maravilla y ríe a todo cuanto reluce…
Fragmentos del poema ‘Las viejecitas’, Charles Baudelaire, Las flores del mal. 1857
El día que Joseph Borrell, ex alto representante de la Unión Europea para asuntos exteriores y política de seguridad, describió a Europa como un jardín y al resto del mundo como a una selva, revivió una vez más la tradicional comparación, además peyorativa, eurocéntrica, y excepcionalista de civilización y barbarie.
De nuevo aquellos personajes de La tempestad, de William Shakespeare: Próspero y Calibán, el primero que enseña, ‘ilustra’, ‘civiliza’ y el segundo, el bárbaro a educar, tras recibir tal instrucción comprende la estadía de Próspero y Miranda -hija de éste- por doce años como un intento de robo de su territorio, su isla. El análisis de esta dupla, civilización vs barbarie, muy familiar en América Latina y el Caribe como experiencia histórica, la aborda de manera brillante el escritor antillano George Lamming, en su obra Los placeres del exilio:
El Caribe completo es nuestro horizonte, porque el propio Calibán, al igual que la isla que heredó, es a un tiempo un paisaje y una situación humana. Podemos pasar de isla en Isla sin cambiar el significado del lenguaje de ‘La tempestad’. La emperatriz Josefina, hija de un plantador de Martinica, puede ser de nuevo Miranda…
Y ya no ha parado de evocarse el comentario de Borrell con mordacidad por parte de críticos, diplomáticos y analistas de todo el mundo: ‘el jardín de Borrell’, ‘Borrell el jardinero’, entre otras formas de remarcar la falta de enfoque de un alto representante europeo que no ha comprendido ni la decadencia de su propia zona ni el cambio en la composición de aquello que bien puede desbordar las ideas occidentales de modernidad.
Si Borrell mirara hacia China, hacia Asia y Eurasia comprendería lo inoportuno de su decir. Pero si además revisara la carga eurocéntrica y arcaica que implica enmarcar a las demás culturas y civilizaciones como periferia salvaje, agreste en rededor de Europa, su retractación hubiere sido mejor vista y la misma también se mostraría contundente. Sólo atinó a decir, en su rectificación titulada, ‘Sobre metáforas y geopolítica’ que ‘se había explicado mal’. Este desatino en momentos en que Europa intentaba seducir al Sur Global a alejarse de Rusia, en pleno inicio del conflicto en Ucrania, fue fatal. Su frase concreta:
“La mayor parte del resto del mundo es una jungla, y la jungla podría invadir el jardín”. No servirá con levantar muros para proteger el jardín. “Porque la jungla tiene una fuerte capacidad de crecimiento y el muro no será lo bastante alto como para proteger el jardín”.
Pero no fue la única vez que hizo declaraciones ofensivas y afirmaba su eurocentrismo insano. Por ejemplo, artículos como: Críticas a Borrell por decir que “nuestras mujeres están aprendiendo a jugar tan bien como los hombres” de Euro news; Los desatinos de Borrell, expresión transparente de la putrefacción europea, en Revista la Comuna, en este artículo, Sergio Gelfenstein, señala, entre otras cosas que,
El 1° de diciembre, [2022] en medio de una reunión a la que asistían parlamentarios latinoamericanos, Borrell lanzó un discurso inaudito en el que reivindicó la colonización y la conquista de América. El hecho ocurrido durante la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana (Eurolat), un organismo multilateral compuesto por 150 parlamentarios de ambas regiones, el “diplomático “español recurrió al ejemplo de los “descubridores y conquistadores” como expresión de éxito de los objetivos planteados por las monarquías europeas de entonces.
Aseveró que: «Para navegar en esta tormenta ya no nos sirven ni las rutas, ni los mapas del pasado. Como los descubridores y conquistadores, tenemos que inventar un Nuevo Mundo», aseveró el alto funcionario, defendiendo en su discurso la colonización como paradigma.
Siguiendo en este sentido poético y botánico, cabe señalar otras formas en que la vieja Europa exhibe su decadencia y su talante anti racional, que ni siquiera regresa al pasado, sino que se afirma como un heredero del nazismo y la rusofobia; llegando al punto en estos días de chantajear a países candidatos a ingresar a la Unión Europea, con retirar tal candidatura si se alejan de los valores europeos, al participar el 9 de mayo en la celebración de la Gran Guerra Patriótica, en Moscú. Es lo que la portavoz rusa, señora María Zajárova denominó como el renacimiento del euronazismo y agregó que, Así es cómo los fascistas de hace 80 años obligaron a los que consideraban ‘gente de segunda’ a renunciar a su patria, etnia y fe”… En este sentido, ¿Son ahora la intolerancia y la xenofobia selectiva parte de los ‘valores europeos’?
“la jefa de la eurodiplomacia, Kaja Kallas, advirtió que la participación en los desfiles militares u otros actos conmemorativos del 80.º aniversario de la victoria sobre el nazismo en Rusia “no se tomarán a la ligera en el lado europeo”. “Hemos dejado muy claro que no queremos que ningún país candidato participe en estos eventos del 9 de mayo en Moscú”
He aquí la más reciente de las flores del ramillete de ‘flores del mal’ europeo: Kaja Kallas, -quien remplazó a Joseph Borrell y es la jefa de la diplomacia de la Unión Europea- al que se suman Úrsula von der Leyen, – presidenta de la Comisión Europea- Christine Lagarde, – presidenta del Banco Central Europeo- Annalena Baerbock, -ministra de Asuntos Exteriores de salida del gobierno alemán que finaliza Olaf Schulz- y Kristalina Gueorguíeva, directora del FMI.
Desde su propios roles y liderazgos se empeñan en el rearme europeo, en vencer militarmente a Rusia, en invertir 800 mil millones de euros en componentes militares, en respaldar la guerra en Ucrania hasta ‘el último ucraniano’ montando una idea de primera frontera europea defendida mediante algo denominado ‘puercoespín de hierro’ (von der Leyen). Llaman a la guerra nuclear, descalifican a Putin y Xi Jinping, como dictadores mientras alientan la guerra, o señalan a la Unión Soviética como fascista (Baerbock). Otorgan préstamos incondicionales o al menos con celeridad a uno de los gobiernos más corruptos del mundo, el ucraniano (Gueorguíeva). Además, se empeñan en socavar el poco estado de bienestar que le queda a la sociedad de sus países (Lagarde).
Las Flores del mal, como obra literaria, fue puesta en juicio público junto a su autor, Charles Baudelaire. Quien expresaba en su obra el malestar que sentía por la sociedad industrial gris, angustiante de mitad del siglo XIX. En su título quiso referirse a tales eventos, los que denominaba dentro del ámbito urbano como spleen, para conjurarlos, un mal que bajo apariencia de flores ameritaba ser señalado, ser advertido. Su defensor en el juicio, Gustave Chaix, (En la obra, Acusados: Flaubert y Baudelaire, 1984, de Ricardo Cano Gaviria) señala que:
“En primer lugar, el poeta los pone en guardia mediante su título. Que está allí disfrutando de un protagonismo especial, para anunciar la naturaleza y el género de la obra, es el mal lo que va enseñarles, la flora de los lugares malsanos, los frutos de los vegetales venenosos – se lo dice a ustedes el título del mismo modo que el titulo Infierno en la obra de Dante – pero va a mostrarles eso para condenarlo, para inspirarles horror hacia él, para inspirarles odio y repugnancia”
De esta manera, ‘los frutos de los vegetales venenosos’ -y tienen nombre de mujeres- que hoy consumen a Europa vuelven a poner el acento en la decadencia del viejo continente. Un spleen ya no de París, sino europeo. Decadencia que ha llenado de una migración desbordada, incontrolada y a expensas de sus ciudadanos a las capitales europeas. ¿Planean acaso reclutar a cambio de ciudadanía a los jóvenes africanos en edad militar para llevarlos a la guerra ampliada contra Rusia? La renta media europea está acabando y la propia Lagarde señaló que el euro digital deberá controlar los movimientos bancarios y compras aún en transacciones de menos de 300€; con lo que queda claro la perdida de libertad económica europea, así como la movilidad, al poderse restringir el uso de dinero a equis kilómetros dentro de un rango asignado. La Unión Europea se niega a entablar negociaciones con China, pelea con Estados Unidos o mejor, con el Estados Unidos de Donald Trump y se muestra irreconciliable con Rusia. Si alguna esperanza quedaba de volver a alguna normalidad ésta no se presentará. ¿Volverá a vender gas barato Rusia a Europa, a la misma Alemania que en cabeza de su nuevo canciller Friedrich Mertz -de ascendencia nazi por parte de abuelo- habla de dar misiles Taurus a Ucrania, para destruir el Puente de Crimea?
Así, estos monstruos dislocados […] Monstruos rotos, jorobados o torcidos, […] que trotan, con un quebrado vaivén de marionetas; y se arrastran, cojeando, como bestias heridas, O bailan, sin querer bailar, pobres campanillas, son el rostro femenino del belicismo, del euro fascismo, de la crueldad cleptócrata a nombre de quien les maneja los hilos. Bestias heridas que persisten en una guerra ya perdida en favor del complejo militar industrial, en detrimento de los eslavos ucranianos que dicen defender, de los que Kaja Kallas como letona debería manifestar más empatía. Por el contrario, quiere una Rusia fragmentada, puesta de rodillas mediante la guerra y su última osada propuesta al bloque comunitario fue crear una ‘coalición de voluntarios’ en Europa para entregar a Ucrania 40 mil millones de euros. Fracasó.
De esta manera Europa exhibe tanto en el ‘jardinero’ Borrell como en las flores malsanas del liderazgo femenino una muestra de su statu quo. Anti racional, anti democrático, anti económico, anti nacional – regional, anti universal, anti plural, racista, excepcionalista, cultora de Thanatos. La pléyade de ilustrados paridos por la Europa de varios siglos y decantada en el Siglo de las Luces y el prolífico siglo XIX quedaría atónito, indignado y consternado.
La Paz perpetua, de Emanuel Kant, sería suficiente lección para la Europa imaginada como un jardín, de la que vale la pena recordar algunos artículos: 1.º No debe considerarse como válido un tratado de paz que se haya ajustado con la reserva mental de ciertos motivos capaces de provocar en el porvenir otra guerra; (Fuerzas de paz británicas y galas, en un alto al fuego que no resuelve nada) 3.º Los ejércitos permanentes –miles perpetuus– deben desaparecer por completo con el tiempo; (¿por qué existe aún la OTAN?) 4.º No debe el Estado contraer deudas que tengan por objeto sostener su política exterior; (Lo que hace von der Leyen planeando el rearme europeo con 800 mil millones de euros) 6.º Ningún Estado que esté en guerra con otro debe permitirse el uso de hostilidades que imposibiliten la recíproca confianza en la paz futura; tales son, por ejemplo, el empleo en el Estado enemigo de asesinos (percussores), envenenadores (venefici), el quebrantamiento de capitulaciones, la excitación a la traición, etc. (Toda la retórica y acción europea es esto, más el fomento de la xenofobia y la rusofobia). Pero bueno, podrán argumentar los europeos que definitivamente Kant era ruso y omitir su obra como impronta universal desde Europa.
La Europa que no pudo dar el salto, la transición verde energética y ha regresado al carbón, a la guerra, al nazismo que un día le fue adverso, se consume en la decadencia que había sido aplazada por el sustento norteamericano desde y gracias al Plan Marshall. Bajo la apariencia de mujeres inteligentes y ejecutivas, así como de ancianos vigorosos sólo se aprecian los estertores de la larga era de dominación eurocéntrica, racista, cleptócrata, excepcionalista y capitalista.
Y de Las flores del mal, se puede dedicar – ¿o desear o vaticinar? – un poema al vetusto burócrata, el ‘jardinero’ Borrell, aprovechando que C. Baudelaire escribió toda su vida al malestar del París decimonónico, viendo perplejo el ascenso implacable del capitalismo industrial. Va el poema titulado Sepultura de un poeta maldito (digamos político maldito):
Si un buen cristiano con piedad
toma tu pobre cuerpo en hombros,
y entre unos ásperos escombros
lo va a enterrar por caridad,
A la hora en que sus escondrijos
buscan las pobres bestezuelas,
la araña allí pondrá sus telas
y hará la víbora sus hijos.
Y escucharás eternamente
sobre tu cráneo impenitente,
agrio chillar de viejas lubricas,
aullar de lobos lamentables,
charla de brujas miserables
– y contubernios de pícaros.